Vitoria - El gabinete Urtaran confirmó ayer, tras una pregunta de Podemos en la comisión de Espacio Público y Medio Ambiente, que las tumbas del cementerio de El Salvador se anegan cuando el cuaternario sube de nivel, “al igual que ocurre con las balsas de Salburua”, lo que hace que, en consecuencia, se inunden las fosas. Se trata de una problemática -precisó el edil de Espacio Público, Iñaki Prusilla-, que se conoce desde que acabó la construcción de El Salvador en 1973.
Según detalló el edil, en 2013, en la anterior legislatura se elaboró un estudio con cámaras al respecto que detectó esa misma situación y que proponía rehabilitar los actuales colectores y la renovación de los que estaban muy estropeados. En este sentido, este análisis establecía una inversión necesaria de 1.046.939,86 euros para evitar los problemas de agua. “Se está revisando para ver si esas cantidades se adaptan a la situación actual y, como no puede ser de otra manera, todas estas cuestiones serán compartidas con Amvisa, que será la que determine la acometida de las obras necesarias porque esto forma parte del ciclo integral del agua”, destacó Prusilla, para quien no serán obras sencillas de ejecutar debido a la elevada cuantía de la intervención.
ríos del sur En el transcurso de la comisión, el grupo municipal de EH Bildu también quiso saber si el proyecto previsto para evitar inundaciones en los ríos del sur de Vitoria, que, entre otras cosas, contempla el cierre del Anillo Verde, sigue su curso, después de que el consejero de Medio Ambiente, a preguntas de Elkarrekin Podemos en el Parlamento Vasco, contestase que su plazo de actuación era el horizonte 2021/2027, “lo que no concuerda con el plazo pactado en 2020”. Prusilla recalcó que “el Ayuntamiento sí que maneja el plazo de 2020”. Concretó que hay dos fases para las graveras de Lasarte. La primera es la balsa de laminación y canal de evacuación, de la que se acaba de contratar la modificación del PGOU, “para que el canal de evacuación vaya por terrenos municipales y así evitar expropiarlos”. En dos o tres semanas se espera que esté lista para su aprobación en la Junta de Gobierno Local.
La segunda fase es la elaboración de un Plan Director para acceder a las ayudas europeas, para lo que se ha creado un grupo de trabajo con estamentos como el CEA, Amvisa, URA, Tecnalia y BC3. - A.S.