Vivienda en Astegieta. Los integrantes de la familia Manzanares Cortés solicitaron la concesión de una vivienda pública, perteneciente al parque de la sociedad del Gobierno Vasco Alokabide en régimen de alquiler. Tras superar todas las fases del proceso, el Departamento de Vivienda emitió una resolución favorable a su concesión.
Ataque al inmueble. En la madrugada del 3 de diciembre, varios desconocidos procedieron a atacar y destrozar el interior y los muebles del piso adjudicado para la instalación de los pichis en Astegieta. El interior quedó arrasado tras forzar la cerradura de la puerta de acceso a la vivienda.
En la respuesta del viceconsejero a la petición vecinal. Señala, asimismo, que cualquier “revisión de la decisión supondría incurrir en prevaricación”.
El colectivo creado en el pueblo ante la decisión de ubicar en uno de sus inmuebles a los ‘pichis’, expresó su malestar tras conocer la resolución que impide la reunión solicitada. “Resulta intolerable que una institución se niegue a hablar con otra, mostrando signos de prepotencia y opacidad”.
VITORIA - El Departamento de Vivienda del Gobierno Vasco ha rechazado la petición de un encuentro solicitado por la Junta Administrativa de Astegieta para abordar la problemática surgida entre los vecinos de ese pueblo del término municipal de Gasteiz al desvelarse la adjudicación de una vivienda de protección pública en régimen de alquiler a los integrantes de la familia Manzanares Cortés, más conocidos como los pichis. La negativa a mantener una reunión viene firmada por el viceconsejero del área, Pedro Javier Jáuregui. Señala en la exposición de los motivos, que la resolución adoptada de conceder una de las viviendas del parque de la sociedad pública Alokabide se enmarca dentro de los “12.500 casos particulares entre las casi 60.000 unidades de convivencia que demandan en Euskadi una vivienda de protección pública, y que son atendidas desde la Administración de acuerdo a unos criterios objetivos”, apostilla.
cumple los requisitos Sostiene el escrito del departamento de Vivienda, que en el caso de la familia Manzanares Cortés, como solicitantes de una de esas viviendas, el expediente y los requisitos que se establecen se cumplen y, por tanto, “reúnen todos ellos para acceder a un inmueble del sistema público según la normativa vigente, sin que esté privado de ese derecho por resolución judicial o administrativa alguna”, remarca el viceconsejero. Relata que en la amplia lista de peticiones que se reciben en las oficinas de Alokabide, Etxebide o Visesa se tuvo en cuenta la inscripción de la familia solicitante en el registro de Etxebide “como demandante de una vivienda de alquiler en Gasteiz”. A partir de ese primer paso, los técnicos pasaron a analizar la situación económica de la familia que realizó esa petición para llegar a la conclusión de que podían “solicitar el acceso al derecho subjetivo de vivienda”, concreta. El proceso continuó a la espera de que les llegará el turno “por baremo y hubo disponible una vivienda adecuada a su situación familiar”. En ese momento se les procedió a notificar la adjudicación como punto final y satisfactorio del proceso que sigue Etxebide.
Fruto de esa decisión “adoptada de forma reglada y siguiendo el procedimiento establecido” atendiendo a los derechos reconocidos de las personas afectadas “cualquier revisión de la misma supondría incurrir en prevaricación”, advierte la respuesta del departamento de Vivienda, fechada el pasado 15 de diciembre. Es por eso que ante esa petición concreta de reunión cursada por la Junta Administrativa de Astegieta “no procede acudir al encuentro solicitado”, remarca de nuevo.
malestar vecinal Una vez recibida esa respuesta, la denominada plataforma antidelincuencia creada en el pueblo de Astegieta se pronunció ayer ante la negativa y llegó a considerar “intolerable que una institución se niegue a hablar con otra, mostrando signos de prepotencia y opacidad”, incidieron en el comunicado remitido ayer a este diario. Hay que señalar que a raíz de conocerse la adjudicación de esta vivienda a los pichis se produjo un ataque a ese inmueble, el pasado domingo 3 de diciembre, que resultó arrasado por unos desconocidos. El ataque se produjo a primera hora de la noche del 3 de diciembre y, posteriormente, la Ertzaintza explicó tras esa actuación que, la cerradura de la vivienda apareció forzada y el mobiliario dañado. Tras esos hechos se inició una investigación para aclarar lo sucedido, así como un análisis de los enseres que formaban parte del piso para su reparación.
La respuesta del área de Vivienda no pasa por alto estos hechos de hace un mes. En la misma carta en la que cierra la posibilidad a un encuentro se refiere a ese ataque el inmueble destinado a los Manzanares Cortés. “Lo que no resulta habitual ni aceptable y sale de cualquier norma es que sea asaltada violentamente una vivienda y se causen graves destrozos en el mobiliario”, exhorta. Considera el viceconsejero Jáuregui como algo “entendible las reticencias de los vecinos del concejo” a las que hacen referencia los residentes de Astegieta cuando solicitaron el encuentro. “Entendemos que su encauzamiento debe abordarse por otras vías que trascienden las competencias de esta viceconsejería”, concluye el escrito de respuesta enviado al presidente de la Junta Administrativa de Astegieta, Ramón Fernández de Luco.
Esta situación ha motivado que los vecinos del barrio hayan llevado a cabo una serie de movilizaciones centradas en manifestaciones por el centro de Gasteiz. Los últimos sábados han visibilizado su protesta por las calles peatonales con una masiva de tractores en la que muestran su oposición a la llegada de los pichis al piso asignado en Astegieta, una vez terminen las labores de restauración tras el ataque. Mientras tanto los afectados están residiendo en un centro municipal de acogida social (CMAS), De la misma manera, el colectivo SOS Racismo Araba, también ha organizado en las últimas semanas actos en apoyo a la familia Manzanares Cortés. Incluso llevaron a cabo una concentración, hace tres domingos, coincidiendo con la celebración del Día internacional de los Derechos Humanos.
Los vecinos de Astegieta guardan un estrecho vínculo con los de Abetxuko y que les prestaron su apoyo en las movilizaciones que éstos llevaron a cabo, colocaron carteles y pancartas en el barrio contra la llegada de los pichis.