vitoria - El Departamento vasco de Seguridad confirmó ayer que la Ertzaintza ha abierto una investigación para esclarecer los hechos ocurridos en la noche del domingo en una vivienda del barrio gasteiztarra de Astegieta, que resultó arrasada por unos desconocidos y que iba a ser destinada a la familia Manzanares Cortés, más conocidos como los pichis. La sociedad pública de alquiler del Gobierno Vasco, Alokabide, presentó ayer por la mañana una denuncia ante la Policía autonómica por los “graves destrozos” registrados en el domicilio, ubicado en la Avenida de los Huetos. El mismo día, frente a esta vivienda, apareció colgada una pancarta en la que podía leerse la frase “¡Pichis no!”
Los responsables del Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda señalaron ayer que el ataque se produjo a primera hora de la noche del domingo. Posteriormente, la Ertzaintza explicó que, como consta en la denuncia, la cerradura de la vivienda había aparecido forzada y el mobiliario dañado. En consecuencia, se ha iniciado una investigación para aclarar lo sucedido. Todos los enseres que formaban parte del piso están siendo evaluados para su reparación.
Los portavoces de Alokabide calificaron el ataque contra bienes públicos como “muy grave” y “absolutamente repudiable, no sólo por el asalto y destrucción de la vivienda, sino sobre todo por la intención con la que se llevó a cabo, que no dice nada bueno de sus autores”. El piso en cuestión había sido adjudicado a la familia Manzanares Cortes, que actualmente reside en el centro municipal de acogida social a la espera de obtener un piso del Gobierno Vasco.
También el Ayuntamiento, tras una reunión de la Junta de Portavoces, rechazó ayer “de forma enérgica” el asalto perpetrado contra la vivienda dispuesta por Alokabide en Astegieta para la familia Manzanares Cortés. Tras realizar un llamamiento a la convivencia, los portavoces municipales manifestaron que “acciones como la sufrida este fin de semana atacan la esencia misma de la democracia y de la cohesión social”. “Los vecinos de Vitoria -agregaron- hemos demostrado históricamente que se puede convivir en pluralidad y desde el respeto mutuo. Hemos demostrado que no cabe la violencia, sea cual sea su expresión y que rechazan cualquier acto ofensivo que aliente la sospecha, la amenaza, el acoso o la discriminación”. El Ayuntamiento apuesta por reforzar los mecanismos de diálogo y consenso y se compromete a reforzar el trabajo en común para “fortalecer la convivencia”. También el Ararteko expresó su repulsa por los “destrozos causados” y reclamó “que se lleven a cabo los esfuerzos necesarios para que esta familia pueda vivir en paz”. - A. Burdain / Efe