laguardia - En muy pocos años, un grupo constituido como asociación exportadora de vino en Rioja Alavesa se ha convertido en un conglomerado empresarial en el que sobresalen un grupo de bodegas de la comarca, pero también de otras denominaciones.

¿Cómo se ha producido esta evolución empresarial?

-Ha habido unos hitos que podemos marcar en estos casi 25 años, desde que en 1993 realizamos la constitución de Araex. Se hizo en abril, pero me llevó casi un año elegir las bodegas y analizar Rioja Alavesa. Tras ello, nacimos como grupo de interés económico, consorcio de exportación. En 2001 vimos la necesidad de crear un portfolio de vinos que no fueran sólo de Rioja Alavesa porque ya habían copado los mercados otros importadores. Por eso formamos Spain Fine Wines, como complemento a la oferta de vinos de Rioja Alavesa.

¿La exportación fue la clave del éxito del proyecto?

-En 2005, otro hito fue la consecución del 20,2% de la exportación de Rioja Alavesa. Es decir, nacimos en 1993 con cero exportación y en 2005 ya habíamos conseguido el 20,2%, según certificó el Consejo Regulador. La otra novedad fue que habíamos crecido e hicimos una transformación societaria: nos transformamos de agrupación de interés económico a sociedad limitada para reducir la responsabilidad de los socios.

Poco después llegó la colaboración entre Galarreta y Rolland?

-Así es. En 2010 se visualizó la necesidad de generar cash flow. ¿Por qué? Porque la salida de un socio te puede generar problemas de tesorería o financieros. Para apuntalar el pilar financiero, que es muy importante, monté una empresa para la elaboración de vinos, tanto cava catalán como un proyecto con monsieur Rolland en Rioja Alavesa, Ribera del Duero y Rueda. Finalmente, en 2015 le dimos forma a una nueva unidad de negocio con la creación de un depósito fiscal y un almacén regulador en Vitoria. Hemos alquilado las instalaciones y subcontratado los servicios a un operador logístico de primer orden. Éste sería el recorrido de la empresa.

Los integrantes de Araex son grandes firmas y su presencia es como socios de la entidad.

-La participación no es recíproca. Es decir, las bodegas son socias de Araex Rioja Alavesa SL, que es la empresa que gestiona las bodegas de esta comarca, y las de fuera son socias de Spain Fine Wines SL. Pero no hay reciprocidad en las participaciones. Es decir, que Spain Fine Wines o Araex no es titular de participaciones societarias en el capital social de esas empresas. El porqué de la participación de las empresas se debe al modelo empresarial que gesté en 1993 siguiendo el modelo del negossiant francés, que era visto en los mercados como un intermediario. Por eso las bodegas fueron invitadas a participar en el capital social y todas, a partes iguales, participan en el capital social de Araex, junto conmigo, por ser fundador y la persona que diseña este modelo de negocio un tanto innovador. Hoy somos un grupo elaborador, comercializador y distribuidor de vinos de Rioja Alavesa principalmente y, como complemento, de otras ocho denominaciones de origen.

Junto a esa actividad en los mercados, Araex también desarrolla iniciativas de I+D.

-Así es. Nuestro trabajo en materia de innovación es importante. Siempre hemos estado muy vinculados a la tipicidad de los vinos y hemos participado desde 2008 en proyectos como la reducción y aislamiento de las histaminas en nuestros vinos, porque a las personas que tienen alergia a las histaminas les producían somnolencias o cefaleas. En segundo lugar, hemos participado en un proyecto de ecoeficiencia. Pero no sólo por la sostenibilidad en el aspecto medioambiental, sino en todos los procesos: viticultura, elaboración, comercialización etc. Absolutamente todos los procesos, para ver si todos los gastos de infraestructura son acordes a lo que demanda el mercado para poder ser competitivos y tener márgenes.

También han invertido en proyectos de campo.

