vitoria - El cambio de hoja en el calendario dentro de 15 días, con el inicio del ejercicio 2018, va a suponer para el Ayuntamiento de Gasteiz adentrarse en la vía de prórroga presupuestaria al no haber logrado Gorka Urtaran acordar con el PP ni con EH Bildu una vía para ejecutar las grandes cuentas de la ciudad. No es una situación desconocida para las finanzas municipales, que afrontan la sexta prórroga presupuestaria en las últimas dos décadas, y se vuelve a repetir una situación que se dio por última vez en el ejercicio 2015 con el popular Javier Maroto al frente de la institución. Será además la primera situación de prórroga que deberá afrontar un alcalde del PNV a lo largo de la historia municipal ya que el anterior regidor jeltzale, José Ángel Cuerda, nunca tuvo que lidiar con una situación similar.
Le correspondió ayer a Gorka Urtaran despejar todas las dudas y corroborar que el Ayuntamiento enfila el rumbo hacia la repetición de las cuentas de este año 2017 a lo largo del próximo. “Estaremos en situación de prórroga presupuestaria”, confirmó, al tiempo que descartó la posibilidad de aferrarse de nuevo a una cuestión de confianza para llevar adelante sus grandes números. “Esa vía queda absolutamente descartada al tratarse de un elemento legal legítimo para momentos excepcionales”, aclaró el primer edil. El recurso a esa decisión se debió, a comienzos de este año, al considerar 2017 un “ejercicio estratégico” en el que gracias a esa artimaña legal, no empleada hasta ahora, en la vida municipal de Gasteiz “hemos logrado desarrollar todos los grandes proyectos de esta legislatura”, enfatizó el alcalde en su comparecencia semanal de ayer viernes. Se reafirmó Urtaran en esta apreciación, después de hacer un repaso al extenso listado de obras en desarrollo, o a punto de concluir, que salpican las calles de la ciudad como reflejo de las inversiones en espacio público en los doce meses que terminarán en dos semanas.
“Todos los proyectos estratégicos están en marcha”, argumentó el alcalde como mensaje tranquilizador para la ciudadanía ante esta situación de prórroga que se volverá a repetir tres ejercicios después de haberla vivido por última vez. “La prórroga no me gusta, pero en 2018 la situación es diferente a cómo estábamos el año pasado”, aseveró el alcalde.
De esta manera, el proyecto del equipo de gobierno (PNV-PSE) llegará al Pleno del próximo viernes para someterse a una votación en la que los votos en contra de PP, EH Bildu, Podemos e Irabazi volverán a unirse para rechazarlo e impedir su aplicación a partir del 1 de enero de 2018. No quiso ayer Urtaran dejar pasar la ocasión de evidenciar la enésima “disposición a negociar y a favor del acuerdo”, remarcó, antes de airear su “sorpresa y pena” con la actitud de EH Bildu de “haber caído en la estrategia del PP de poner palos en la rueda y actuar de la misma manera”, reprochó. Tampoco escaparon de sus palabras las críticas a los populares y dirigidas a la figura del presidente en Euskadi de la formación, Alfonso Alonso, “anteponiendo su interés personal y diciendo a su grupo que no se negociara y que al Ayuntamiento de Vitoria ni agua”, espetó con rotundidad.
escenario conocido No es nada atípico para el Ayuntamiento la situación en la que se adentra con la llegada del nuevo año. En 2015 se vivió un episodio similar y que también hubo que afrontar en los ejercicios cercanos de 2012, también con Maroto como regidor o en 2004, 2005 y 2007 con Alfonso Alonso ocupando el cargo de alcalde. No mostró ninguna preocupación ayer Gorka Urtaran al asumir esta nueva situación en su legislatura que le llevará a contar con su tercer presupuesto llevado adelante de una tercera manera diferente en cada año. Si en 2016 tuvo el respaldo de las formaciones de izquierda (EH Bildu, Podemos e Irabazi), en el presente se apoyó en la cuestión de confianza, mientras en 2018 ha optado por la vía de la prórroga. “Iñaki Azkuna en su primera legislatura en Bilbao no aprobó ningún presupuesto”, esgrimió para referirse a otra manera de hacer política.
Afronta esta nueva situación el regidor jeltzale, después de haber iniciado en el ejercicio en curso proyectos emblemáticos y que figuraban en su programa electoral como la actuación en Santa Bárbara, dentro del marco 5 Enparantza, extender el tranvía al sur y concretar la llegada a Salburua y licitar, a primeros de 2018, la implantación del Bus Eléctrico Inteligente (BEI), que será una realidad en verano de 2019.
En esta situación de prórroga no están en peligro las partidas de servicios públicos como centros cívicos, limpieza o sueldos de los funcionarios. También se podrán acometer aquellas inversiones que cuentan con subvenciones externas, como pueden ser las de Gobierno Vasco o Diputación con un objetivo concreto y que se perderían si no se gastan. Lo que sí se puede ver frenado es ese otro tipo de inversiones que carecen con este tipo de apoyos externos y que deberán ser negociadas y abrir después los expedientes de modificación de crédito que doten de cuantía esos planes. Este proceso ralentiza cualquier tipo de iniciativa en torno a unos tres meses.
Presupuesto en vigor. El Pleno del próximo viernes no logrará sacar adelante el proyecto de cuentas para 2018 confeccionado por PNV y PSE. De esta manera el 1 de enero del nuevo año se entrará en situación de prórroga presupuestaria, manteniendo en vigor los números del presente ejercicio.
Precedentes. La última situación de prórroga se vivió en el año 2015, con Javier Maroto en la Alcaldía, cuando PNV, PSE y Bildu tumbaron el proyecto del político ‘popular’ y Gasteiz tuvo que dar continuidad a las cuentas de 2014. También en 2012 se vivió idéntica situación, al igual que en los años 2004., 2005 y 2007 con Alfonso Alonso al frente.
El regidor jeltzale confirmó su posición y la de no acudir a una “medida excepcional” como la cuestión de confianza, respaldado por “tener ya lanzados todos los proyectos estratégicos”.
361
Millones de presupuesto. La cifra que volverá a manejar el Ayuntamiento el próximo ejercicio será la misma que ha contado para ejecutar los proyectos este año. Son 361,1 millones, con un incremento del 3,7%, frente a los 348,2 manejados en 2016.