vitoria - La Asociación de Concejos de Álava (ACOA) renovó hace menos de un mes su junta directiva tras la marcha del que fuera su presidente durante veinte años, Javier Argote. Joseba Terreros, vecino de Respaldiza de 36 años, encabeza la nueva junta de la asociación, que por primera vez es paritaria. Junto a él llegan Laura Plaza como vicepresidenta, Lucas Mujika como tesorero y Elvira Resano como secretaria. Dos hombres y dos mujeres dispuestos a dar un impulso al día a día de las juntas administrativas del territorio en un momento clave para el presente y futuro de los pueblos de Álava. Todavía recién aterrizado en la asociación, el presidente de ACOA explica a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA las líneas maestras de lo que será su trabajo y el de sus compañeros durante los próximos años.
¿Qué le llevó a presentar su candidatura para liderar la asociación de concejos?
-Siempre he sido una persona muy activa, de las que está metida en todas las salsas. En un primer momento cuando vi que iba a haber elecciones en ACOA presentarme no era mi primera opción, pero en las juntas administrativas de Ayala, porque yo soy de Respaldiza, muchos nos conocemos y somos amigos, y me empezaron a animar para que me presentara. Al final decidí intentarlo porque pensamos que sería bueno darle un nuevo impulso a la asociación. Lo que tenía claro era que quería presentarme junto a personas que fueran de Cuadrillas diferentes a la mía, porque Álava es un territorio muy diverso en cuanto a gente y problemáticas.
La nueva junta directiva que preside es paritaria, con dos hombres y dos mujeres. ¿Casualidad o fue algo buscado?
-Sí, queríamos que fuera así. No sabíamos si podría ser porque esto es algo en lo que debes contar con la voluntad de la gente, pero de nada sirve estar promocionando y pidiendo que la presencia de la mujer en los concejos sea fuerte si luego en la junta directiva de la asociación no hay ninguna mujer. Es cierto que el índice de mujeres que participan en los concejos todavía es menor que el de los hombres, pero te puedo decir que en Ayala de las 23 juntas administrativas que somos tenemos varias regidoras.
¿Impulsar la presencia femenina en los concejos es una de las nuevas líneas de trabajo que quieren implementar en ACOA?
-Sí, queremos cambiar un poco esa percepción. Hace poco me decía una compañera que en su casa a las reuniones del concejo siempre iba su padre, y si no podía su padre, el vecino, pero que en casa nunca se planteó que fuese su madre. Esa idea se va desterrando, y en nuestro caso queremos que la mujer participe activamente en la vida diaria de las juntas administrativas, al igual que también queremos que la gente joven tenga un papel más activo en los concejos. Crear una red viva de relaciones entre las juntas, en definitiva.
Una nueva junta directiva servirá como mínimo para aportar aire fresco a ACOA.
-No es una cuestión de aire fresco. Venimos de un mandato de veinte años en el que se han hecho un montón de cosas bien, como también se habrán hecho otras mal y otras regular. Nosotros queremos mantener una línea continuista en las cosas que se han hecho bien e intentar detectar cuáles se han hecho mal para poder cambiarlas. No hemos venido a poner la asociación patas arriba. Nuestra intención es centrarnos en problemas que afectan tanto a concejos concretos como sobre todo aquellos que afecten a varios y se pueda dar una solución conjunta en la que participen todos los agentes afectados. Porque las soluciones siempre son mejores cuando son consensuadas.
Pero Álava es un territorio muy diverso y muchas veces los problemas que afectan a unos pueblos son totalmente ajenos a otros.
-Es cierto que hay veces que los problemas que afectan a una Cuadrilla en otra no tienen ni idea de que existen. El regadío, por ejemplo, que en Ayala no se utiliza para nada pero en otros puntos pueden tener problemas. El saneamiento de aguas, algunas cuestiones relacionadas con la masa forestal... Lo que hace falta es buscar la colaboración entre las Cuadrillas para que los pueblos a los que afecta un mismo problema se puedan coordinar entre sí.
¿Tiene usted intención de permanecer también veinte años en el cargo?
-No, ésa es de las cosas que tengo más claras a día de hoy. No creo en mandatos tan largos, así que a mí no me vais a ver por aquí tanto tiempo, aunque hace poco me decían de broma que como tengo 36 años puedo durar hasta los 56 en el cargo. No será así. No creo que me aporte nada a mí como persona y entiendo que es bueno que en una asociación haya una rotación de personas para que el trabajo se fiscalice, se aporten ideas distintas y que existan diferentes puntos de vista de diferentes personas. Por eso también hemos buscado crear una junta directiva con representación de cuatro cuadrillas, porque con los estatutos actuales de las siete no podía ser. De todas formas, realmente los principales protagonistas y los responsables de sacar adelante la asociación han sido y serán sus cinco trabajadores. Como Virginia y Raquel, que son dos mujeres que llevan más de veinte años trabajando en ACOA.
