VITORIA - El Ayuntamiento de Gasteiz ya se centra en la preparación y redacción del nuevo pliego de condiciones que siente las bases para sacar a concurso y adjudicar el servicio de limpieza de las calles y recogida de basuras para los próximos años. Ayer hizo oficial el propio alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, en una entrevista en Radio Vitoria, el paso dado por la actual contrata encargada del asunto, las firmas FCC y GMSM, para presentar su renuncia al contrato vigente, iniciado en el año 2015, con duración hasta 2023, y la posibilidad de extenderlo otros dos ejercicios más.
El pasado miércoles 28 de marzo, a las puertas de la Semana Santa, la Unión Temporal de Empresas (UTE), presentó por escrito al equipo de gobierno el documento en el que solicitó el inicio de la causa de resolución del contrato. Entre los argumentos enumerados en su petición, remarcó la imposibilidad de “prestar los servicios en los términos inicialmente pactados” y ahondando en que se trata de algo “económicamente inviable” para esta UTE. Cuando apenas se han cumplido tres años de vigencia de la actual concesión, adjudicada en los meses finales de mandato del popular Javier Maroto, la multinacional aduce cuestiones de índole económica y falta de rentabilidad para seguir con las tareas. La limpieza de calles y recogida de basuras es el contrato más oneroso para las finanzas municipales, con un desembolso anual de 22,8 millones de euros, según la oferta presentada por FCC y GMSM para hacerse con estos servicios en 2015. El concurso que desembocó con la concesión que ahora se va a romper sin ningún tipo de compensación económica para el Ayuntamiento, ya generó polémica al presentar las empresas vencedoras una considerable rebaja con respecto a los 25 millones de euros en los que inicialmente se fijaron el precio de estos servicios. Además, el desenlace final llegó después de un ajustado cálculo de la oferta, que llevó a FCC y GMSM a mejorar en únicamente mil euros la cantidad ofrecida por la firma que quedó en segundo lugar. El ejecutivo de Gorka Urtaran aguarda ahora a que sea la UTE la que afronte el siguiente paso con la entrega de más documentación y la “acreditación de la causa de resolución”, concretaron desde fuentes municipales.
hasta final de año Los técnicos del Ayuntamiento ya están enfrascados en dar forma al extenso articulado que va a regular el siguiente proceso para conocer la firma que cogerá el testigo a la contrata saliente. Puede llegar a darse la situación de que FCC vuelva a hacerse con el contrato en caso de presentar de nuevo la oferta mejor valorada en el farragoso y meticuloso concurso. A pesar de este anuncio desvelado ayer, los vitorianos no van a notar ningún cambio hasta que “a finales de año”, avanzaron con cautela desde el equipo de gobierno, pudiera estar resuelto el concurso y concretado el nombre de la empresa ganadora. El primer edil tranquilizó con respecto a esta situación de transición y posible cambio. “El servicio se está prestando de forma correcta y el Ayuntamiento es y seguirá siendo muy firme en esa exigencia”, afirmó con rotundidad ayer el regidor jeltzale al ahora de demandar el cumplimiento íntegro y en las mismas condiciones como sucede en la actualidad.
Una vez conocida la situación de tener que afrontar un concurso para el contrato más caro de la ciudad, los grupos de la oposición establecieron sus posiciones y criticaron la situación. Desde el propio equipo de gobierno, el PSE, socio de Urtaran, recordó su “histórica posición” orientada a que la nueva adjudicación “sea por el menor número de años posible y en ese tiempo se trabaje de cara a definir un modelo de gestión directa en el futuro. En el momento en el que se acabe este contrato, coincidiendo con el plazo de amortización previsto para la actual maquinaria, habrá una propuesta de gestión directa encima de la mesa que deberá ser más eficaz económicamente que la propuesta indirecta y tendrá que respetar los derechos de los trabajadores”, concretaron desde filas socialistas.
En esta misma línea de abogar por la gestión directa del servicio incidieron las formaciones de la izquierda municipal.
La portavoz de EH Bildu, Miren Larrion, recordó la existencia de un informe “elaborado por los propios técnicos municipales en el que se señala que es la manera más rentable económicamente y supone un ahorro de 3,3 millones de euros al año”, concretó. Fue más allá en sus críticas al considerar “obsceno” el propósito de Urtaran de “sacar un nuevo pliego de condiciones para FCC pueda ganar más dinero”, espetó con un notable enojo la portavoz abertzale de la formación.
Desde Podemos ahondaron en la “remunicipalización como propuesta que permite ahorrar costes, mejorar la calidad del servicio gracias al control directo por parte del Ayuntamiento y garantizar los puestos de trabajo. Es posible explorar vías para que las personas que ahora prestan el servicio sean incorporadas a la estructura municipal. Reclamamos al PNV que respete a su socio de gobierno, el PSE, y que al menos encargue el estudio antes de exprimir los bolsillos de la ciudadanía”, indicó su portavoz, Jorge Hinojal. Irabazi expresó, en palabras de Óscar Fernández, el “error mayúsculo de continuar con la gestión externa y no llevarla a cabo de un modo directo”, sentenció.
GRUPO DE RESIDUOS Desde el PP correspondió a Alfredo Iturricha solicitar la inminente convocatoria del denominado grupo de residuos y “tener información de primera mano del equipo de gobierno para explicar esta situación inédita”, indicó el popular. Recordó también el “periodo de incertidumbre” en el que se adentra Gasteiz, al abordar la extinción del “contrato más caro de la ciudad” y tener que desarrollar el concurso para adjudicar de nuevo la contrata de la limpieza