Samaniego ? Al respecto, el diputado general de Álava, Ramiro González, destacó la importancia de la transacción del edificio solariego ubicado en la localidad de Samaniego, que se ha adjudicado por 806.000 euros. “El palacio de Samaniego es un inmueble que se dedica al uso hostelero y hotelero que hasta ahora estaba en régimen de alquiler, y que ha adquirido la empresa Cattleya Finance”.
En cualquier caso, la venta empezó a generar reacciones desde el mismo instante del anuncio. Desde el Ayuntamiento, el alcalde, Cristóbal Zuñeda, prefería no valorar la adjudicación, pero un grupo de vecinos comentaba ayer mismo en la puerta de la Casa Consistorial que estaban en contra de la venta de un edificio, que es emblema del pueblo. Señalaban que entendían que el alquiler por el que estaba adjudicado, destinado a hotel y restaurante, era muy barato, y que la venta “le vendrá bien a las instituciones para tapar algún agujero, pero hubieran preferido que la propiedad hubiera seguido siendo pública”.
En otras instituciones y entidades comarcales tampoco se quiso entrar en valoraciones. El presidente de la Cuadrilla, Joseba Fernández, afirmaba que era un asunto interno de la Diputación, mientras que la presidenta de la Ruta del Vino de Rioja Alavesa, entidad encargada de gestionar la promoción turística de la comarca, se dejaba de lado el realizar valoraciones hasta saber el destino que le dará la empresa adjudicataria.
Más críticos, la Mesa de Leza, un grupo de debate surgido en la comarca, que celebró hace unos días su primera reunión en Samaniego precisamente para hablar sobre esta operación, afirmaba ayer a través de uno de sus portavoces que “al final se confirma el desastre y se vende un edificio con más de 400 años de historia a un precio ridículo, poco más de 800.000 euros”. Este colectivo considera que “concurren varias circunstancias que nos indican la auténtica gravedad del tema”. Por un lado, que “la venta se realiza sin contar con nadie, ocultando la misma a los ciudadanos de Samaniego y Rioja Alavesa”. Tampoco aceptan las razones esgrimidas por la propiedad y explicadas en una comparecencia celebrada en Juntas Generales, de que “la reforma es demasiado costosa para las arcas forales como para mantenerlo en su propiedad”. Y se preguntan si “acaso sabe alguien cuáles eran esas reformas y a cuanto ascendía su coste”.
La Mesa plantea también que “por qué no cambiar el uso del edificio de hostelero/hotelero, que busca un beneficio económico, por un uso cultural o museístico con un interés exclusivamente social” y denuncian que “en el pliego de licitación no existe condición alguna que obligue a su conservación, o que evite algún tipo de reforma agresiva para con su valor patrimonial” y se recuerda que edificio está catalogado como Monumento de Valor Histórico, es decir, patrimonio arquitectónico protegido.
Asimismo han mostrado su extrañeza porque la propiedad afirmó que la enajenación se produce porque el palacio ha dejado de ser necesario para el ejercicio de sus funciones y competencias, y se preguntan “cuáles eran esas funciones y competencias que antes resultaban necesarias y ahora no”. Por todo ello lamentan que “será finalmente una financiera extranjera, relacionada con la familia Rothschild y con sede en Luxemburgo quien se quede con el palacio en propiedad”. La Mesa recuerda que “en los últimos meses, el arrendatario del palacio (un conocido bodeguero de la zona) ha mantenido cerrado el mismo, usándolo para exclusivo uso de sus clientes” y plantea si “ocurrirá lo mismo ahora y el palacio se convertirá en una residencia de lujo para visitantes muy exclusivos de la bodega Vega Sicilia, propiedad de los Rothschild”. l