VITORIA - El futuro del histórico palacio Álava-Esquível pasa por la adjudicación de la redacción del proyecto de reforma, aunque, como todo lo que concierne a este inmueble propiedad de la localidad marroquí de Tánger, “lejos de arreglarse, se está complicando un poco”, según indicó la responsable de Urbanismo, Itziar Gonzalo, en la correspondiente comisión de su área. Sabidas e históricas son las discrepancias sobre la dejadez de las labores de mantenimiento y conservación por parte de su propietario. Ante esta falta de actuaciones contundentes es el Ayuntamiento de Gasteiz el que afronta los parcheos necesarios para garantizar la seguridad de la media docena de inquilinos que resisten como residentes y después remite las facturas de gastos a las autoridades alauitas.

El deseo municipal de encauzar la inestable situación de habitabilidad del palacio con la redacción de un proyecto de reforma se ha visto salpicado por dificultades en el proceso de adjudicación ante la sucesión de bajas temerarias presentadas por los aspirantes. El concurso de redacción salió a licitación el pasado mes de septiembre, por un valor de 29.900 euros, mediante un denominado procedimiento negociado. En las bases se estipulaba la necesidad de aportar información sobre las posibles soluciones constructivas y una aproximación de lo que pudieran costar las actuaciones necesarias. Concurrieron a él cuatro empresas y una vez llevada a cabo la adjudicación, se comprobó que la oferta resultante presentó una “baja considerada temeraria, por la reducción en el precio final ofertado respecto al de licitación”, puntualizó ayer Gonzalo, a requerimiento de Irabazi, Podemos y EH Bildu. Como dicta este tipo de procesos se procedió a “recibir las alegaciones por parte de la empresa adjudicataria y se abrió un proceso negociador con el resto de licitadores” hasta concretar en una segunda adjudicación del encargo. La sorpresa en el Departamento de Urbanismo fue mayúscula al comprobar que este segundo proceso concluyó con una “adjudicación a una empresa que presentó una baja todavía mayor”, relató la responsable del área en la larga comisión de ayer al mediodía. La manera de proceder obliga a excluir este tipo de ofertas y el proceso “sigue en curso a la espera de volver a abordarlo de nuevo en la Mesa de Contratación de la semana que viene y tener su continuidad”, desgranó Gonzalo.

reproches de la oposición Este nuevo capítulo en la tortuosa historia de Álava-Esquível motivó las críticas de las tres formaciones que se interesaron por la situación actual del palacio. Los concejales de Irabazi, Óscar Fernández; Podemos, Juan Cerezuela, y EH Bildu, Félix González, remarcaron su “preocupación por la seguridad de las personas que continúan viviendo en su interior”, remarcaron en sus intervenciones. Tranquilizó a todos ellos Itziar Gonzalo al desvelar que, ante la aparición de cualquier síntoma de inseguridad, “si hay que actuar, se hará”.

No se libró de escuchar la edil jeltzale acusaciones de “ir por detrás de los acontecimientos en esta cuestión”, en palabras de Juan Cerezuela o de querer conocer la “situación exacta en la que se encuentra todo el proceso de cesión del palacio”, enfatizó desde el bando abertzale Félix González. Relató Gonzalo la serie de misivas y contactos que se han producido entre el Consistorio gasteiztarra y los diferentes consulados de Marruecos en Bilbao y Madrid. Tras recibir una primera comunicación de la corona alauita, a mediados de enero, en la que se anunciaba que la cesión del palacio “está ya en curso”, leyó Gonzalo, las gestiones del Ayuntamiento vitoriano se han enfocado a “aclarar la actual situación de propiedad”. Ante la falta de una interlocución directa con los dos consulados “por cuestiones de nuevos nombramientos”, la postura escogida por el ejecutivo de Gorka Urtaran ha sido la de “contactar directamente con Tánger para concretar la situación”, zanjó Gonzalo en una acalorada comparecencia sobre el tema.

A la espera de las decisiones del miércoles próximo en la Mesa de Contratación, el proyecto sigue acumulando más retraso. La intención inicial del Departamento de Urbanismo era la de haber superado esta fase el pasado mes de septiembre, pero los sucesivos contratiempos sitúan ya en seis meses de retraso el tiempo que se ha consumido, y todavía no se ha adjudicado de manera definitiva la redacción del proyecto de rehabilitación.

emakumeen etxea Los diferentes palacios medievales fueron protagonistas en la comisión de ayer al cuestionar desde Podemos sobre la situación del proyecto de Emakumeen Etxea y su posible ubicación en el inmueble de Etxanobe. Fue directo y sin rodeos el edil de la formación morada Juan Cerezuela al aludir si la decisión final se iba a limitar a “factores urbanísticos”. Encrespó esta cuestión a la responsable de Urbanismo, que esgrimió el “trabajo con el colectivo del grupo motor” del proyecto llevado a cabo a lo largo del año 2017, “tanto en el continente como en el contenido”, espetó Itziar Gonzalo. Remarcó principios como la “disponibilidad inmediata, accesibilidad y nivel de inversiones” requeridas en los edificios analizados, como cuestiones básicas sobre las que llevar a cabo la elección final. Dentro de estas premisas y “tras visitar varios lugares junto al colectivo y técnicos del departamento”, el palacio Etxanobe es el que cuenta con “disponibilidad de manera inmediata y responde a las necesidades” que requiere el proyecto de Emakumeen Etxea. Puede albergar a más de 250 personas en su interior, tiene espacios de diferentes tamaños para encuentros de privacidad, además de un “patio interior y dos salas de reuniones con capacidad de 90 y 50 personas”, ensalzó Gonzalo en el relato de las virtudes que tiene Etxanobe. Además, también en los últimos meses se han acometido diferentes obras para mejorar la accesibilidad y adaptar los espacios a personas con diversidad funcional.

edificación. A mediados del siglo XV se levantó el inmueble compuesto por un bloque rectangular de tres plantas. En 1865 se añadió una entreplanta en la fachada orientada a Herrería con sus singulares torreones.

herencia. En ese año el palacio pasó a manos de Tánger. El testamento de Juan Ignacio de Figueroa, herido en la guerra de África, que optó por pasar allí sus últimos años y levó toda su herencia a la ciudad del norte de África.