amurrioa - Las principales novedades de los mercados baserritarras y artesanos que ha estado acogiendo en los últimos meses el municipio de Amurrio, dentro de su ya conocida tradicional agenda, han tenido un denominador común: los puestos de jóvenes que han apostado por antiguos oficios para hacerse un hueco en el difícil mundo laboral.

Un ejemplo se encuentra en el llamativo stand de lámparas de calabaza que se pudo encontrar el público en el mercado de San Antón, del pasado mes de enero, regentado por su propio creador, Iñaki García. Un joven que, según explicó a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, cultiva estas frutas hortícolas “en Amurrio, luego las dejo secar cinco meses y, tras ello, te permite tallarlas como la madera. Es un proceso que dura un año, todo a mano, hasta las bases, y haciendo hincapié en una iluminación ambiental. Si te fijas, los dibujos se reflejan en la pared”, señaló García, que lleva ahora un año con su taller en la plaza Boriñaur, “aunque trabajando con este material, más de cinco”.

Con todo, la idea de crear lámparas artesanales, decorativas y rústicas, así como portavelas y tiestos, a partir de materiales naturales y cultivados de forma ecológica, no es del todo suya. “Hace años estuve de viaje en Estambul y este viaje cambió mi vida. Me perdí en un gran bazar y descubrí unas lámparas a mano hechas con calabaza que me cautivaron. Y desde ese momento decidí enfocar mi carrera profesional como artesano en crear diseños exclusivos de lámparas de calabaza”, relata. En el mercado baserritarra de las últimas fiestas patronales de agosto también nos encontramos con Mikel Latorre, que se estrenaba en la cita con su nueva cerveza artesana Aiaragardo Apa!.

De hecho, tuvo un gran éxito y no daba abasto sirviendo zuritos y cañas, mientras explicaba que “llevo en esto poco más de un año y comercializando el producto tan solo tres meses, aunque lo de catar cervezas me viene de más atrás”, confesó. La flor de lúpulo que da el toque de amargor a su creación “la cultivo en mi huerta, pero me veo obligado a importar de Inglaterra la cebada malteada porque aquí aún no tenemos mucha cultura cervecera ni proveedores”.

Otra joven que, aunque no se suministra de huerto alguno, sí ha comenzado a ser una cara conocida en las ferias artesanas de esta villa ayalesa, recurriendo una vez más a un viejo oficio: el de costurera -en su caso, adaptado a los nuevos tiempos- es Itziar Nieto del comercio local Zeuk Egin (hazlo tú mismo). No en vano, lleva dos citas consecutivas (la del mercado navideño y la del de San Antón) trasladando al recinto ferial una curiosa máquina de bordados que se diseñaban previamente por ordenador. “Está siendo un no parar, porque quien más o quien menos me esta encargando plasmar el nombre de sus nietos o hijos en pañuelos, txapelas o toallas, acompañados de un lauburu. Acercarla a las ferias está siendo un exitazo”, sentencia.