Las 157 plazas del nuevo estacionamiento situado en el barrio de Arana superaron su primer día completo a disposición de los vecinos y visitantes esporádicos de esta veterana zona de la ciudad, y ya se han erigido en un notable aliviadero de las penurias que, en los últimos años, han padecido los conductores que se enfrentan a la osadía de tener que encontrar un hueco para estacionar su vehículo. Expresiones como “alivio”, “aparcamiento muy necesario” o “una gran solución”, fueron las palabras recogidas al mediodía por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA en un breve muestreo de las opiniones de los primeros usuarios. A pesar de estar funcionando años atrás ya como lugar para el estacionamiento, el miércoles la visita del alcalde, Gorka Urtaran, sirvió para abrir una nueva era de esta infraestructura anhelada por el barrio desde hace años.

La cubierta instalada sobre lo que fue la parte delantera del antiguo colegio Ignacio Aldecoa, en la calle Galicia, ejerce de recepción en la planta superior y a la que gran parte de los conductores se dirigen directos, conscientes de la dificultad de encontrar una plaza libre en las calles aledañas. Éste fue el caso de Alberto Díez, vecino de la zona, que estacionó en la planta superior su voluminoso vehículo de procedencia sueca. “No he dado ni una vuelta y he venido aquí directo para aparcar”, explicó satisfecho tras cerrar la puerta de su coche y dirigirse a su cercano domicilio. Una sorpresa inesperada fue para José María encontrar abierto ya el parking y las más de 150 plazas. Sus “esporádicas” visitas al barrio de Arana cuentan desde ahora con un aliciente como la facilidad para encontrar un sitio en un entorno “difícil”, como calificó en anteriores visitas a la hora de poder estacionar el coche en la zona, sin tener que dedicarse a dar vueltas y recorrer las calles de Arana en busca de un hueco. “Supone una buena inversión para un lugar, hasta ahora infrautilizado como era el colegio que ya estaba cerrado hace años”, alabó.

También sorpresa y alegría por las facilidades reconoció José Luis tras descender de su coche, cargado con un ordenador portátil de su trabajo en la mano. “Me he enterado por la prensa de que estaba abierto. Aprovechando que tenía que venir no he dudado a la hora de dejar aquí el coche”, reconoció. Junto a su acompañante, Alberto, tuvo la suerte de estacionar en una de las dos únicas plazas libres que, al filo de las 12.50 horas, contaba la planta superior. Alberto, conocedor de las características de Arana aventuró un notable éxito a las cifras de ocupación del parking. “Va a estar siempre lleno”, indicó, en alusión a las 52 plazas de la parte superior y protegidas además del primaveral sol que ayer se animó a lucir sobre Gasteiz. “Es un barrio con mucha gente mayor y en los que las viviendas no tienen un garaje debajo”, esgrimió Alberto como causa para referirse a los coches que copaban 51 de los 52 huecos habilitados en la planta a nivel de la calle Galicia.

Otros dos residentes como Ana Orenes y Abdelkrim coincidieron en las “facilidades” que desde ahora va a suponer para ellos tener el parking a pleno rendimiento. “Lo tengo pegando a mi casa y para los vecinos supone todo un alivio”, remarcó Ana. Idéntica sensación repitió Edmundo Martín, tras aparcar su coche también a la sombra en la planta superior. “Era algo súper necesario”, reconoció en sus habituales visitas a las casas de sus suegros. “Se agradece tener un lugar así para llegar y dejar el coche sin dar vueltas”. La elevada ocupación de un jueves a la mañana ya le hace intuir a este usuario que ante fechas concretas como “los fines de semana o fechas de Navidad en las que los hijos vienen a comer donde los padres se queda pequeño”.

casi completa la sombra La cubierta instalada sobre el antiguo patio del colegio convierte en privilegiadas plazas a la sombra y protegidas del sol a 108 de las 157 que tiene el parking. Estos van a ser los lugares más deseados por todos los conductores, como pudo comprobar ayer este diario. Rebasadas las 13.15 horas, las 52 plazas de la planta superior estaban completas y no había un hueco libre. El índice de ocupación era también elevado en las 56 de la planta baja, con 43 coches situados a la sombra y únicamente 13 plazas libres poco antes de la hora de comer. El resto del patio de lo que fue Ignacio Aldecoa dispone de 49 plazas, la mayoría al sol, que ayer al mediodía estaban a la mitad de ocupación.