VITORIA - Los recorridos por rincones tan habituales como la Plaza Nueva, Virgen Blanca, el Machete o Los Arquillos pueden dejar de ser, a partir de este fin de semana, meras rutinas en el tránsito de un destino a otro de los ciudadanos con las visitas guiadas, organizadas por el Ayuntamiento, para conmemorar el segundo centenario de la desaparición de su creador, Justo Antonio de Olaguíbel, y también “disfrutar más del gran legado que nos dejó y que puso los pilares a la expansión más allá de las murallas”, explicó Jesús Ricarte, el experto que va a guiar y detallar los recorridos. Las visitas arrancan este sábado y domingo, con tres horarios diferentes, siendo el de mediodía una visita personalizada, de dos doras de duración, con la participación del actor Juanjo Monago, encarnando al ilustre arquitecto al que honra Gasteiz.
El itinerario que se ha diseñado se explicó y desgranó ayer, antes de encarar el fin de semana el estreno con público. A lo largo de un ameno paseo, de poco más de una hora, la visita más sencilla traslada a los participantes a una Vitoria del año 1765, con poco más de 7.000 habitantes, y constreñida a unas murallas que delimitan su expansión. Junto a la actual escultura de La Mirada arranca el recorrido, en lo que hace más de dos siglos fue la puerta de Santa Clara. En ese entorno se ubicaba también el Fondón del Mercado, que era la habitual feria que reunía a productores y compradores en busca de hacerse con todo tipo de viandas. “Aquella Vitoria era una ciudad difícil y fría que buscaba poder dar el salto desde lo alto de una colina que la limitaba y con 22 metros de desnivel” hacia lo que ahora es la Virgen Blanca y la Plaza Nueva”, desgrana el experto. A partir de ese punto, se avanza por Siervas de Jesús, sobre el cauce del río Zapardiel. Antes de alcanzar el cantón de Anorbin, se realiza una parada en el “único tramo real de la muralla del siglo XVIII que se conserva en la parte de la fachada de la iglesia de San Pedro, orientada a Siervas de Jesús”, descubre el guía. Desde ese punto se asciende por las rampas mecánicas para iniciar junto a Montehermoso y Villa Suso el descenso “por los cinco niveles de Olaguíbel y comprobar sobre el terreno las soluciones que ideó y diseñó”, remarca.
Desde la barandilla que se asoma a la plaza del Machete se contempla la parte trasera del tramo de Los Arquillos sobre Mateo Moraza, “ejecutados con un altura más de las que inicialmente los diseñó Olaguíbel” y para obtener financiación con la que llevar adelante la obra. A partir de ese punto se llega a contemplar las dos obras de un “neoclásico puro como son un espacio único de una calle porticada, orientada al sur, protegida de los fríos vientos del norte y para el disfrute de todos los vitorianos y la Plaza Nueva”, detalla.
Ya desde el centro de los 220 pies castellanos que la articulan como un cuadrado perfecto “enmarcado entre las dos torres de San Miguel y San Vicente se disfruta la coordinación de espacios horizontales y verticales. Hay pocas plazas en Europa que tengan esta calidad y belleza. Deberíamos disfrutarlo mucho más”.
Estreno el fin de semana. Los recorridos arrancaron tres pases el sábado y domingo, en horario de mañana y tarde. A las 11.00 y 17.00 horas serán de una hora de duración y 6 euros de precio.. Para el mediodía de ambas jornadas, la visita será teatralizada con la participación de Olaguíbel, encarnado por el actor Juanjo Monago. Durante dos horas se llegará incluso a ver unas cuevas de piedra en Mateo Moraza. El precio será de 10 euros y las reservas se pueden hacer en el 945 161 598.