-Es un proyecto que desarrolla uno de nuestros socios desde 2011. Es el denominado Viticultura de precisión, que consiste en traer la biología al campo: ver cuándo hay que hacer un tratamiento, por qué, medir una parcela no solo de forma global sino cepa a cepa... Es un proyecto muy ambicioso que ha representado un antes y un después en la viticultura y en todo lo que es el tratamiento del viñedo.

Y acaban de iniciar otro para poder predecir el futuro del vino.

-Estamos acometiendo otro proyecto que puede suponer traer el big data al sector del vino. Estamos convencidos de que el futuro está en buena parte en aquellas empresas que, disponiendo de la información, sepan manejarla y enfocarla para conseguir los resultados que se marquen. Este proyecto, denominado big data for wine o el big data para el vino nos va a permitir, a través del análisis de unos parámetros y de un escenario concreto, establecer prediciones y que la inteligencia artificial y sus algoritmos matemáticos te puedan definir claramente a golpe de tecla en el lugar que estés. Es muy importante para el futuro empresarial porque con la competencia que hoy existe necesitas innovar para diferenciarte, sobre todo en Rioja Alavesa.

¿Cómo son las bodegas de Rioja Alavesa?

-En nuestra comarca tenemos unas estructuras empresariales de tamaño pequeño-medio que se tienen que especializar, ver cuál es su producto estratégico y dónde puede estar la composición de su cuenta de explotación. Nosotros queremos ir un paso más allá con nuestras bodegas. En el año 93 éramos muy pequeños todos. No se exportaba, las bodegas prácticamente elaboraban sólo maceración carbónica, que son los tradicionales de Rioja Alavesa y nos dimos cuenta de que en el mercado, fuera de Euskadi y una parte de Madrid, esos vinos no los entienden. Hemos tenido que adaptarnos a los mercados internacionales y seguir un poco las pautas que demanda el consumidor. Con esto no quiero decir que hagamos vinos siguiendo modas, sino que hagamos vinos siguiendo nichos de mercado.

Otra de las novedades de Arex es el depósito puesto en marcha en Vitoria.

-Así es. El deposito fiscal nos va a permitir el tercer canal de comercialización, la presencia en todos los canales de comercialización. Hasta ahora había dos canales: uno, el denominado de alimentación, y el otro es el de hostelería. Lo que allá por el año 95-96, con las empresas punto com comenzamos a ver los primeros e-commerce, o comercios electrónicos, se transforma hoy, y nosotros queremos dar un paso más y hemos invertido en la creación de una plataforma on line, que es mucho más que una tienda de comercio electrónico. Hay una interacción con el comprador. Es muy enriquecedor, pero conlleva su inversión y su dedicación.

¿La bodega creada junto a Michel Rolland supone la culminación de un proyecto personal?

-En 2010 me dí cuenta de la necesidad para el grupo de generar cash flow porque en una prestación de servicios no se genera. A partir de ahí tuve la oportunidad de dirigirme al que para mí es el mejor enólogo del mundo, tanto en la vertiente profesional como en la personal, le expliqué el proyecto y le encantó, por aquello de poder establecer elaboraciones en tres zonas y, además, por la oportunidad de poder llevar el terroir a los vinos de cada una de las zonas. Ese era un proyecto que yo tenía en mente. Lo que no tenía era que, al final, tomara el nombre de Rolland-Galarreta. Yo le planteé que como nunca un vino había llevado su nombre le podíamos poner Rolland. Él dijo que tenía que llevar la parte española, Galarreta, para que el proyecto fuera equilibrado y que la gente lo entendiera, porque si no iba a parecer un vino francés. Ése fue un poco el origen, pero no estaba predefinido que yo quisiera tener un vino. Yo lo que quería era un proyecto que generara valor añadido y cash flow específicamente en este grupo empresarial.

Ha sido el año de los grandes cambios en la DOC Rioja. ¿Cómo lo evalúan desde Araex?

