los 1.500 kilómetros que conforman la red foral de carreteras suponen para la Diputación un considerable esfuerzo para su mantenimiento y puesta a punto. Al contrario que en otros puntos del Estado, en Álava la institución foral no sólo tiene en su poder la gestión de las vías secundarias y vecinales, sino también de carreteras principales con amplios volúmenes de tráfico. Tras unos años en los que la crisis económica llevó a contener el desembolso en la puesta a punto de las carreteras y la realización de nuevos proyectos, en la presente legislatura el Departamento de Infraestructuras Viarias y Movilidad ha reactivado algunas reivindicaciones históricas en lo que a la reforma de carreteras se refiere, como las de la N-124 y la N-240 en Legutio e impulsado actuaciones de mejora de las vías en zonas Izarra, Nanclares de la Oca, Artziniega o Lapuebla de Labarca, entre otras.

Según datos del área de Infraestructuras Viarias, la inversión total durante esta legislatura asciende a 59,5 millones de euros, sumando proyectos ejecutados, en ejecución o a punto de ejecutarse. Inversiones que “van a permitir eliminar algunos de los principales tramos de concentración de accidentes de la red foral de carreteras”, explica a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Josu López Ubierna.

El diputado socialista de Infraestructuras Viarias y Movilidad destaca “el esfuerzo realizado para ejecutar todo lo presupuestado”, pues el grado de ejecución de las partidas para carreteras “ronda el 98%”, y confía en que “seremos capaces de hacerlo también en el caso de la A-625 en Ayala”, el largamente prolongado proyecto de Saratxo.

“Tan importante como las inversiones son las tareas de conservación, mantenimiento y refuerzo de firmes. Actuaciones de bacheado, capa de rodadura y arreglo de desprendimientos, porque mantener y cuidar la red supone frenar su deterioro por el paso del tiempo y las inclemencias meteorológicas), garantizar las infraestructuras y no realizar grandes esfuerzos presupuestarios excepcionales”, explica el diputado.

A punto de arrancar, las obras de mejora de la N-240, previstas para adjudicarse en mayo y arrancar en junio, contarán con 8,9 millones de euros de presupuesto para reformar la vía entre los puntos kilométricos 16,7 y 19,9 y mejorar la seguridad de esta carretera que une Vitoria y Bilbao en los puntos que coinciden con la salida de Legutio hacia la capital vizcaína y el cruce de Ollerías, además del acceso a Elosu.

La nueva vía estará finalizada en la segunda mitad en la segunda mitad de 2020. Con todo, la obra con mayor presupuesto es la realizada en la N-124, con 21 millones de euros y que concluirá a mediados de 2019 para eliminar los dos cruces más peligrosos de esta vía y garantizar el acceso seguro a Berantevilla y la AP68 mediante un nuevo enlace. Asimismo, y de forma paralela, se va a ejecutar un segundo proyecto para mejorar el acceso al polígono industrial de Lacorzanilla.

De cualquier forma, una de las primeras actuaciones de la presente legislatura se desarrolló en Izarra. Con una inversión de 785.002 euros, de acondicionó y urbanizó la travesía que cruza la localidad para mejorar la seguridad de los conductores y peatones. La reforma de este tramo de casi 400 metros de la carretera A-3314 se llevó a cabo entre finales de 2015 y principios de 2016, dando lugar a una calzada ampliada de tres metros por carril.

También en las mismas fechas se llevaron a cabo las actuaciones en la carretera A-4202 contra la caída de rocas, en Lapuebla de Labarca, dentro del tramo conocido como El Risco, por un total de 486.911 euros para asegurar la ladera después de que la carretera tuviera que ser cortada al tráfico en marzo de 2015 debido al desprendimiento de rocas. A finales de 2016 concluyeron las obras de mejora de la entrada a Nanclares de la Oca, con una inversión de 1,5 millones de euros para mejorar la intersección entre la antigua carretera A-2622 y la A-3308 para evitar que los vehículos que viajan de Vitoria a Nanclares de la Oca y viceversa, tengan que detenerse en el cruce. Asimismo, se acondicionó la carretera para eliminar un peligroso cambio de rasante.

También a finales de 2016 concluyeron las obras de la travesía de Artziniega, por 1,5 millones de euros, para acondicionar y urbanizar las carreteras A-2602 y A-4624. Un proyecto para dar solución a los principales problemas de seguridad vial de dos carreteras. Con el mimo objetivo se han realizado también las obras de la carretera A-4340 entre Melledes y Manzanos, por 1,1 millones de euros, dotando de un acceso más digno a la primera localidad. Con un presupuesto de 3,6 millones de euros, las actuaciones de ensanche y mejora de la A-3218, entre Assa y Elvillar, finalizarán este año para dotar de más seguridad y comodidad a una carretera de 6,3 kilómetros que se caracterizaba por un trazado sinuoso, curvas de radio reducido, pérdida de visibilidad en varias zonas y ausencia de arcenes.

El nuevo centro de control de carreteras (600.000) euros, dotado de una sala de pantallas para seguir en tiempo real la circulación, las actuaciones de mantenimiento del firme (13,3 millones de euros), las intervenciones de seguridad vial (2,8 millones de euros) son también inversiones propicias para tener a punto las carreteras alavesas.