vitoria - La reforma fiscal pactada entre PNV, PSE y PP, que sucederá al último acuerdo tributario sellado por las mismas formaciones en 2013, se aprobará en Álava a finales de febrero o principios de marzo y permitirá al territorio recaudar al menos veinte millones de euros más al año, principalmente a través del Impuesto de Sociedades, a pesar de la rebaja del tipo nominal del tipo nominal, que pasará del 28% al 24%.
Según aseguró ayer el diputado general, Ramiro González, el incremento de la recaudación en veinte millones de euros llegará, pese a la bajada del tipo de interés que abonan las firmas, “por la mejora de la economía y la mayor competitividad de las empresas”, porque se reducirá la diferencia entre el tipo nominal que pagan las empresas por sus beneficios, el teórico, y el tipo real, que es la cantidad que abonan en última instancia después de descontar las deducciones y las bonificaciones de las que se pueden beneficiar las empresas de Álava.
Los cambios en el Impuesto de Sociedades incluyen también incorporar el pago a cuenta del 5% para las grandes empresas, y, según incidió González, se limitan las deducciones y la compensación de las bases imponibles negativas, “con el objetivo de adecuar la normativa a la actual coyuntura económica y a las nuevas necesidades, que pasan también por mejorar la recaudación”. Además, las firmas no se verán perjudicadas fiscalmente en caso de aumento de su facturación o su número de trabajadores.
Para aprobar esta reforma sin que surjan “problemas técnicos” durante su tramitación, según los definió el mandatario foral, la Diputación retiró ayer, con el enfado de la oposición, el primer proyecto de modificación fiscal que había presentado en las Juntas Generales, al que estaba previsto introducir las enmiendas pactadas con el PP. Al hacerlo de nuevo con el pacto de la mano, se aseguran su visto bueno en las Juntas Generales. El acuerdo con los populares incluye también otros cambios pactados que serán específicos para Álava en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y el Impuesto sobre el Patrimonio. Medidas que buscan, evitar el despoblamiento en las zonas rurales con beneficios como el crecimiento del 20% en las deducciones por vivienda habitual, así como por descendientes y ascendientes, para quienes tengan su residencia habitual en todos los pueblos del territorio con menos de 4.000 habitantes. En cuanto a los autónomos, se favorecerá la elección del pago fraccionado y se aplicará una deducción de mil euros en el IRPF para los menores de treinta años que monten una nueva empresa y la mantienen durante al menos dos años.
retirada del proyecto Cuestionado sobre la incertidumbre que puede generar entre contribuyentes y empresas arrancar 2018 sin saber a qué atenerse en materia tributaria hasta la aprobación de la reforma en febrero o marzo, el diputado general negó dicha posibilidad porque, en el caso de los contribuyentes y el IRPF, las los cambios son “más favorables” y en el de las empresas “el pago a cuenta de devenga a finales de año”, y además “los cambios que se van a producir son públicos desde hace tiempo y seguro que las empresas afectadas” estarán al tanto.
Para González, insistió, la nueva reforma fiscal surge “fruto del acuerdo político y apuesta por una línea continuista respecto a la de 2013, buscando mejorar la recaudación, asegurar el mantenimiento de los servicios públicos de calidad y mejorar la competitividad del tejido económico, incentivando el empleo de calidad y la reactivación económica”.
Por su parte, el llamado bloque de izquierdas de las Juntas Generales -EH Bildu, Podemos e Irabazi- compareció ayer en grupo ante los medios para denunciar la decisión del gobierno foral de retirar el proyecto de modificación fiscal de forma inesperada después de que los grupos hayan venido trabajando en tanto en la presentación de las enmiendas parciales como otra a la totalidad.
De cualquier forma, anunciaron que presentarán una segunda enmienda a la totalidad a la nueva “contrarreforma fiscal” anunciada ayer por el diputado general. Desde las tres formaciones censuraron la “involución” que supone el pacto tributaria cerrado por PNV, PSE y PP porque “seguirá incidiendo en el aumento de las ya palpables desigualdades en nuestro territorio” en lugar de “avanzar hacia un modelo fiscal justo, equitativo y progresivo para poder garantizar unos servicios públicos de calidad”.
El diputado general incidió en que la reforma fiscal “apuesta por una línea continuista con respecto a la de 2013”, pactada también entre PNV, PSE y PP.
Los partidos del bloque de izquierdas de las Juntas -EH Bildu, Podemos e Irabazi- comparecieron ayer para denunciar la retirada del proyecto de reforma fiscal presentado hace unas semanas por el gobierno foral y su sustitución por uno nuevo tras el pacto con el PP.
La formación morada incidió en que los cambios tributarios supondrán “una involución en materia de fiscalidad que seguirá incidiendo en el aumento de las ya palpables desigualdades en nuestro territorio”.
El partido formado por Ezker Anitza y Equo insistió en que con la reforma “se va a recaudar menos”.
20
La Diputación espera recaudar 20 millones más con la reforma.