Vitoria - Euskadi se convertirá en uno de los primeros territorios de Europa que incluye la perspectiva de género en su planeamiento territorial. Una materia que, junto al reto del cambio climático, constituirá una parte importante de las nuevas Directrices de Ordenación del Territorio (DOT) que prepara el Gobierno Vasco. Las claves de este documento, que se aprobará próximamente, fueron dadas ayer a conocer por el Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda del Gobierno autonómico en el marco del congreso Euskal Hiria, que se ha celebrado en el Palacio Europa durante dos días.
El documento sobre las nuevas DOT plantea el concepto de “territorio vivo”, con el que se pretende “pasar de una ciudad consolidada en la que se van superponiendo las infraestructuras, a una mayor integración del entorno, donde lo urbano se entremezcla con lo rural y lo natural”, según explicó Arriola. El consejero destacó en la clausura del congreso la idea de la “ciudad del cuidado”, que trata de “atender de manera colectiva las necesidades de la población cada vez más dependiente” y que hasta ahora está mayoritariamente atendida por mujeres.
El objetivo es convertir esta tarea en “una responsabilidad compartida”. En este sentido, las DOT aspiran a configurar un modelo de una ciudad “compacta, relativamente densa, de distancias cortas y proximidad”, que cuente con “un buen sistema de transporte público, espacios públicos seguros y una mezcla de usos”.
Otro de los principales cambios con respecto a las DOT aprobadas en 1997 se refiere a la atención prioritaria a unos recursos “cada vez más finitos y limitados”. Euskadi tiene una alta dependencia alimentaria, y aunque se autoabastece del 90% del pescado y del 20% de la carne que consume, el País Vasco sólo se suministra a sí mismo el 10% de los alimentos restantes. Las nuevas DOT se marcan como objetivo alcanzar una mayor autosuficiencia, “utilizando los recursos propios y siendo respetuosos con el entorno”. Eso es lo que defiende el concepto de biorregión, acuñado por el arquitecto urbanista Fernando Prats.
El nuevo modelo de desarrollo de Euskadi también apuesta por las ‘infraestructuras verdes’, es decir, “introducir lo natural en la ciudad”, de forma que “lo rural invada lo urbano”, según explicó por su parte la viceconsejera de Planificación Territorial, Arantza Leturiondo. Vitoria, elegida Green Capital en 2012, se considera un ejemplo para lograrlo.
Otra de las variables que tienen en cuenta las DOT es el cambio climático. Las directrices tratan de adaptar el territorio a las posibles consecuencias de este cambio, con el fin de anticiparse a los riesgos derivados del calentamiento global para minimizar sus efectos sobre la salud, la agricultura o el agua. También se plantea la importancia de actuar sobre la movilidad o la economía circular.
Durante la primera jornada del congreso se alertó sobre la necesidad de actuar con un mayor respeto hacia el entorno y de planificar el desarrollo económico con criterios sostenibles. Teresa Ribera, experta en cambio climático y actual directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales con sede en París, recordó que las ciudades actuales son “enormemente ineficientes”, pese a lo que “existe potencial de mejora si se organizan bien las cosas en el ámbito local”. Por su parte, Juan Carlos Escudero, del Centro de Estudios Ambientales de Vitoria, repasó el cambio en las políticas de movilidad de la ciudad, que han permitido grandes avances. Las aportaciones de todos estos expertos han “enriquecido” la elaboración del documento final de las DOT, que el Gobierno Vasco aprobará próximamente. - E.P.