vitoria - El debate en torno a la situación actual y los retos de futuro de la Educación vasca regresó ayer al Parlamento de Gasteiz, aunque en un ambiente y con unos actores muy diferentes a lo que suele ser habitual. En esta ocasión, los escaños de la Cámara autonómica fueron ocupados por el alumnado, el profesorado y las familias de cinco pueblos vascos, tres de ellos alaveses, protagonistas de excepción de sus respectivas comunidades educativas y, por tanto, quienes mejor conocen sus carencias y márgenes de mejora.

Fueron los encargados de poner sobre la mesa una larga batería de propuestas y compromisos para enriquecer un sector tan elemental en cualquier sociedad y que, en lo que respecta a Euskadi, ha sido escenario de tensiones recurrentes, como bien demuestra el calendario de movilizaciones que ya hay sobre la mesa de cara a este 2018. La iniciativa se enmarcó en el proyecto Mejorar la Educación: saber, dialogar y compartir, que está impulsado por el Consejo Escolar de Euskadi y la asociación de municipios Eudel. Una experiencia piloto en la que han tomado parte los municipios de Laguardia, Oion y Labastida, junto al vizcaíno de Santurtzi y el guipuzcoano de Urnieta, y que transcurre por una vía paralela al proceso iniciado por el Gobierno Vasco para lograr un pacto educativo.

Tras un concienzudo trabajo que se ha extendido desde el inicio del curso escolar, estudiantes, docentes y ampas de una veintena de centros acudieron al Parlamento con los deberes bien hechos, convertidos en apuestas concretas para hacer de la Educación vasca un ámbito mucho mejor para la inmensa familia que la integra. La cita arrancó minutos antes del mediodía, cuando la presidenta de la Cámara, la jeltzale Bakartxo Tejería, y los miembros de la Mesa, Eva Blanco (EH Bildu), Txarli Prieto (PSE), Iñigo Iturrate (PNV) y Cristina Macazaga (Podemos), recibieron a los representantes de las comunidades educativas y llevaron a cabo el simbólico traspaso de poderes.propuestas y compromisos Tomaron la palabra en primera instancia los representantes del profesorado, que entre otras cosas reclamaron medios tecnológicos adecuados e infraestructuras suficientes para poder desarrollar los nuevos métodos de enseñanza, mayores facilidades para la formación continua o una relación más estrecha con las propias familias. Padres y madres que pidieron, entre otras muchas cosas, que se fomenten metodologías más participativas e inclusivas para los alumnos, que se dote de mayores recursos económicos a las escuelas, una mayor sensibilidad de los docentes hacia el bullying o que se potencien otras competencias a veces olvidadas como la lectura. “El alumnado tiene que ser el centro de la Educación”, sintetizó Pilar, representante de las ampas de las escuelas de Rioja Alavesa. Entre otras cosas, esta madre también solicitó la “implicación” del profesorado en su labor docente, para lo cual necesita de “unas buenas condiciones laborales”, y que se permita una “participación real” de las familias en todo el proceso, quienes también se involucrarán en la educación de sus hijas e hijos.

Las propuestas de los jóvenes alumnos fueron, sin embargo, las que capitalizaron gran parte de la singular sesión, ya que fueron hasta 15 -cinco por territorio- las y los que subieron a la tribuna de oradores del Parlamento. Abrió la veda la joven Yaiza López, del CEIP Víctor Tapia de Laguardia, “un colegio pequeño” -en sus palabras- que acoge a 160 alumnos y que cuenta con “un nivel aceptable”, pero que “sería mejor” con una serie de mejoras. Enumeró Yaiza, por ejemplo, la necesidad de establecer el horario continuo en el centro para que su joven alumnado tenga “más tiempo” para estudiar, jugar e incluso irse a dormir antes por la noche, una exigencia por cierto compartida por representes de alumnos de los tres territorios vascos. También, pidió que el claustro de profesores del centro sea “más constante” y no protagonista de permanentes cambios; que haya más de un balón en el centro para que todos los niños puedan jugar; o que haya más pizarras digitales, “al menos una por clase”, y que progresivamente vayan sustituyendo a los libros de texto clásicos. Esto permitiría, según los jóvenes alumnos de este centro, “mejorar” su salud y estar más “conectados” con sus docentes.

La siguiente representante alavesa en subir a la tribuna fue Fátima, alumna del instituto Samaniego -también de Laguardia-, quien centró su discurso en los alumnos nuevos que tan habitualmente llegan a este centro, a quienes debería informarse por carta “sobre las cosas que deben llevar el primer día” a clase y, además, no juzgarse “por su apariencia”. Una propuesta curiosa llegó de boca del alumno guipuzcoano Peru Sánchez, quien propuso desde su centro la implantación de una nueva asignatura que bien podría llamarse Aprender a vivir, para abordar aspectos tan desconocidos para los chavales como el mercado laboral.

Candela Fernández y Lucas Alcalá, alumnos del CEIP Ramiro de Maeztu de Oion solicitaron respectivamente “trabajar mediante proyectos” o contar con una fuente y más zonas verdes en el patio del colegio, así como un salón de actos para hacer todo tipo de actividades.

Los alumnos de todos los centros educativos, que consensuaron y pusieron por escrito seis compromisos claros, finalmente procedieron a votar sus favoritos en una urna colocada en el centro del salón de Plenos: “Nos comprometemos a cuidarnos mutuamente, sin discriminar a nadie porque todas las personas somos importantes y valiosas” fue la propuesta más apoyada.

Proyecto piloto. ‘Mejorar la educación: saber, dialogar y aportar’ es una iniciativa de participación ciudadana impulsada por el Consejo Escolar de Euskadi y Eudel que busca enriquecer este sector tan vital. En él han tomado parte el alumnado, el profesorado y las ‘ampas’ de una veintena de centro públicos y concertados de los municipios alaveses de Laguardia, Labastida y Oion, del guipuzcoano de Urnieta y del vizcaíno de Santurtzi.

Último paso. Las y los participantes comenzaron en septiembre a elaborar sus propuestas, fraguadas tras numerosas reuniones entre profesores y ‘ampas’ y en las propias aulas, mediante el trabajo de diferentes unidades didácticas por parte de los alumnos. Antes de llegar ayer al Parlamento de Gasteiz, último paso del camino, las propuestas consensuadas fueron presentados también en los propios ayuntamientos.

El más votado. “Cuidarnos mutuamente, sin discriminar a nadie porque todas las personas somos importantes y valiosas” fue el compromiso más apoyado por los jóvenes alumnos ayer en el Parlamento. En segundo lugar quedó “conocernos y saber cómo aprendemos mejor y así poder gestionarnos bien y lograr nuestras metas personales”. En tercero, “ser responsables de nuestros actos y de nuestro aprendizaje”.

La representante de las ‘ampas’ de Rioja Alavesa pidió la “implicación” del profesorado en su labor docente, para lo cual necesita de “unas buenas condiciones laborales”.

15

Jóvenes alumnos y alumnas subieron a la tribuna del Parlamento para defender las propuestas de sus respectivos centros, cinco por territorio.