nanclares de la oca - Con la inauguración oficial hoy del Parque Central de Bomberos de Nanclares y con la puesta en servicio 24 horas el próximo mes de julio de las Uceis de Campezo y Agurain se completa un mapa inimaginable hace poco más de un año en el ámbito de los servicios de emergencias en Álava. De la generosidad de los voluntarios y de la precariedad de sus medios se ha pasado a un consorcio dotado de personal suficiente y formado, nuevos edificios, vehículos y equipamientos, y protocolos de actuación que garantizan la rapidez y eficacia de sus actuaciones. El Parque Fernando Martínez de Ilarduya, nombre que se ha dado a esta instalación central en honor al técnico de emergencias de la Dirección de Administración Local fallecido en la Navidad de 2016 y que fue el impulsor de los bomberos forales, abre oficialmente sus puertas, aunque desde hace días se han atendido todas las necesidades que se han presentado, incluidas el transporte de su casa a la escuela y viceversa de una niña pequeña que no podía desplazarse por las inundaciones del Zadorra.

El doble edificio ha sido construido por Eraikuntza Birgaikuntza Artapena, con un coste de 1,7 millones de euros. Se encuentran en un extremo del polígono industrial de Los Llanos II, a escasos metros de la carretera A-1, lo que permitirá a sus dotaciones el rápido desplazamiento por el territorio. En el futuro se dotará a la instalación de otra salida más directa a esa vía. La obra realizada abarca 1.700 metros cuadrados repartidos en dos plantas que dividen el doble edificio en un bloque de dos alturas con la segunda mitad diáfana para que puedan maniobrar los vehículos.

La planta baja, de 1.291 metros cuadrados (1.213 de superficie útil) es el espacio en el que están ubicados cuatro dormitorios, el gimnasio, el almacén, los vestuarios, la cocina-sala de estar, un despacho para Osakidetza con un dormitorio y una sala de estabilizaciones y el garaje. Éste se ha planificado para albergar una decena de vehículos grandes, así como remolques, ambulancia y todoterrenos.

El hangar tiene diez puertas de salida con el fin de mantener siempre los vehículos de cara a la puerta para salir a la mayor brevedad. Actualmente hay dos autobombas de primera salida, una autoescala, un tanque, un vehículo para incidentes de riesgo químico, otro preparado para desencarcelación y vehículos ligeros de mando, así como un camión especial, todoterreno, para incendios forestales. De éstos últimos la Diputación ha comprado este año cuatro, que se reparten por los parques.

A esto se añaden remolques. Uno con un generador para poder utilizar maquinaria cortadora y de desencarcelación hidráulicas para rescatar a personas del interior de vehículos o cortar los pilares que hay entre ventanas. “Cuando una persona tiene un traumatismo importante en un accidente de tráfico hay que intentar rotarle lo menos posible. Por eso destrozamos lo que haga falta para sacar a las personas sin que varíe su postura, para que sean los sanitarios quienes nos den instrucciones”, comenta Javier García Reina, jefe de Bomberos. También hay otro remolque para llevar una lancha de salvamento para aguas superficiales y otros con autobombas para ayudar al impulso del agua, según las circunstancias.

En cuanto a la unidad química, además de otro equipo, se llevan varios trajes para utilizar según las circunstancias. Uno para luchar contra la avispa asiática, que se mancha de veneno y que no se puede usar para retirar nidos de abejas comunes, por lo que se llevan otros trajes para esa faena. También tienen para fuegos estructurales, que es el común con el que salen de los parques; otro para incendios forestales o accidentes de tráfico; también están los trajes antisalpicaduras para cuando se actúa en incidentes con productos tóxicos, y también hay trajes estancos a gases, que protegen de manera integral todo el cuerpo de los profesionales

El acceso al hangar desde el edificio habitable se realiza por dos puertas y por un tobogán desde la planta superior. Ese tobogán permite un acceso rápido a través de una galería acristalada y es una de las características más curiosas del nuevo parque.

