Vitoria - La cena de Nochebuena y la posterior visita de Olentzero dejaron a más de un centenar de gasteiztarras un indigesto postre e inesperado regalo, en forma de multa de la Policía Local sobre la luneta delantera de su vehículo por encontrarse indebidamente estacionado. El masivo desplazamiento que se produjo durante esa noche dominical, con motivo de la cena, desde los nuevos barrios de expansión hacia otros que dieron lugar al crecimiento demográfico de la ciudad en la década de los años 60 del pasado siglo, convirtieron en una mera cuestión de azar poder encontrar una plaza de estacionamiento. Ante esa dificultad, los puntos más inverosímiles se convirtieron en lugares en los que aparcar el coche durante las horas en las que se saborearon los manjares y viandas de la apertura de la Navidad. Fruto de la desesperación, muchos conductores optaron por estacionar su coche en lugares como pasos de cebra, subidos a las aceras e incluso en doble fila, siempre tratando de generar la menor afección al tráfico y al tránsito de peatones.
En anteriores años, esta práctica, habitual entre los conductores, era pasada por alto por los agentes de la Policía Local que no consideraban la idoneidad de interponer el correspondiente boletín de denuncia, a pesar de no cumplir con la legalidad a la hora de estacionar los vehículos en una jornada tan familiar.
inflexibles con los vehículos Sin embargo, ante las especiales de la pasada Nochebuena y con una parte de los agentes de la Policía Local inmersos en una huelga de celo desde hace casi dos meses, las patrullas que rondaron en las horas nocturnas por las arterias de Gasteiz se mostraron especialmente sensibles a la hora de cursar la correspondiente denuncia a su propietario. El balance de este recorrido arrojó una suma de “cerca de 106 denuncias”, confirmaron ayer fuentes policiales a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA al efectuar el cambio de turno en la base central del cuerpo el lunes por la noche.
Esta elevada cifra se corrobora con los pronunciamientos que se reflejaron en determinadas cuentas de la red social Twitter, en las que se pudo seguir el rastro por el que fueron avanzando los agentes de la Policía Local para dar con los aparcamientos indebidos. Desde la noche del domingo y a lo largo del día de Navidad del lunes, fueron brotando los comentarios de indignados conductores que ubicaban la presencia de las patrullas y el reguero de multas. Zonas como San Martín, Lakua, Coronación, San Ignacio, Aranbizkarra, Judimendi, Santa Lucía, Arriaga, El Pilar, plaza de las Vascongadas o los pintores fueron los escenarios mayoritariamente descritos en los que emergieron las papeletas amarillas sobre las lunetas de los vehículos y ante la encrespada indignación de los conductores.
Las mismas fuentes consultadas por este diario no quisieron pronunciarse sobre el elevado volumen o no que supone rebasar el centenar de multas en una noche. “Haría falta tener los datos del año anterior para comparar y poder establecer que se trata de un número elevado”, comentaron al ser cuestionados sobre la cifra total. Señalaron también cómo durante las horas nocturnas del domingo “hubo muchas llamadas de ciudadanos pidiendo presencial policial, y se abrió ficha de intervención, en muchos puntos de la ciudad por la presencia de vehículos mal estacionados, que obstaculizaban pasos de peatones, zonas de vados o aparcamientos reservados”, significaron ayer desde la Policía Local. Incluso esos coches ubicados en lugares no permitidos “se mantuvieron hasta el domingo por la tarde, muchas horas después de haber concluido las cenas previas de la Nochebuena”, concretaron en su explicación.
nuevas jornadas conflictivas Esta situación vivida el domingo y el lunes puede volver a repetirse con motivo de la celebración de la Nochevieja, donde también hay un significativo desplazamiento de población de un barrio a otro con motivo de la cena y la toma de las uvas. Más allá de la nueva remesa de denuncias que puede reproducirse para sancionar a los vehículos más aparcados, el conflicto puede también evidenciarse en dos eventos como la carrera de San Silvestre, el domingo por la tarde, y la cabalgata de Reyes Magos, en la tarde del viernes 5 de enero, ya en el nuevo año. Las fuentes consultadas por DNA ayer auguran que volverán a “repetirse situaciones como las de la cabalgata de Olentzero, en las que se sacó a gente de otras unidades para cubrir los puntos” de las calles de Gasteiz por los que transitó el desfile de Olentzero y Mari Domingi. Esa tarde de final de año es de nuevo otra “fecha complicada dentro del amplio calendario de eventos en los que se mete de lleno esta ciudad y probablemente los voluntarios deban asumir un mayor peso del trabajo” en lo que supone cortar los cruces y estar atentos a la regulación del tráfico en los puntos calientes del recorrido. Una situación similar ya se vivió el pasado domingo 17 de diciembre durante el desarrollo de la Media Maratón.