Vitoria - 1.290 multas impuestas por la Policía Local en octubre de 2017 que se convierten en 6.266 al término de noviembre, mes en el que arrancó la huelga de celo o, como prefieren calificarla los propios agentes, la aplicación de la ordenanza municipal reguladora de tráfico. Este inusitado incremento del 385% en las denuncias tramitadas registró sus momentos más álgidos los días 10, 15 y 21, ya que todos ellos rebasaron la barrera de las mil multas. Pese a estas preocupantes cifras, aportadas ayer por el grupo municipal del PP en la Comisión de Seguridad Ciudadana, el concejal responsable del departamento, el socialista Carlos Zapatero, lanzó un mensaje de optimismo que sugiere un inminente fin del conflicto. “Tengo la intuición de que todo esto va a terminar pronto”, dejó caer minutos antes de que los responsables del equipo de gobierno llamaran por teléfono a los integrantes del comité de trabajadores y les convocaran a una nueva reunión negociadora. La cita, mañana a las 10.30 horas de nuevo en la comisaría de Agirrelanda.

Las movilizaciones de la Policía Local no sólo han elevado el volumen de sanciones. Según denunció ayer el concejal popular Gustavo Antépara, también han provocado que la Ertzaintza asuma las labores de atestados de tráfico cinco noches del mes de noviembre. El edil subrayó que las protestas, traducidas en una ausencia de refuerzos, unidas a las bajas y a los permisos, han hecho imposible que la Guardia Urbana desarrollara esta tarea por falta de efectivos, de manera que la Policía autonómica se hizo cargo “a pesar de que la ley dice que los atestados son competencia exclusiva de la Policía Local”.

Zapatero, quien reconoció que ha existido un problema con la falta de refuerzos, aseguró que el Ayuntamiento no se ha saltado ninguna ley y destacó que la Ertzaintza “con la que se mantiene un acuerdo de colaboración muy bueno”, asumió este servicio “de forma absolutamente excepcional”. El titular de Seguridad Ciudadana informó de que esta circunstancia se dio durante las noches de los días 12, 13, 28, 29 y 30 de noviembre, y en relación con lo contenido en la ley orgánica reguladora de las competencias policiales, afirmó que no se ha vulnerado en absoluto. “En todo caso, existe un vacío legal a este respecto”, precisó.

Antépara, por su parte, insistió en que esta decisión de delegar en la Ertzaintza labores estrictamente municipales “posiblemente” vulnere la normativa e indicó que es probable que si alguno de los asuntos tramitados durante esas noches llega a los tribunales, acabe anulándose por este motivo.

De cara a la reunión de mañana, los populares censuraron que el alcalde de la ciudad, Gorka Urtaran, no haya participado en ninguno de los encuentros y consideraron que debería intervenir en las negociaciones para zanjar un problema que ha acabado afectando a la ciudadanía de Vitoria. No obstante, a tenor de las declaraciones de Zapatero, cabe la posibilidad de que este sea el último encuentro. “Cada vez hablamos más y mejor”, aseveró ayer el concejal socialista.

Negociación. Tras estudiar la última oferta del comité de trabajadores durante días, el gobierno municipal ha convocado una nueva reunión mañana viernes para negociar una salida pactada a la crisis en la Policía Local.

Optimismo. El concejal de Seguridad Ciudadana afronta con confesado optimismo esta nueva cita con los sindicatos. Ayer, en comisión municipal, aseguró a la oposición que tiene la intuición de que los problemas acabarán pronto y señaló que cada vez el diálogo es mejor.