¿Qué salud tienen los pueblos de Álava en estos momentos?
-Creo que la salud de los pueblos es mejor que hace unos años. Ha habido un repunte en el día a día de los pueblos y en algunos casos en el número de habitantes, también en la vida que se hace en ellos, y entiendo que es porque el trabajo que se está haciendo en los pueblos va por buen camino. Al final los concejos gestionan el día a día en el pueblo, los servicios básicos, el agua, la luz, los caminos... Si ahí ofreces un buen servicio, y la mayoría de las juntas administrativas, por no decir todas, lo hacen, siempre va a ser más apetecible residir en un pueblo.
El TAV y sus diferentes trazados en el territorio es uno de los grandes caballos de batalla de estos días para muchos pueblos. ¿Cuál es la postura de la nueva junta directiva de ACOA al respecto?
-El TAV es una megaobra que tiene un impacto ecológico importante. Como asociación de concejos lo que podemos hacer es apoyar a los pueblos que se ven afectados por ello, e intentar trasladar su problemática al resto de pueblos, concejos y Cuadrillas para que sean solidarios con la gente que está afectada y que va a quedar atravesada por el TAV, para tratar de dar una solución acorde a la medida de nuestras posibilidades como ACOA.
¿Cree que hay pueblos que se sienten solos en su lucha?
-A día de hoy el TAV es un problema. Quién sabe si en el futuro puede ser una oportunidad o no, pero actualmente es un problema para los pueblos porque el impacto medioambiental que tiene es brutal. Hay algunos pueblos a los que les atraviesa por la mitad, y los trenes no son precisamente cercanías, pasan a gran velocidad. Ya el día que nos eligieron como nueva junta directiva gran parte de los concejos decían que no pueden ser sólo tres pueblos los que presenten una moción contra el TAV, deben recibir apoyo del resto. No se puede dejar a unos pueblos abandonados a su suerte.
¿Tienen algún plan al respecto?
-De momento vamos a organizar junto con ACOVI unas jornadas en las que puedan participar todos los agentes implicados en el TAV a su paso por Álava, para que todos tengamos una visión un poco más amplia del impacto, de las alternativas y de los recursos que se han presentado, además de ver cuál es la situación actual.
¿Qué le parecen los planes forales para crear un consorcio de aguas único?
-El agua es un problema no tanto por el abastecimiento sino por el saneamiento. En cuanto al consorcio único que propone la Diputación, tendremos que ver cuál es el planteamiento que hacen y si en la medida de lo posible podemos presentar las propuestas y alternativas que consideremos oportunas. Hay que tener en cuenta que Álava tiene una orografía muy diversa y un consorcio único como tal puede ser más difícil ponerlo en marcha aquí que en otras provincias.
Los concejos son los encargados de gestionar cuestiones cruciales para los pueblos como el agua, la luz y los caminos. ¿Las vías de financiación que reciben son suficientes para ello?
-Son cosas que tienen que ir de la mano. No puede ser que los concejos estén gestionando muchas áreas y para algunas cosas no reciban ni un solo euro. Eso es algo que hay que modificar. Hay ayuntamientos que tienen un sistema establecido de financiación a los concejos que funciona bien, pero en otros casos no. Como asociación nos queda buscar una financiación para los concejos adecuada a las labores que realizan en su día a día. Lo que no puede ser es que los concejos no reciban ninguna subvención de ningún lado y pretender que se ponga en marcha cualquier obra o se solucione un problema en un pueblo. Ésa es una cuestión que tenemos que abordar.
Desde la Diputación se preparan cambios en el nuevo servicio de transporte comarcal. ¿Cómo creen que debería ser el transporte público para los pueblos del territorio?
-Tuvimos una reunión la semana pasada con el diputado de Infraestructuras Viarias y Movilidad, Josu López Ubierna, para conocer cuál es el planteamiento y cómo se va a potenciar el sistema actual, con autobuses que conectan los núcleos fuertes del territorio además de con la capital, y el servicio de taxi a demanda, que parece que dará más servicios de los que daba antes. Este mes tenemos el plazo abierto para presentar las mejoras o sugerencias que tengamos, sobre todo en lo referente a los pueblos que están, por así decirlo, más perdidos geográficamente, y lograr que se integren también con el resto en el servicio de transporte.
Los concejos juegan un papel muy jugoso también en el ámbito político. Una asociación que agrupa a los pueblos del territorio no es algo con lo que los partidos pueden mirar hacia otro lado.
-Ideas políticas tiene todo el mundo, sean de un tipo u otro, las manifiestes públicamente o no. La ideología no te la va a quitar nadie, pero politizar una asociación, sea ésta u otra, no procede. El fin de ACOA es otro. No podemos olvidar que a las elecciones de las juntas administrativas no se concurre por partidos, sino que son personas que desempeñan un trabajo no remunerado en los pueblos. Eso es la mayor actividad asociativa que puede haber, gestionar lo que se hace en tu pueblo por amor al arte.