En el hangar se han adecuado varios almacenes. Uno de ellos es para la ropa de intervención, que llega impregnada de partículas de incendios u otras actuaciones, con el fin de que el personal pueda entrar en la zona habitable con ropa limpia. También hay una sala con equipamiento de compresores para hinchado de neumáticos y demás. Otra sala está destinada para oficina de la ambulancia de Osakidetza, que además dispone de una puerta específica en el hangar para ese vehículo.

Para el paso de un edificio al otro se accede por una sala húmeda preparada para que los profesionales que regresan de un suceso puedan darse un manguerazo a la ropa y a los equipos antes de cambiarse para mantener siempre los trajes “curiosos”, como lo califica Javier García Reina. De ahí se pasa a la zona de mantenimiento básico de equipos, ya que hay otro material de seguridad, que al estar catalogado como de categoría 3, se debe llevar a talleres autorizados. Lo que sí se realiza en otra sala es el llenado de botellas de aire. Se trata de una máquina muy sofisticada, capaz de rellenar varias botellas al mismo tiempo y con unos sistemas de seguridad muy complejos, que incluyen el cierre completo de la botella durante la carga y un cierre frontal de seguridad para que en caso de explosión no afecte a quien esté en la sala, sino que el efecto se lleve a cabo por la parte de atrás de la máquina. De hecho, durante las operaciones de carga el acceso a la sala está restringido.

Otra de las salas se ha habilitado como un completo gimnasio “para que los bomberos mantengan su forma física. Ésta es una manera de motivarles para que la mantengan durante toda su vida laboral”, explica el jefe de Bomberos. Otra es un aula de formación, tanto para que los bomberos de los seis parques asistan a cursos de perfeccionamiento, como para atender las visitas de colegios e institutos, que ya se han previsto, para sensibilizar a los jóvenes, desde Primaria, en cuanto a temas de seguridad y a cómo comportarse en un incendio, e incluso para que los alumnos de Secundaria sepan cómo usar un extintor. Unos cursos que también se ofrecerán a empresas, para tener persona formado para una primera intervención.

El centro neurálgico, el puesto de mando y coordinación, se encuentra en una sala, nada más acceder al edificio principal, a mano izquierda. Allí están los equipos de transmisiones y los cargadores y los lugares donde preparar el material administrativo y a continuación los vestuarios, uno de hombres con 50 taquillas y otro para mujeres, con cuatro o cinco taquillas, aunque de momento solo hay una bombera. “Deseamos que vengan más para enriquecer el servicio”. Al lado se encuentra otra dependencia con una lavadora y un lavavajillas “para la limpieza de la ropa del parque. La ropa que va a los incendios regresa con muchas partículas impregnadas (dioxinas, restos de uralitas y demás) y entonces intentamos que esa ropa se lave en el parque y no que se lleve a las viviendas particulares donde también lavas la ropa de tus niños. Por eso aquí lavamos la ropa que pueda estar contaminada”.

Oferta de Empleo Para que éste y el resto de las Uceis estuvieran perfectamente equipadas para atender cualquier emergencia, la Diputación Foral de Álava convocó una OPE para contratar 94 plazas. Según especifica el director del Consorcio de Bomberos de Álava, Javier Carro, “se presentaron unas 1.700 personas, de las que pasaron a la fase de examen unas 900. De ellas aprobaron 250, de forma que comienzan ahora en prácticas los 94 previstos. Y como ya habíamos hecho una primera academia en noviembre, en la Academia Vasca de Policía y Emergencias, en Arkaute, pudimos extraer a 25 de ellos para que fueran jefes de dotaciones, por lo que de la bolsa de trabajo entraron otros tantos como bomberos, 119 en total. De los 94 hay uno que está haciendo la segunda academia, porque a partir del 1 de julio tenemos el objetivo de abrir 24 horas Campezo y Agurain y tenemos que completar la formación de los otros 24 bomberos”.