El cultivo de la solidaridad también tiene un gran peso en Rioja Alavesa. Si en los últimos meses se han desarrollado iniciativas de cooperación, como la asistencia a los campamentos de refugiados en la isla griega de Chios, el transporte de ropa a Serbia, las vacaciones en paz para niños del Sáhara y las estancias de menores rusos procedentes de la zona de Chernobil, ahora es otra joven de Lapuebla de Labarca la que deja su trabajo en el restaurante familiar Zubia durante unas semanas para marchar a África como cooperante. Y como en todos los casos, pagando todos los gastos de su bolsillo, porque -dice- “la solidaridad es un compromiso personal”.

Ana Baz Moreno cuenta que llevaba mucho tiempo con ganas de irse de voluntaria, pero lo iba retrasando por trabajo, estudios, cuestiones personales y, ahora, “se me ha cruzado el cable, he comenzado a buscar en Internet y me he dado cuenta de lo complicado que resulta”, asiente. Explica que hay organizaciones que te cobran “un pastón”. Por esa razón “busqué, me metí en foros, hablé con mucha gente que había ido como cooperante y me decidí por una asociación que se llama Voluntarios en el mundo, que me cobraba una cantidad que me parecía justa para la labor que voy a realizar y el tiempo que voy a estar, y me decidí por África, concretamente por Nairobi, en Kenia, en la zona de Kibera”.

Reconoce que tenía muchas ganas de ir a África y “tras ponerme en contacto con esa asociación a través de la página web me llamó una chica por teléfono para preguntarme qué sabía hacer, qué me podía gustar y dónde mejor encajaba era en un orfanato de niños pequeños, además a mí me encantan los niños pequeños, aunque me frenó un poco el inglés porque me expreso bien en ese idioma, pero cuando me contestan tengo algunas dificultades. ¡Y eso que he estado en Londres, en Islandia y en otros países, y me he entendido perfectamente bien con la gente!”, exclama.

Tras ponerse de acuerdo ya ha pasado por el procedimiento de vacunas: “me han puesto seis, una de ellas ingerida y el resto pinchadas. Ninguna es obligatoria, pero todas son recomendables”, señala esta joven de Lapuebla. También se tuvo que buscar el vuelo para llegar a Kenia, uno en el que el coste es menor por la época en la que va a ir. Curiosamente, esta misma semana miró en la página de la compañía aérea Alitalia, donde había adquirido el billete y habían cancelado el vuelo por falta de pasajeros y tuvo que reservar en otra compañía de nuevo.