La Fiscalía de Álava pide 5 años y 9 meses de cárcel para un hombre que golpeó, insultó y amenazó a su mujer durante 35 años, desde el inicio de la relación en 1981 hasta 2016. Las agresiones comenzaron en la luna de miel y sólo se detuvieron en las dos ocasiones en las que el matrimonio interrumpió la convivencia: durante siete meses cuando nació su hijo y durante un año en 2013, cuando él fue condenado por malos tratos.

Tras aquella sentencia -40 días de trabajos en beneficio de la comunidad y la prohibición de acercarse a ella durante 8 meses- la pareja retomó la relación en 2014 hasta su ruptura definitiva en diciembre de 2016, cuando ella presentó la denuncia que ha motivado el actual juicio.

Según la Fiscalía, en estos 35 años el hombre le dio puñetazos por todo el cuerpo, la golpeó con objetos, como un palo y una jarra, y le dio fuertes empujones y zarandeos. Las agresiones, cometidas con frecuencia delante de sus hijos, incluso cuando eran menores, le ocasionaron hematomas, contusiones y erosiones, aunque “en general no precisó atención médica” y cuando sí la necesitó no reveló el origen real de las lesiones.

Tras la sentencia de 2013 no se produjeron más malos tratos físicos pero sí psicológicos, como “gritos, desprecios, insultos y menosprecios, con expresiones como puta, zorra, has estado con otros hombres; hija de puta, cabrona, tonta, idiota, inútil; no sabes hacer nada, no vales para nada, ni para limpiar la casa’”.

También eran constantes las “críticas, exigencias, reproches, cuestionamientos, culpabilizaciones, amenazas de muerte o daño para ella y para sus hijos, diciéndole que si se separaba y pedía una pensión compensatoria la mataría”. “A veces decía que mataría también a la hija”, asegura el fiscal, que sostiene que las amenazas se producían a veces ante la nieta de 4 años.

En diciembre de 2016, durante una discusión, el acusado “se puso más y más violento, empezó a golpear objetos y enseres” y llegó a “levantar el brazo con el puño cerrado haciendo ademán de agredirla”. La hija intervino y logró apartar e inmovilizar a su padre hasta que llegó la Policía Local. Desde ese momento y como medida cautelar el hombre no puede acercarse a la mujer y además se le han retirado una pistola inutilizada, otra de imitación, dos navajas y un machete.

A consecuencia del maltrato, la mujer se siente anulada y sin autoestima. Atraviesa fases depresivas “con ideación suicida”. El fiscal reconoce que los malos tratos están relacionados con el consumo “habitual y excesivo” de drogas, como cannabis y cocaína. Señala no obstante que tenía sus facultades “conservadas en grado suficiente como para entender y querer sus actos”. - Efe

años. La acusación pide dos años y medio de cárcel por un delito de violencia de género, un año por otro de amenazas, y dos años y tres meses por uno de lesiones psíquicas.