vitoria - La Unidad de Vigilancia y Rescate de la Ertzaintza sigue trabajando en el pantano de Urrunaga para tratar de localizar algún indicio que les conduzca hasta el paradero de Jon Bárcena, el joven de Berriz desaparecido en el monte Gorbea a finales de diciembre y cuyos efectos personales fueron descubiertos en el entorno del embalse alavés. Aunque las labores principales de rastreo se suspendieron hace aproximadamente una semana, los efectivos de la Policía autonómica han seguido realizando búsquedas sobre el terreno durante los últimos días. Casi dos semanas después de su desaparición, el Departamento vasco de Seguridad aún baraja como teoría más factible que el cuerpo del joven se encuentre sumergido en la zona. Partiendo de esta base, los restos deberían salir a flote en cualquier momento, aunque las bajas temperaturas registradas a lo largo de los últimos días han enfriado notablemente las aguas del pantano y ello, según los expertos, retrasará su regreso a la superficie.

Tal y como precisaron fuentes del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, tanto el jueves como durante la jornada de ayer, la unidad marítima, los buzos y varias unidades caninas han seguido rastreando la zona en busca del joven. “Además de esta búsqueda en la zona del pantano por parte de los equipos de rescate, de forma paralela se está llevando a cabo una investigación por parte de los equipos de la comisaría de la Ertzaintza en Gasteiz”, señalaron estas fuentes. Como parte de las pesquisas se están repasando las últimas comunicaciones que el joven llevó a cabo, los agentes siguen hablando con su entorno y con cualquier persona con la que podría haber contactado el día de su desaparición. “Queremos ver si es posible abrir una nueva hipótesis que nos marque algo distinto. Se están trabajando todas las posibilidades, aunque los últimos indicios encontrados y lo que nos marcan las unidades caninas apuntan al pantano, de manera que es una vía que no vamos a desechar”, indicaron a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. En cualquier caso, los expertos en rescates tendrán la última palabra y si se supera el plazo máximo de tiempo sin que el cuerpo aparezca en el pantano, la investigación podría extenderse a otras áreas.

La última voz oficial que se pronunció en torno al operativo de búsqueda fue la de la consejera vasca de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, quien esta misma semana se encargó de comunicar los últimos datos sobre la desaparición de Bárcena, cuyo rastro se perdió en el monte Gorbea el pasado 30 de diciembre. La responsable del ejecutivo autonómico asumió que las posibilidades de encontrar con vida al montañero vizcaíno son muy escasas, si bien precisó que hasta que no aparezca siempre quedará un punto de esperanza. “Desafortunadamente, a la vista de los indicios, trabajamos con la alta probabilidad de que se encuentre sumergido en el pantano”, señaló.

Ese mismo día, el jefe de la División de Investigación Criminal de la Ertzaintza, José María Yurrebaso, puntualizó que se mantendría activa la mencionada doble vía de actuación, con una investigación paralela desde comisaría y las tareas de búsqueda en el pantano.

sin especulaciones Pese a los rumores que rodean el caso, Beltrán de Heredia rechazó entonces conjeturar con la posibilidad de que el joven no se encontrase en plenas condiciones mentales en el momento de su desaparición. “No hemos encontrado a Jon y mucho menos podemos saber cómo ha sido su desaparición. Yo no voy a especular sobre estas cuestiones, sobre las que no puedo afirmar o negar nada con rotundidad”, apuntó en este sentido.

Jon Bárcena fue visto en la zona de Legutio por última vez el 31 de diciembre, un día después de que se separase de sus amigos en el Gorbea al sentirse indispuesto y decidiera regresar en solitario. El operativo para localizar al joven se trasladó a ese punto el día 3, justo después de que en la zona aparecieran sus llaves y su cartera. Horas más tarde se encontraron cerca del embalse varias de sus prendas de vestir, entre ellas las botas de montaña que llevaba puestas en el momento de su desaparición y su mochila. Desde entonces hasta ahora, un amplio operativo de la Ertzaintza compuesto por submarinistas, especialistas en rescate, la unidad canina y un helicóptero ha estado peinando la zona para tratar de hallar al joven en las proximidades del puente de Elosu.

Según las personas que aseguran haber visto a Jon en el entorno del embalse, éste se encontraba solo y deambulaba cerca del agua a última hora de la tarde del día 31 de diciembre. Los investigadores también encontraron claros indicios de su paso por una pequeña cabaña de pescadores situada en una de las orillas del pantano.

La familia, por su parte, ha realizado un llamamiento en los últimos días a través de un mensaje difundido en tres idiomas por las redes sociales. Tratan de recabar cualquier información entre la ciudadanía que les permita avanzar en la localización de Jon Bárcena.

Sumergido. El Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco mantiene como hipótesis más probable que el cuerpo se encuentra sumergido en el pantano de Urrunaga.

Plazos. Puesto que la última vez que se vio con vida al joven fue el día 31 de diciembre, se baraja la posibilidad de que el cuerpo pueda salir a flote en cualquier momento.

Frío. Las bajas temperaturas de los últimos días pueden influir en este proceso y retrasar su regreso a la superficie.