Vitoria - No va más. El pulso que han mantenido durante cuatro meses los agentes de la Policía Local y el Ayuntamiento de Vitoria debe resolverse hoy. Los policías acudirán a lo largo de la jornada de hoy al centro cívico Arriaga y allí depositarán su voto. Tienen que decidir si aceptan la oferta definitiva del Ayuntamiento y desconvocan la huelga de celo iniciada en noviembre o si se mantienen en su posición y reclaman una subida salarial mucho mayor que la que les plantea el gobierno municipal. Frente a un incremento medio, a través de un plus de productividad de 600 euros anuales y de diversos complementos, de unos 1.080 euros por agente y año -un 1,5% de subida-, la última demanda del comité, liderada por el sindicato Sipla, planteaba un aumento de 300 euros mensuales y de pluses mucho más sustanciosos, lo que venía a elevar las nóminas un 14% por encima de las actuales.

Esta no es la primera vez que los agentes votan una propuesta municipal dentro de la actual crisis. El pasado 29 de diciembre, el Ayuntamiento mostraba su satisfacción por lo que consideraba el principio del fin del conflicto. Había puesto sobre la mesa una oferta que, entendía, satisfacía todas las demandas de los sindicatos en materia de conciliación y de incremento de efectivos, las razones que habían prendido la mecha de la huelga de celo. Sin embargo, los agentes rechazaron con casi un 70% de sus papeletas este ofrecimiento. El conflicto cobraba un cariz netamente económico y el sindicato Sipla pasaba a encabezar el descontento de la plantilla reclamando un complemento mensual de 300 euros para todos los agentes, además de otros pluses para aquellas jornadas festivas en las que los agentes se ven obligados a trabajar.

La reacción del alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, quien a pesar de no haber participado personalmente en las mesas de negociación ha valorado la marcha de las mismas en repetidas ocasiones, no se hizo esperar. Lanzó un órdago en forma de ultimátum con fecha de caducidad para el pasado miércoles, pero que dadas las actuales circunstancias se ha visto postergado al lunes. Si el resultado de la votación es adverso a las aspiraciones municipales, el primer edil ha garantizado que activará una batería de medidas “contundentes” encaminadas a anular el impacto de la huelga de celo. Decisiones “previstas y detalladas” en palabras del propio Urtaran, en principio relacionadas con los expedientes informativos iniciados contra cinco agentes, pero que por el momento permanecen en el cajón del por si acaso a la espera de mayores explicaciones.

compensaciones La propuesta definitiva del Consistorio, al no poder ir más allá del tope económico que marca la ley, ofrece otras compensaciones a los policías municipales. Contempla la ampliación de efectivos con el objetivo de completar la actual Relación de Puestos de Trabajo, RPT, a través de varias OPE consecutivas, así como la modificación de la plantilla presupuestaria para crear 15 puestos de agente de la escala básica que permita impulsar una nueva OPE de 23 plazas en el primer trimestre de 2018.

También se plantea una nueva organización de la Policía Local de Vitoria a través de un proceso de 14 meses de duración en el que se acometerán “procesos de mejora organizativa en la estructura y funcionamiento”. Cambios que serán impulsados por el Departamento de Seguridad y la Jefatura policial, con la participación de las organizaciones sindicales, singularmente en lo relativo a las condiciones laborales de los agentes.

Los procesos de mejora organizativa incluirán un nuevo proceso de provisión de destinos, legal y transparente; un nuevo reglamento de refuerzos dotado de una bolsa con personal voluntario y según un orden inicial que obedezca a la antigüedad profesional, con apoyos de entre 4 y 8 horas y con voluntad de rotación.

nuevo calendario Otro de los puntos fuertes es la negociación de todos los calendarios y el establecimiento, por parte de la Jefatura, de unos criterios compartidos sobre los servicios mínimos de trabajo. Además, se convocaría la mesa de ausencias y se aplicaría la evaluación de riesgos de los agentes, sin olvidar el factor psico-social.

De forma paralela, se impulsaría un reglamento de segunda actividad y el Departamento de Función Pública llevaría a cabo una valoración de puestos de trabajo.

El complemento de productividad temporal hasta que se cubra la RPT ascendería a los ya mencionados 600 euros anuales para todos los agentes. Únicamente cobrarían menos de esa cantidad aquellos policías que no pudieran acreditar su presencia efectiva durante todas sus jornadas de trabajo. En caso de no haber estado en servicio activo en la totalidad del ejercicio, la paga será proporcional al tiempo de permanencia en servicio activo. Los permisos, como las bajas, se considerarán presencia efectiva.

De cara a allanar el camino de la conciliación entre la vida laboral y familiar, se considera que la imposibilidad de disfrutar en determinados días por razones de servicio implica una penosidad. En consecuencia, se propone que los días en rojo vayan acompañados de un complemento de productividad de 90 euros.

El resto de los días del año: se permitirá libremente el disfrute de los días por antigüedad y por asuntos propios salvando las necesidades de servicio. En cualquier caso, siempre se autorizará la libranza de 5 agentes en las secciones diurnas, 2 agente en las unidades nocturnas y 2 agente en los destinos de especialización.