vitoria - La Ertzaintza dio ayer por concluidas las labores de rastreo que ha venido realizando estos días en el pantano de Urrunaga para encontrar a Jon Bárcena, donde fue visto el domingo por la noche tras desaparecer el sábado en el Gorbea cuando se separó de sus amigos al sentirse indispuesto.

El operativo de la Policía Vasca para tratar de localizar al joven se reanudó a primera hora de ayer, pero ya al mediodía, el Departamento vasco de Seguridad dio por concluidas las labores de rastreo “en tierra”, aunque incidió en que continuarán “con las labores de investigación relacionadas con la búsqueda” del joven de Berriz.

La investigación policial, de cualquier forma, “se mantiene activa en la búsqueda de nuevos indicios o evidencias que contribuyan a la búsqueda del desaparecido, y a esclarecer las circunstancias de su desaparición”, incidieron desde el Departamento de Seguridad en una nota de prensa. Además, la Ertzaintza mantendrá activas “las tareas de observación de la lámina de agua” en el embalse de Urrunaga, en el entorno en el que se localizaron los objetos personales de Bárcena.

El operativo para localizar al joven se trasladó el pasado miércoles al entorno de Legutio después de hallarse en la zona las llaves y la cartera, pasando entonces el caso a ser una investigación estrictamente policial. El jueves se encontraron cerca del embalse varias de sus prendas de vestir, entre ellas las botas de montaña que llevaba puestas en el momento de su desaparición y su mochila.

Hasta ayer, un amplio operativo de la Ertzaintza compuesto por submarinistas, especialistas en rescate, la unidad canina y un helicóptero siguió peinando la zona de Legutio para tratar de dar con el paradero de Bárcena, centrándose tanto en las inmediaciones como en el interior del embalse de Urrunaga, en las proximidades del puente de Elosu, donde habían aparecido indicios claros de la presencia del vecino de Berriz. Se trata de una zona apartada y boscosa que desemboca en una de las lenguas del pantano y a la que sólo puede accederse por un camino de tierra, muy embarrado estos días, después de dejar atrás varios caseríos situados junto a un cruce con la N-240.

Varios testigos habían apuntado a los investigadores que vieron a Jon solo y “deambulando” la tarde-noche del domingo en esta zona, donde además se encontraron distintos efectos personales del joven. Su cartera y unas llaves aparecieron sobre un pequeño mojón de piedra, lo que unido a estos testimonios motivó la inmediata suspensión del dispositivo de búsqueda en el Gorbea, situado a una quincena de kilómetros. La investigación ubicó también al joven vizcaíno en una pequeña chabola utilizada por pescadores muy cercana a una de las orillas del pantano, en la que pudo cobijarse. Pese al intenso rastreo, tampoco pudo darse ayer con Jon y el operativo quedó suspendido al mediodía.

hechos Pese a que ya han pasado siete días desde la desaparición, la Ertzaintza mantiene todas las hipótesis sobre la mesa y en principio ninguna está descartada. El jueves, el viceconsejero vasco de Seguridad, Josu Zubiaga, insistía en que “la desaparición puede haber sido voluntaria, puede haberse extraviado, haber tenido un desvanecimiento o estar desorientado”. En cualquier caso, los testigos que lo vieron por última vez el pasado domingo en la zona del embalse “no llegaron a tener contacto con él”. “Puede estar en el agua, en la tierra, vivo... Tenemos un hecho cierto, que está desaparecido”, apuntaba Zubiaga, que también alertó sobre la presencia de diferentes bulos y “rumores” en las redes sociales, como que el joven fue visto en alguna localidad cercana a su pueblo o incluso que se había puesto en contacto con su familia, que “en cualquier caso no es cierto”. “No hay fuentes, sino rumores de las redes sociales. Debemos ser muy serios en todos los casos y distinguir cuál es la información contrastada y oficial de lo que son rumores”, recordó.