vitoria - La Audiencia Provincial de Álava ha condenado a tres años de cárcel a un hombre por abusar sexualmente de la hija de su pareja cuando tenía 8 años. La Fiscalía había pedido 12 años de prisión para el acusado y su defensa solicitaba la absolución. Durante el juicio celebrado en enero, el acusado negó los hechos, a pesar de que durante la vista se confirmó la presencia de restos de su semen en el interior de la vagina de la menor. Ahora, la Audiencia considera probado el abuso sexual, pero rebaja la pena inicialmente solicitada por la Fiscalía al estimar que no se ha probado la penetración, ya que, aunque se localizaron restos de semen en la vagina de la niña, se hallaron en la parte más externa, y en la exploración que se le hizo en el hospital no se detectó lesión vaginal.
El acusado vivía en abril de 2016 en Agurain junto a la que era entonces su pareja, las tres hijas menores de ésta, entre ellas la víctima, y un tío. La tarde del 4 de abril, el hombre se encontraba solo con las tres niñas, algo que aprovechó para llevarse a una de ellas a uno de los dormitorios donde la tumbó boca a arriba. Una vez descubiertas sus zonas genitales, con el objetivo de satisfacer “sus deseos libidinosos”, se colocó encima de ella, le tocó la zona genital con las manos e incluso rozó con su pene la vagina de ella hasta llegar a eyacular, “sin que quede acreditado” que el procesado la penetrara, reza la sentencia.
La sala reconoce que durante la vista, en el visionado de la declaración de la niña, ésta negó los hechos e incluso llegó a decir que se los inventó. El tribunal recuerda la dificultad probatoria que existe en los delitos contra la libertad sexual de los menores y la necesidad de ser “especialmente sensibles y cautos” a la hora de valorar su testimonio.
En este sentido, la sala indica que durante la declaración de la menor se observó cierto “bloqueo o hermetismo” a la hora de entablar comunicación con la psicóloga. - Efe