vitoria - El arqueólogo gasteiztarra avanza que ya se está trabajando en el siguiente volumen de esta colección.
Viendo las conclusiones a las que llega en este libro, podría decirse que su publicación es bien rupturista.
-Es bastante rupturista sí, pero no he pretendido serlo en ningún momento. Lo que he pretendido ha sido ordenar y recapitular cosas y añadir los datos nuevos que nos ha dado la arqueología. Ese cóctel ha resultado ser más rupturista de lo esperado. Pero no se trata de ofrecer nuevas verdades, sino un nuevo punto de apoyo para futuras investigaciones que pueden ser nuestras o de otros. Porque sí que creía que la historia medieval de Vitoria estaba en una especie de callejón sin salida, estancada desde hacía mucho tiempo. Me gustaría que la tesis sirva de revulsivo para que las cosas se vuelvan a mover, en un sentido o en otro. Para que una vez rota la imagen que nos habían dejado los historiadores antiguos, una vez superado ese primer miedo, detrás venga gente incluso más atrevida que nosotros.
‘Cambiar’ la historia tiene que dar vértigo.
-Sí, aunque lo que yo creo sobre todo es que es divertido. A mí esto me divierte infinitamente.
Tras la publicación de su libro, ¿con qué está ahora?
-Estamos trabajando en el tercer volumen de esta colección -la tesis es el segundo-, que abarcará desde el siglo XII hasta prácticamente el XIX. A grandes rasgos, es el futuro gran proyecto, aunque entre medias siempre hay cosas de dimensiones más pequeñas. - C.M.O. / Foto: J.R.G.