-Si, ha sido un año en el que se ha materializado y aprobado cambios que ahora hay que poner en marcha. Nos hemos quitado prejuicios de antes, ahora la tipografía del etiquetado es del mismo tamaño y podemos comunicar de una forma más correcta que el vino procede de la zona Rioja Alavesa, Rioja Alta o Rioja Oriental. Creo que es un paso importante, sobre todo, para las bodegas que compiten en calidad y no en volumen.

En este proceso tuvo mucho que ver Araex.

-El interés de Araex, cuando hace la primera propuesta por escrito al Consejo Regulador en 2015 era que visualizábamos la necesidad de segmentar la marca. No podía ser, y la gente no lo entendía, que una botella costase dos euros en el canal de alimentación y al lado los había a 60 euros. La fórmula para explicarlo era acotando el origen y marcando esa segmentación por la vía de las tres categorías: zona, municipio y finca (finca que, al final, se ha venido en llamar viñedo singular). Nosotros abogábamos por citar el viñedo y también hablábamos de producciones máximas. Pero estamos muy satisfechos porque se ha trabajado sobre nuestro esquema inicial y, al final, los grupos se han avenido.

Además, tiene su repercusión en el turismo.

-Ya lo creo. Es interesante que se puedan mencionar los municipios: Labastida, Laguardia, Elvillar, Samaniego, Elciego, etc. Aunque desde el punto de vista de internacionalización para nosotros, lo importante son los vinos de zona y los viñedos singulares. ¿El municipio se queda corto? Quizás. Poner en el mapa-mundi localidades que tienen mil habitantes es inviable. De hecho, y sin querer confrontar con alguna publicación que he leído recientemente, dentro de lo que se llama Great wine capitals, las grandes ciudades del mundo del vino, se tuvo que crear el eje Bilbao-Rioja, porque Logroño no era conocido fuera y sí sonaba Rioja. Por eso, Bilbao, como cabeza tractora, ciudad más cosmopolita. Es por ello también que creo que Vitoria tiene que jugar un papel como capital de la comarca de Rioja Alavesa.

Pero esa propuesta ha generado polémica.

-Es un tema polémico y a mí no me gusta la polémica. Para ejercer esa capitalidad que le corresponde a Gasteiz no es necesario que tengamos viñedo. Lo que sí es necesario es que tengamos ese área de influencias sobre Rioja Alavesa, y que si Bilbao es el aeropuerto y puerto de muchas de esas entradas de enoturismo que queremos construir, ¿por qué no puede ser Vitoria? Creo que hay sinergias y que son importantes tanto para la comarca como para Gasteiz. De lo contrario, no podremos aspirar a ser conocidos en el mapa-mundi. Incluso Vitoria es una urbe pequeña para la globalización.

¿Y no se podría haber ubicado ese centro del vino en Rioja Alavesa, en el palacio Samaniego?

-Pienso que el acceso es más limitado por infraestructuras, servicios, por todo? Burdeos no es que sea el centro de la propia región vinícola, pero allí acaba de abrir hace un año La cité du vin, un edificio majestuoso, impresionante y donde combinan muy bien la información con presentaciones que las dinamizan. De lo contrario se quedaría en un edificio estático y obsoleto. Ya tuvieron en una época anterior una experiencia que vieron que no funcionaba. De aquella primera intentona han conseguido ahora diagnosticar cuáles son las palancas clave.

¿Conoce cuáles son los objetivos que se plantean para ese centro del vino en Vitoria?

-No sé lo que nuestro Ayuntamiento va a decidir, finalmente, pero sí que tengo claro que Vitoria puede jugar un papel importante desde el punto de vista de puesta en conocimiento del sector de Rioja Alavesa. Creo que la ventaja va a ser más importante para Rioja Alavesa, por esta ligazón, que para la propia Vitoria. Pero no nos olvidemos que para Gasteiz también es importante: un estudio de una consultora catalana, hace ya diez años establecía como una de las principales marcas en Euskadi Rioja Alavesa. Tenemos ese valor que, año tras año, progresa, por eso hay que tener en cuenta que alguien tiene que centralizar servicios, infraestructuras, etc. Y es Vitoria. No tengo ninguna duda.

