lapuebla de labarca - La bodega de Loli Casado, en Lapuebla de Labarca, muestra en un impresionante belén instalado en el interior de la bodega los numerosos trabajos y oficios del medio rural, recreados por los propietarios de la bodega, la propia Loli Casado y, especialmente su marido, Jesús Astorga.

Lo que comenzó siendo una tradición familiar hace más de 25 años se ha terminado por convertir en una cálida muestra de cómo se vivía antaño, encajándolo todo en la escenografía navideña, aunque bien podría constituir una gran atracción durante todo el año para disfrutar de la recreación del vivir de antes.

Son más de 30 metros cuadrados, en pendiente, con más de 300 figuras, muchas de ellas con paso efímero, ya que se trata de un belén vivo que narra desde el obligado empadronamiento dictado por Herodes, cuyas figuras apenas aguantan una semana, hasta la llegada de los Reyes Magos, una historia en la que aparecen y desaparecen figuras según la narración de los evangelios y la tradición.

Esa es una parte. Pero solo una de las tres. La segunda son las recreaciones de edificio de Lapuebla de Labarca. Desde el puente o la barca, a la fuente de Los Caños o el Arco, los riscos y otros elementos que se identifican con esta localidad ribereña, por supuesto construidos por las habilidosas manos de Jesús Astorga, lo mismo que el resto de edificios, cuevas o elementos de la naturaleza

Y la tercera es la enorme muestra, que cada año va creciendo, de oficios y trabajos, algunos de ellos ya tópicos en los belenes, como los pastores o los herreros, pero a los que se ha dado vida riojanoalavesa.

Así allí están los campos de viñas trabajados por el viticultor, o un vinatero en un lagar rupestre pisando las uvas, en otro lugar a un grupo haciendo barricas, desde el secado de las duelas al tostado con la figura alimentando de leña el fuego y luego dos toneleros ajustando los cellos de la barrica hasta que queda terminada, los peones arrancando sus vestidos de corcho a los alcornoques para poder fabricar tapones? Y hasta la vista de una cueva tradicional con prensa de madera y otra con barricas.

El olivar, que este año presenta novedades, se representa la recogida por parte del vareador y del olivarero y una almazara que está triturando las aceitunas para la obtención del aceite. En otra zona se ha integrado el tema del cereal con la trilla que se hacía hasta hace bien poco y el molino que va a elaborar la harina para que el pasadero pueda hacer el pan. Y también están presentes otros oficios: pastores, con uno de ellos atendiendo el parto de una oveja; tratantes de ganad; tejedoras de lana y un sinfín de piezas, todas ellas de barro cocido, piezas de calidad fabricadas en Murcia, cuya ropa es de tela con un producto que la endurece y le da elegancia.

Para este año “hemos completado un poco los tres aspectos del belén: el mundo de la viña y del vino, el olivar y el cereal con otros tantos personajes”, cuenta Jesús Astorga.

En el mundo del vino han introducido una figura que lo que está haciendo es el cisco, que es el carbón vegetal a partir del sarmiento de poda, que se ha utilizado durante muchos años en los braseros de las mesas camillas para calentarse las familias en los duros inviernos que había entonces. Es una figura que se completa con un montón de sarmientos que se están quemando, se desprende humo de la propia quema y al lado tiene la vasija de agua para apagar el sarmiento cuando está a medio quemar. Por cierto que, según la tradición, en esa actividad se inspiraron los martxos, las hogueras que se queman en la víspera de la Inmaculada. Al parecer, en Lapuebla de Labarca, los mozos hacían la gracia de quemar los sarmientos, por lo que se consumían en el campo antes de ser recogidos para fabricar el carbón vegetal. Cuando se autorizaron las hogueras dentro del pueblo, los martxos, los chavales dejaron de quemar los sarmientos en el campo.

En el tema de la recogida de la aceituna, aparte del vareo, con una figura desarrollando ese trabajo y de la mujer que lo está ayudando, “hemos introducido otra con la recogida a ordeño. Un cesto colgado del cuello, al que van cayendo las aceitunas que se van arrancando con las manos de las ramas”, sigue contando el bodeguero. “Y en el tema del cereal lo hemos completado con la siega cuando ya está seco. Hay una figura segando a guadaña y otra haciendo las mieses, para llevarlo a la era para que el trillo separe el grano de la paja”.

Esos son los tres elementos que “hemos introducido este año en el belén en todos los aspectos de trabajo, oficios? Relacionados con el mundo en el que nosotros nos movemos y la comarca se mueve. Junto a otras pequeñas piezas”.

Loli Casado muestra esas otras incorporaciones: una mujer elaborando morcillas, “una de las actividades que realizaban nuestros abuelos, incluso recuerdo a mi madre. En las casas se criaba un cerdo, había una oveja, una cabra y otros animales y con el cerdo hacían las morcillas. También hemos puesto otra figura asando pimientos? Actividades que servían para el mantenimiento de la economía familiar durante todo el año. Por eso también hemos hecho un guiño a estas actividades este año”. Otro personaje es una señora que está agachada, a cuatro patas, con un palo en la mano, persiguiendo a un grupo de ratones para intentar cazarlos

El belén se mantiene desde el 6 de diciembre al día de Reyes y “ciñéndonos un poco a los pasos de la historia lo que hacemos es que los primeros días montamos el empadronamiento, San José y la Virgen empadronándose, cumpliendo con el edicto de Herodes. Al principio el portal de belén no está montado. Es parte de la bodega que acogerá más tarde la escena del nacimiento. Por su parte, los Reyes Magos todavía no han aparecido, porque hasta el día 24 no se produce el nacimiento y hacia el día 20 aproximadamente se quitan las figuras del empadronamiento y se pone a la Virgen montada en la borrica y San José hablando con el posadero, pidiendo posada. Esas figuras desaparecen el día 24 para ya montar el nacimiento y la venida de los Reyes Magos”

Las figuras las compran en el sitio habitual, en Gonsi, en Logroño. “Nosotros vamos, miramos las figuras que hay y cuando vemos una con una postura que te dé la idea de que la puedes acoplar a un trabajo de los que van desapareciendo, o un oficio de los que van cayendo en desuso, entonces compras la figura y empezamos el proceso de darle vueltas para ver cuál es la mejor escenografía para la figura y para acoplarle los elementos que necesita para que exprese, casi sin explicación, lo que está haciendo y como se ha trabajado el oficio de que se trate”.

Para poder disfrutarlo se han establecido unos días y horas de visita. Abrieron al comienzo de diciembre, durante el puente de la Inmaculada, del 6 al 10, y luego se dispusieron sábados y domingos de diciembre y los días de enero de Reyes y su víspera, a las doce del mediodía. “De todas formas, no es una visita cerrada que necesite reserva. Con que se venga a las doce tienen las puertas abiertas. Y si desean venir entre semana nos pueden llamar y si estamos en casa, que en estas fechas si lo estamos, acoplamos el horario que nos venga bien a ambos y ya está”.