valle de ayala - La Agencia de Desarrollo Rural Zabaia de Ayala no ha dudado en sumarse a un grupo operativo liderado por Latxa Esnea, y en el que trabajan codo con codo las Asociaciones de Desarrollo Rural de los Tres Territorios de Euskadi -Landaola, Arabalanda y Bizkaimendi- junto a Ekolber y Neiker. De esta unión ha surgido un proyecto innovador para la valorización de la lana procedente de explotaciones de oveja latxa, a fin de buscar una alternativa no convencional a su uso conscientes de que la cooperación es la base para encontrar soluciones a las dificultades por las que atraviesa el sector.
Antaño, la lana de oveja tenía múltiples utilizaciones, desde el relleno de colchones hasta su conversión -mediante rueca- en madejas para la elaboración de jerseys y otras prendas de abrigo que con la aplicación de las nuevas tecnologías a los métodos de fabricación han caído prácticamente en el olvido. Ello ha ocasionado que una materia prima altamente demandada en el mercado de hace no demasiado tiempo, se haya convertido en un producto que, a día de hoy, apenas cuenta con demanda.
“Actualmente, la lana en bruto de las explotaciones de ovejas latxas representa un residuo de difícil gestión que únicamente genera gastos. Con la puesta en marcha de este proyecto se pretende dar una salida estable al volumen total de la lana de rebaños latxos, aprovechando la especificidad de esta lana que la hace única”, explica Lexuri Ugarte, de la ADR Zabaia.
Gracias a su contenido en queratina natural, y pudiendo tratarla sin disolventes, la lana latxa “permite obtener varios prototipos de cuerdas biodegradables y compostables para poder utilizarlas como tutores de plantas trepadoras de huertos e invernaderos”, asegura.
trabajo previo Con todo, antes de promover la producción de este prototipo de cuerdas será necesario llevar a cabo un intenso trabajo de gestión y diseño de abastecimiento de lana que satisfaga las necesidades de negocio, cuantitativas y cualitativas, “de forma que se asiente la base para organizar un trabajo en las propias explotaciones que, planificado y en condiciones justas, puedan suministrar adecuadamente la lana”, apunta.
Se trata, en definitiva, de un compromiso con el sector de ovino latxo en aras de mantener la sostenibilidad tanto ambiental como social que ya de por sí genera este sector, además de potenciar el aspecto económico para que ayude a rentabilizar la actividad a partir de la puesta en valor de uno de los productos generados en la explotación.
Así, no es de extrañar que el grupo operativo que integra este proyecto este liderado por Latxa Esnea. Una cooperativa de pastoras y pastores de rebaños latxos que, desde su nacimiento, ha mantenido la convicción de que a través del trabajo en equipo es posible potenciar los esfuerzos de cada miembro para lograr el objetivo común. “Así aporta la estructura que actúa como entidad tractora del sector, y así ha querido aunar a un equipo multidisciplinar idóneo para llevar adelante este proyecto”, subraya Ugarte.
los socios Por lo que respecta al resto de los miembros, Ekolber es una empresa dedicada al desarrollo de la tecnología necesaria para la fabricación de plástico biodegradable elaborado a partir de la lana y, en este sentido, es la encargada de fabricar los prototipos y medir sus propiedades. De forma paralela, Neiker, como centro tecnológico, se encargará de aportar el conocimiento científico sobre los posibles usos que pueden darse a la lana, el estudio de su implicación medio ambiental, y las pruebas necesarias que puedan validar los pasos a ir dando en el proyecto.
De igual forma, las federaciones de desarrollo rural Arabalanda, Landaola y Bizkaimendi, una por cada territorio, desarrollarán una labor de conexión más amplia con todo el sector y se ocuparán de la dinamización de productores y agentes locales para mostrar e identificar otras oportunidades de uso de las soluciones que surjan.
Este proyecto de valorización de la lana de explotaciones de ovino latxo se ha acogido, además, a las ayudas a la creación y funcionamiento de Grupos Operativos de la Asociación Europea de Innovación (AEI) en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas, estando financiado en un 80% por el Fondo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y el Gobierno Vasco, a través de las ayudas a la cooperación, previstas en el artículo 35 del Reglamento (UE) 1305/2013, de Parlamento Europeo y del Consejo.