vitoria - Con la crisis como telón de fondo, cientos de gasteiztarras han elegido en los últimos años el camino del emprendimiento para hacerse un hueco en el mercado de trabajo. Sin embargo, la mejora económica comienza a dibujar un cambio de tendencia. Si bien es cierto que los vecinos que acuden al Ayuntamiento para informarse, formarse o pedir apoyo económico en el proceso de definición y puesta en marcha de sus proyectos empresariales se cuentan todavía por decenas, “muchos” de ellos terminan finalmente dejándolos “a un lado” para trabajar por cuenta ajena. Se trata para la mayoría de un camino de vuelta hacia la situación laboral en la que se encontraban antes de la crisis.

Así lo subrayó ayer en la comisión del ramo la edil responsable de Empleo, Nerea Melgosa, que también enmarcó esta realidad en una segunda variable, la “caída” de otras tantas aventuras empresariales que, a priori, no contaban con el suficiente aval técnico. “Hay emprendedores que, aunque les digas que su proyecto no va a funcionar, van para delante. No son uno ni diez, sino muchos”, enfatizó Melgosa.

Ante las dudas expresadas por parte de la oposición por la gestión que está realizando el gobierno municipal de estos recursos, la edil puso en valor el trabajo de asesoramiento de los técnicos y rechazó que se etiquete como “fracasos” a los proyectos que no salen adelante. “Esto es bastante peligroso e ir en contra de crear una cultura emprendedora”, remarcó la responsable de Empleo.

Pese al nuevo escenario económico abierto, el Consistorio atendió durante el primer semestre de este año 2017 a más de 200 personas emprendedoras, impartió un total de 336 horas en acciones formativas y sesiones prácticas de tutorización -mentoring- y organizó hasta 30 sesiones informativas grupales. Según desgranó Melgosa de forma más específica, el Ayuntamiento atendió durante esa misma franja temporal a 102 personas de forma individualizada -56 de ellas mujeres-, formó a 32 vecinos mediante dos cursos de creación de empresas, resolvió la concesión de 19 becas para apoyar a las personas emprendedoras en el periodo de desarrollo de sus proyectos y atendió a otras 51 a través de su Plan Integral Personalizado de Apoyo al Emprendimiento (PIPAE). Atendiendo a sus perfiles, el 43% tenía menos de 35 años, más de la mitad se encontraba en situación de desempleo, el 43% poseía estudios universitarios y el 86%, nacionalidad española. Se trata, a juicio de Melgosa, de datos de suficiente relevancia como para seguir “cuidando” y “poniendo más algodones” a los emprendedores que todavía hoy siguen emergiendo en la ciudad.

El “ecosistema” generado a lo largo de los últimos meses en la ciudad se compone de ideas de negocio vinculadas a la producción audiovisual, la asesoría sexológica, la venta de moneda por Internet, la ingeniería acústica, la organización de bodas o a los animales, como un proyecto de tanatorio u otro para poner en marcha una peluquería canina. La responsable de Empleo destacó también el mayor peso que, “poco a poco”, las emprendedoras van adquiriendo en los datos globales. “Las mujeres van tomando parte, pero todavía no llegamos a emprender tanto como los hombres. Pero los datos se están equilibrando”, celebró la concejal.

Uno de los registros que han hecho concluir al Consistorio que “el mercado está tirando” y, en consecuencia, “muchas de las personas que tienen un perfil de desempleo están dejando el emprendimiento para poder trabajar” se encuentra en el número de gasteiztarras que inicialmente se apuntaron a los seis módulos formativos ofertados por el Ayuntamiento en el primer semestre, 195, en relación a los que terminaron esta formación, sólo 112. Además, de los 83 que se apuntaron a las sesiones de mentoring que se realizan en colaboración con Secot, únicamente las completaron 22.

Melgosa también apuntó a un dato reflejado en el último informe del Observatorio del Emprendimiento en Euskadi (GEM), que refleja una “importante caída” de proyectos emprendedores que no terminan de afianzarse en el mercado entre los 33 y los 42 meses desde su creación. Según este mismo estudio, la necesidad de financiación para poner en marcha en la CAV un proyecto de estas características ronda los 20.000 euros. La concejal aprovechó también su intervención para alabar el trabajo de los trabajadores municipales en este campo: “Es un auténtico lujo cómo los funcionarios que tenemos en la casa les ponen toda la realidad encima de la mesa cuando les consultan”, enfatizó.

“nicho de desilusiones” Aunque con matices, los partidos de la oposición exigieron a Melgosa cambios en las políticas municipales de Empleo para llegar a un objetivo común, que los proyectos empresariales que se ponen en marcha lleguen finalmente a buen puerto. “Estos servicios son necesarios, pero hay que trabajarlos y mejorarlos. No nos podemos quedar con los brazos cruzados con estos datos”, replicó Ana Díaz de Zugazua (PP). Más contundente se mostró Aitor Miguel (EH Bildu), que remarcó que el “fracaso” de muchos de estos proyectos se encuentra “en un nivel más alto”, las “condiciones externas”. “Estamos creando un nicho de desilusiones, porque se les lanza a competir en un mercado en el que no hay oportunidades”, subrayó Miguel.

Isabel Martínez (PSE), desde su posición de socia de gobierno, celebró que a pesar de todo los datos siguen siendo “dignos”, mientras que Jorge Hinojal (Podemos) reclamó la puesta en marcha de nuevas medidas para que los proyectos tengan “una capacidad de éxito mayor”. Desde Irabazi, Óscar Fernández animó a seguir trabajando para romper el “techo de cristal” con el que se encuentran muchas mujeres emprendedoras.