Las organizaciones del vino de la comarca no son sólo ABRA y UAGA. También juegan un papel importante Araex y Dolare.

-Estamos como asociación fundadora desde 2003, que es cuando se constituyó la Interprofesional de Vino del Rioja, igual que el resto de asociaciones profesionales. Lo que hacemos es defender intereses empresariales porque, al final, una interprofesional, nos guste o no no, es una comisión paritaria, sector productor/sector comercializador, y donde hay representación en base a criterios económicos. Por tanto, no debemos llamarnos a engaño cuando hacemos comentarios en un sentido u otro y cada uno tiene que saber qué tiene que defender.

Desde el inicio han tratado de avanzar en la consecución de una mayor identificación de los vinos.

-Nosotros hemos demostrado desde el año 93 que fuimos los primeros que cogimos la bandera de Rioja Alavesa por el mundo. Entonces la gente citaba el pueblo y el país en las etiquetas y en cualquier material de comunicación que tenía, aunque yo no veía en ningún sitio Rioja Alavesa. Por eso, desde el primer momento fuimos con ese nombre, porque era la forma que teníamos de segmentar el conjunto de la denominación.

El hecho de que el actual presidente del Consejo sea alavés, ¿supondrá un mejor trato para esta zona?

-Desde mi punto de vista, Fernando Salamero tiene un perfil dialogante, conciliador, lo cual es muy bueno. Y también es el presidente de la mayor organización de la zona, que es el Grupo Rioja. No me cabe ninguna duda de que sabrá defender los intereses de su grupo, pero también los del conjunto de la denominación. Además, al ser alavés tendrá una cierta sensibilidad con la comarca.

Se han dado pasos desde la denominación para ir creando futuro, pero ¿qué falta?

-Una huida hacia adelante no es buena para nadie. Somos la única asociación que votamos en contra del espumoso de Rioja porque no entendemos dónde podemos posicionar ese espumoso. Sólo había una petición de un grupo poco numeroso de bodegas que consideraban que había un mercado que podían atender desde Rioja. Pienso que la categoría de espumoso está perfectamente capitaneada y capitalizada por la Denominación de Origen Cava. Pero, bueno, todo lo que aporte valor al Rioja es bienvenido.

El Rioja tiene presencia en todo el mundo y Reino Unido es el destino favorito. ¿Afectará el ‘brexit’?

-Es verdad que el Reino Unido siempre ha sido el principal destino de las exportaciones. Sin embargo, ahora está desbancado por Estados Unidos y Alemania. Hasta el año 2016 era casi el 33% de las exportaciones de Rioja y de Rioja Alavesa. Pero ese año se produjo una caída en peso específico del mercado británico del 33 al 28%. ¿Qué pasará ahora? Pues, la verdad es que la situación no promete, porque podría haber una depreciación de la moneda que hace que el producto se encarezca. En segundo lugar, habrá un aumento del derecho de accisa, de los impuestos especiales sobre los productos importados para proteger su producción de cerveza. Y, en tercer lugar, cuando en marzo de 2019, si se aplica ya el brexit, esperamos que no nos pongan una barrera más para la importación porque volveremos a hablar de exportación a Reino Unido, como tercer país, fuera de la UE. Por tanto, es un mercado que a medio plazo tenemos que ir pensando en darle la cobertura que necesita, y apostando por otros mercados.

Como Rusia y China...

-Sí. La clase media china, que es numerosa, creo que, poco a poco, se está occidentalizando y ve que el vino puede ser parte de su consumo. Queda mucho por hacer. No conocen nada de nuestros vinos en esos países y ceo que es importante que conozcan lo que es la tradición, la historia, nuestras raíces, el por qué Rioja Alavesa puede tener el mejor tempranillo del mundo? Es muy importante que se comunique para que el valor percibido sobre el producto sea superior y, por tanto, estén dispuestos a pagar más, como hoy pagan más por los vinos franceses porque para ellos Francia es un poco el culmen del mundo del vino. Hay que invertir en información y en formación.