VITORIA - La presencia del Bus Eléctrico Inteligente (BEI) por las calles va a introducir en el tráfico un nuevo elemento que se moverá a una velocidad media de 18 kilómetros por hora. Éste fue uno de los datos desvelados durante la presentación del proyecto en el elkargune de Movilidad del pasado mes de diciembre, que sirvió también para ofrecer detalles de la nueva revolución que se avecina en el transporte de Gasteiz. Tras realizar la explicación y desgranar los detalles de su implantación, diferentes participantes de las 54 personas que acudieron a esa cita pudieron transmitir sus dudas a representantes del equipo de gobierno y al director de Infraestructuras del Gobierno Vasco. Ese dato de la velocidad media fue una de las primeras preguntas que se pusieron sobre la mesa, junto a los motivos que han llevado a elegir una red de transporte eléctrica frente a la primera opción de un Bus de Tránsito Rápido (BRT). Precisaron en la respuesta que los futuros vehículos “no se tratan de un BRT, sino de un BEI, el cual no necesita para su puesta en marcha de una transformación urbana importante. Este tipo de transporte de gran capacidad y con carril exclusivo permite mejorar el servicio y hacer el transporte público más atractivo. La velocidad media de estos vehículos será de 17-18 kilómetros por hora”, puntualizaron en su respuesta, y según consta en el acta del elkargune al que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

mínima transformación Las obras para dar cabida a estos nuevos vehículos, que van a sustituir a los autobuses de la actual línea Periférica de Tuvisa, “durarán 12 meses y se quiere que comiencen durante el verano de este año”, según apuntaron. Se trata de un proyecto, valorado en 42,8 millones de euros, que no necesita “encaje urbanístico y tampoco se van a realizar trayectos alternativos. “Por tanto, no va a haber ningún plazo para presentar alegaciones , aunque cuando se presente el proyecto se publicará en la web municipal y se expondrá, siendo posible realizar aportaciones que puedan incidir en algún tipo de modificación”, zanjaron los técnicos al ser cuestionados.

Dentro de esa mínima transformación habrá afecciones importantes como las 920 plazas de estacionamiento que van a desaparecer. En las zonas donde haya un “balance negativo” de plazas, lo que se quiere hacer es “plantear alternativas donde se pierden y desarrollarlas, de forma simultánea, una vez que se inicie el proyecto”, relataron.

Unido al proyecto del BEI, en la comisión de Espacio Público de ayer, desde EH Bildu se volvió a esgrimir la posibilidad de soterrar el tráfico por América Latina, aprovechando los trabajos de acondicionamiento de la ciudad. “El soterramiento proyectaría la implantación del BEI a un plazo muy largo”, sentenció el responsable del área, Iñaki Prusilla. La portavoz abertzale, Miren Larrion, expresó su “sorpresa” por la respuesta del integrante del equipo de gobierno al recordar que su propuesta “no plantea ningún retraso, sino que supone implementar las dos obras para que no hacer dos veces los trabajos”, remarcó. Aludió Larrion su punto de vista sobre un proyecto “muy bueno” y su propósito de “hacer que sea excelente con cuestiones como el soterramiento en América Latina o en el sur”. Tuvo la respuesta de Prusilla que la conminó a “demostrarlo y arrimar el hombro en todas las cuestiones”.