vitoria - Al cierre de 2017 y una vez analizadas todas las estadísticas delictivas, la Ertzaintza constata un incremento medio de la delincuencia del 0,78% en Euskadi. Al colocar la lupa sobre el mapa, el territorio en el que más aumenta la criminalidad es Álava, con un crecimiento del 1,7%. Le siguen Gipuzkoa, que aumenta un 0,52% y Bizkaia, con un 0,49% más que el año pasado.
Pese a todo, los responsables del Departamento vasco de Seguridad subrayan la situación de estabilidad que vive Euskadi, ya que la citada elevación porcentual se traduce en que las infracciones penales pasaron de 81.335 en 2016 a 81.971 en 2017. La tasa delictiva resultante en la CAV pasó de 37,15 a 37,36 infracciones por cada 1.000 habitantes, por lo que la consejera de Seguridad del Gobierno Vasco, Estefanía Beltrán de Heredia declaró ayer mismo que no se puede hablar de “oleadas de delitos” sino de “hechos extraordinarios” en referencia a los últimos crímenes protagonizados por grupos de jóvenes en el área metropolitana de Bilbao.
Con el foco centrado en Álava, entre enero y diciembre de 2017 la Ertzaintza practicó dos detenciones por homicidio consumado y una por asesinato en grado de tentativa, aunque inició cinco investigaciones por este último motivo. Los arrestos vinculados a lesiones se dispararon, pasando de 74 a 673, al igual que los relacionados con los delitos de tortura y contra la integridad de las personas, que se elevaron de 111 en 2016 a 514 en el año pasado.
Los delitos contra la libertad sexual provocaron 19 arrestos hace dos años, aunque en 2017 esta cifra aumentó hasta llegar a las 42 detenciones. Las investigaciones por agresión sexual de la Ertzaintza en Álava pasaron de 4 a 11 y el resto de infracciones relacionadas con este ámbito delictivo, de 19 a 53.
Curiosamente, las detenciones por actos contra el patrimonio y el orden socioeconómico también aumentaron espectacularmente, pasando de 149 a 1.451. No así las investigaciones abiertas por estas mismas causas, que descendieron de 1.302 a 1.027. El territorio también registró un aumento de los arrestos por tráfico de drogas -de 22 a 45-, y por conducir bajo la influencia de alcohol o estupefacientes -de 25 a 113-.
De vuelta a la panorámica delictiva de Euskadi, el Departamento de Seguridad subraya que las infracciones que la Unión Europea considera “estratégicas” de cara a la evolución de la seguridad por ser las de más gravedad y que, por tanto, generan mayor alarma social, descendieron de manera uniforme. Los homicidios cayeron de 6 a 4 y todos ellos fueron esclarecidos, los robos con fuerza en viviendas descendieron de 4.110 a 4.056, los atracos con violencia o intimidación de 1.967 a 1.757 y las sustracciones de vehículos a motor de 958 a 860. Únicamente los delitos relacionados con el tráfico de drogas se incrementaron ligeramente, de 276 a 281.
Las infracciones contra la libertad sexual se incrementaron de forma preocupante, pasando de 357 a 453, lo cual constituye un aumento del 26,89%. En este caso, los responsables de la Ertzaintza precisan que dos tercios de los mismos se corresponden con denuncias por tocamientos, exhibicionismo o provocación sexual.
Los hechos contra el patrimonio, que representan tres de cada cuatro infracciones investigadas, descendieron de 61.790 a 61.593, caída que fue general en todos sus capítulos: hurtos (-3,95%), robos con fuerza (-4,82%), en viviendas (-1,31%), atracos (-10,68%) y robo de vehículos (-10,23%). Sólo las estafas, especialmente a través de Internet, mantienen la tendencia ascendente de los últimos años (+18,38%).
robos en pueblos Los portavoces del PP de Álava lamentaron ayer que el territorio sea el que haya registrado un mayor incremento delictivo y señalaron que en las últimas semanas han recibido varias alertas de residentes en la zona rural que aseguran padecer “una oleada de robos en sus propiedades”. La responsable del grupo juntero, Ana Morales, aseguró estar “muy preocupada por los continuos avisos de vecinos de varias comarcas alavesas ante el auge de robos con resultado, incluso en algún caso, de maltrato animal al propinar una paliza a perros que vigilaban la propiedad”. Por ello, reclamará a los encargados de seguridad de Gobierno Vasco y de la Diputación que ofrezcan la información necesaria para “garantizar la tranquilidad y el bienestar de los alaveses que viven en la zona rural” del territorio.
Por su parte, la máxima responsable de Seguridad del Ejecutivo autonómico, Estefanía Beltrán de Heredia, recalcó ayer que Euskadi es una comunidad “razonablemente segura” en la que no existen bandas criminales organizadas. Recordó que la tasa de criminalidad de la CAV está por debajo de la media de la Unión Europea y señaló que puede haber grupos de jóvenes que coinciden en espacios y que, a veces, delinquen de forma conjunta.
Criminalidad. Las infracciones penales, una vez analizados los datos de 2017, aumentaron en Álava de 11.554 a 11.839 (+1,70%), en Bizkaia de 48.213 a 48.451 (+0,49%) y en Gipuzkoa de 21.568 a 21.681 (+0,52%).
Estabilidad. En cuanto a la CAV, las estadísticas revelan estabilidad. La tasa delictiva media fue, en 2016, de 37,15 infracciones por cada mil habitantes, mientras que en 2017 fue de 37,36.
Agresiones sexuales. Los delitos contra la libertad sexual cometidos en Álava dieron lugar, en 2017, a 42 detenciones por parte de la Ertzaintza, 23 más que el año anterior. En Euskadi, las infracciones penales por este motivo aumentaron un 26,89%.
Robos. En 2017, la Ertzaintza llevó a cabo 1.451 arrestos en Álava relacionados con delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico, lo que supone casi multiplicar por 10 las de 2016. Curiosamente, las investigaciones iniciadas por estas causas descendieron de 1.302 a 1.027.
Unión Europea. Al analizar los datos en su conjunto, el Departamento vasco de Seguridad señala que las infracciones que la Unión Europea considera estratégicas, por ser las que revisten mayor gravedad, descendieron de forma uniforme en la CAV.
La portavoz del grupo juntero del PP en Álava denuncia una “oleada” de robos en propiedades del medio rural y pide explicaciones.
3,5%
Las personas puestas a disposición judicial por la Ertzaintza por su presunta implicación en las infracciones pasaron de 26.029 en 2016 a 26.995 en 2017, un incremento del 3,58%.