amurrio - El paso de gigante dado desde que los txakolis vascos no pasaban de agrio trago de taberna a la indiscutible calidad de los vinos blancos modernos que han llegado a ser hoy en día, es cada año más notorio. De hecho, el pasado sábado, nada menos que la prestigiosa revista de vinos británica Decanter -fundada en 1975 y organizadora desde 2004 del certamen enológico más grande y prestigioso del mundo, Decanter World Wine Awards- les dedicó todo un artículo en el que, además, salía más que bien parada la Denominación de Origen alavesa Arabako Txakolina. De hecho, entre un total de 18 txakolis analizados, precisamente, dos alaveses (Malkoa 2015, de la bodega Astobiza de Okondo y Uno 2015, de la txakolinería Goianea de Amurrio) son los que mayor puntuación reciben en la cata realizada con motivo del citado reportaje que repasa los txakolis y la gastronomía vasca.
El artículo está firmado por Sarah Jane Evans el día 3 de febrero de 2018 y reconoce que “son vinos que hay que conocer y probar en 2018”. Además, indica que “Arabako Txakolina, siendo la Denominación de Origen más pequeña, es la que mejores puntuaciones obtiene”. Un aspecto que redunda en el cada vez mayor conocimiento que de estos vinos se tiene, “gracias a la seria apuesta por el desarrollo de la calidad del vino que están elaborando nuestras bodegas”, subraya el gerente de Arabako Txakolina, Joxean Merino, notoriamente “contento” por lo recogido en la publicación inglesa.
No en vano, los citados caldos no han sido los únicos txakolis alaveses nombrados en el artículo. El Atlantis, de Beldio Txakolina, en Llodio, también se encuentra bien valorado en la citada lista, con lo que, finalmente, son tres los txakolis alaveses que figuran en el Top 15 de la cata realizada por Decanter.
Txakoli de Álava-Arabako Txakolina “somos la Denominación de Origen más pequeña no sólo de las que protegen el txakoli, sino también de entre todas las denominaciones de España”, recuerda Merino.
De hecho, sólo cuenta con 92 hectáreas en producción y elabora alrededor de 500.000 botellas anuales. Una media que se ha visto seriamente mermada esta cosecha, tras una vendimia 2017 especialmente difícil, fruto de las terribles heladas sufridas en marzo y abril, y que ha supuesto una caída del 43% para la producción que se va a comercializar a lo largo de este año.
Así, no es de extrañar que cualquier reconocimiento que llegue, y más si es en torno a calidad, sea más que bien recibido. En el caso del Malkoa 2015 no es la primera vez, en las escasas semanas transcurridas de este 2018 que recibe una reseña periodística. De hecho, el pasado 5 de enero, ya El País (en un artículo firmado por Carlos Delgado) le describía como “un fresco txakoli de parcela, elaborado con una selección de las cepas más viejas de hondarrabi zuri que rodean la bodega, cuyo caserío data del siglo XVIII, 10 hectáreas ubicadas en el precioso Valle de Ayala a 300 metros sobre el nivel del mar”.
Edición limitada Sobre este vino cabe señalar, además, que es de edición limitada, ya que para su elaboración han utilizado un depósito de hormigón con forma de huevo gigante, donde ha permanecido veinte meses con sus lías, mecido por las corrientes internas generadas por las oscilaciones térmicas, para luego darle un imprescindible reposo en botella y lograr con ello que su aroma afrutado se llene de matices.