vitoria - En plena polémica por la huelga de celo de la Policía Local de Vitoria y con la reactivación de la mesa negociadora -comité y gobierno vuelven a reunirse hoy en Agirrelanda-, el escenario comienza a cambiar dentro de la plantilla de Agirrelanda. Los agentes valoran ahora un cambio de rumbo en la protesta, consistente en llevar a cabo acciones exactamente opuestas a las realizadas hasta la fecha. Si en la actualidad, los guardias imponen sanciones con rigor absoluto, pasarían a ejercer su prerrogativa de limitarse a informar a los ciudadanos sobre el contenido de la ordenanza municipal reguladora del tráfico. Del todo a la nada.
La función principal de los agentes locales consiste en garantizar la seguridad de los ciudadanos, para lo cual la ley les dota de herramientas que pueden administrar aplicando su criterio profesional. Tienen la posibilidad de decidir cuándo imponer una sanción o cuándo han de limitarse a ofrecer información para reconducir una situación anómala. Ante la deriva que han tomado los acontecimientos relativos a la huelga de celo, en comisaría comienzan a plantearse una alternativa que en su día descartaron: informar sobre la ordenanza.
El pasado 25 de octubre, la asamblea de agentes realizó una votación. Eligió entre cinco opciones: no reforzar ningún servicio o evento, información de la ordenanza municipal de tráfico, aplicación de la ordenanza municipal de tráfico, concentraciones en Agirrelanda y Plaza Nueva, y negociación. Los policías decidieron dejar de sumarse a los refuerzos y, de forma mayoritaria, aplicar la ordenanza con rigurosidad. Casi un mes después, una parte de la plantilla se plantea sustituir el talonario de multas por las advertencias, las aclaraciones y la comunicación con los ciudadanos, algo que sin duda rebajará la tensión en las calles. En cualquier caso, cualquier cambio de táctica deberá pasar por una nueva votación en asamblea.
El martes, después de que el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, compareciera en la comisión de Seguridad Ciudadana a petición del PP para ofrecer explicaciones sobre la evolución de la crisis abierta en Agirrelanda, el sindicato SIPLA censuró duramente sus palabras e instó al equipo de gobierno a remitir “instrucciones concretas y escritas a los policías sobre cómo proceder en materia de tráfico y ordenanzas en cada situación, así como que disminuya las cuantías económicas en las infracciones en la que tiene potestad para ello”. Los responsables municipales declinaron recoger ese guante y, tras garantizar que no entrarán en una disputa abierta sobre este particular, se limitaron a recordar que todos los policías locales llevan un mínimo de cinco años en el cuerpo conocen exactamente cuál es su ámbito de funciones.
La crisis de las multas, de hecho, no afecta, ni con mucho, a la mayoría de los policías municipales de la capital alavesa. En cada uno de los cuatro turnos de día que operan en la actualidad, únicamente en torno a una treintena de guardias tiene como misión llevar a cabo funciones relacionadas con la ordenanza de tráfico e imponen multas de forma habitual. El resto se dedica a otras labores diferentes.
Circula por la ciudad un mensaje viral de Whatsapp en el que se recuerda que la plantilla ya protagonizó una “huelga de brazos caídos”, pero aclara que “ni nos enteramos porque al Ayuntamiento le dio igual”. “Este criterio es más severo pero pone de manifiesto lo jetas que somos los ciudadanos. Nos dan la mano y tomamos el brazo”, subraya.
Huelga de celo. La actual situación de “huelga de celo encubierta”, según el Ayuntamiento, es considerada “ilícita” por el alcalde, Gorka Urtaran.
Brazos caídos. Los agentes sopesan ahora invertir la situación y limitarse a informar en lugar de imponer sanciones. En 2010, con el PSE en el gobierno municipal, ya se dio una huelga de brazos caídos en el cuerpo.
Instrucciones. Ante el ofrecimiento realizado por el sindicato SIPLA, que animó al equipo de gobierno a informar exactamente a los agentes sobre el modo en el que deben proceder, el gobierno municipal asegura que todos ellos conocen perfectamente sus funciones.
35
La cuestión del grado de seguimiento de la huelga de celo da lugar a diversas interpretaciones. Aunque el Ayuntamiento estima que sólo un 10% de la plantilla se adhiere a la medida, los agentes precisan que únicamente 35 policías municipales por turno de día tienen potestad para sancionar.