Vitoria - La Diputación incrementará en los Presupuestos forales de 2018 las ayudas económicas que reciben los conductores que utilizan de forma habitual la AP-68 y la AP-1, ampliando las condiciones sobre las que se rige actualmente la concesión de estas subvenciones, de las que el curso pasado se beneficiaron cerca de un millar de alaveses.
Las novedades pasarán principalmente por introducir cambios en las dos condiciones principales que deben cumplir para recibir las ayudas. Por un lado, se reducirá el número de viajes al mes necesarios para poder optar a las bonificaciones, y que actualmente está fijado en 25 trayectos mensuales. En segundo lugar, el Departamento de Infraestructuras Viarias y Movilidad aumentará el porcentaje actual de bonificación para los usuarios, que a día de hoy se sitúa en el 50% de la tarifa. Dos mejoras que elevarán la partida económica destinada a tal efecto en las cuentas forales de 2018 y que este se ha situado en unos 300.000 euros, según datos de la propia institución foral.
El diputado del área de carreteras, el socialista Josu López Ubierna, aseguró ayer en las Juntas Generales que los cambios que se introducirán en 2018 permitirán que más alaveses puedan optar a las bonificaciones sin condicionar el balance económico del departamento, como hubiera sucedido de haberse unido Álava al acuerdo sellado entre Bizkaia y Gipuzkoa para poner en marcha una tarifa plana para la AP-8 y AP-1 entre los usuarios de ambos territorios.
Según explicó Ubierna, el ejecutivo alavés decidió quedarse fuera del pacto al no cumplirse las tres condiciones sine qua non planteadas por Álava. “La primera era que la AP-68 se incluyera en el acuerdo, pero Bizkaia rechazó esta posibilidad. Otra era que la tarifa plana cubriera los gastos de conservación de la AP-1 y su financiación, porque en Álava seguimos debiendo casi 130 millones de euros con intereses y cada año desde 2009 aportamos entre dos y tres millones a la sociedad Arabat para hacer frente a esos pagos. La tercera condición era que se tuvieran en cuenta los desequilibrios respecto a Bizkaia y Gipuzkoa en cuanto a kilómetros de vía y número de usuarios”, resumió el responsable del área foral de Infraestructuras Viarias y Movilidad, que reconoció que han sido “muchos” los ciudadanos que se han acercado a las oficinas de Arabat para informarse sobre la puesta en marcha o no de una posible tarifa plana para las autopistas. Un tema “complejo” porque “implica un alto coste económico” -doblaría como mínimo la citada inversión de 300.000 euros que se realiza actualmente- y que requiere “un debate y una reflexión pausada”, señaló Ubierna, que animó a las formaciones de las Juntas Generales a debatir sobre esta cuestión en busca de un acuerdo “dentro de nuestro territorio”.
“Para nosotros hubiera sido más fácil hacernos la foto del acuerdo, pero era irresponsable por su coste y por dejar fuera la AP-68”, destacó el diputado foral antes de asegurar que en la institución foral son “conscientes del esfuerzo económico que tienen que hacer los alaveses” que utilizan habitualmente la AP-68 o la AP-1, por eso “el compromiso de mejora del sistema de bonificaciones quedará plasmado en los próximos Presupuestos”.
reproches El responsable foral de Infraestructuras Viarias y Movilidad compareció ayer en el Pleno de las Juntas Generales a instancias del grupo de EH Bildu, que a través de su procurador Patxi Martínez de Albéniz reprochó a la institución foral de Álava que sea “el único territorio” que no cuente con una tarifa de esas características, por lo que instó al gobierno foral a negociar con sus homólogos del resto de territorios para unificar los precios por el uso de la AP-1. “Si un donostiarra que viaja a diario a Gasteiz se va a beneficiar de esta tarifa, ¿por qué no ocurre lo mismo con un gasteiztarra que viaje a diario a Donostia?”, se cuestionó el juntero de la coalición abertzale.
Hace unas semanas, cuestionado ante el pacto sellado entre Bizkaia y Gipuzkoa por la posibilidad de alcanzar un pacto similar al gasto límite de 45 euros para los tránsitos mixtos entre Bizkaia y Gipuzkoa de las autopistas AP-8 y AP-1 a partir de 2018, el diputado general, Ramiro González, descartaba trasladarlo a Álava: “El acuerdo alcanzado entre Bizkaia y Gipuzkoa afecta, fundamentalmente, a la AP-8, y se da la circunstancia de que en esta autopista ambos territorios tienen un número similar de kilómetros, por lo que el efecto de ese acuerdo es casi neutro en cuanto al flujo económico que se produce entre ambos territorios”.