Vitoria - La hostelería alavesa lleva años sin actualizar su convenio. Ha sido necesaria la intervención de los jueces para desbloquear, a través de una sentencia, una negociación atascada que se retoma el próximo 8 de noviembre. Las dos organizaciones patronales, Ashovi y SEA, junto a dos de los sindicatos que toman parte en la negociación, ELA y CCOO, adelantan a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA sus expectativas con respecto a un proceso que, en cumplimento de la resolución judicial, debería resolverse en un plazo de ocho meses. La cuenta atrás ha comenzado.

La primera parada del itinerario negociador se localiza en Ashovi. El portavoz de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Vitoria, Pedro Castellanos, confirma que se ha cerrado un calendario de encuentros y que las partes se verán las caras por primera vez el próximo 8 de noviembre. Puntualiza que el Tribunal Supremo, órgano que obliga a dialogar a los intervinientes, únicamente insta a eso: a negociar. “Llegamos a esta situación -recuerda- porque LAB, cuando estábamos en el primer tercio de la negociación, consideró que tenía un delegado más y lo puso sobre la mesa. UGT y CCOO no estuvieron de acuerdo porque se invertían las mayorías y aquello fue el detonante de todo”, asegura. “Aquél retraso de ocho meses es el que el Supremo dice que hay que recuperar”, completa.

La decisión de los jueces ha ido acompañada de una multa de 10.000 euros para a Ashovi “por mala fe negociadora”. Cuestionado por este extremo, Castellanos considera que “el Supremo es un filtro muy importante y este asunto tenía que haberse quedado en los juzgados de lo social, que pueden tener mayor sensibilidad, o en el TSJPV”. El portavoz de Ashovi garantiza voluntad negociadora. “Siempre la ha habido. Pero hay que aproximar la voluntad a la realidad del sector. La situación no ha cambiado desde hace dos años y nuestras reivindicaciones son las mismas. La nocturnidad a los pequeños bares entre las diez y las doce de la noche... El que abre a partir de las doce la tiene que pagar, pero que la pague el que justo pasa la escoba a las diez y media nos parece una aberración. No podemos tener despidos que valgan 30 días por año de servicio cuando la norma dice 20. Tenemos que ser coherentes y aunque sindicalmente las cosas se vendan de otra manera, la realidad es la que es”, detalla. Consultado por la actualización de los salarios, congelados desde 2010, sostiene que “la posible subida de los sueldos no es el principal escollo, sino algo accesorio”.

Antonia García, del SEA, constituye la segunda parte de la representación patronal. Adelanta que las reuniones tendrán lugar en el Consejo de Relaciones Laborales y que la parte empresarial acudirá a la reunión con una propuesta. “Se ha elaborado una planificación de calendario hasta finales de 2017, y de lo que se trata es de llegar a acuerdos y de cooperar entre la parte empresarial y la sindical”, apunta. “El convenio que se firmó en 2008 fue el resultado de una situación económica distinta. Hay muchos puntos a tratar y debemos llegar a acuerdos en todos. Tenemos que alcanzar un equilibrio positivo para el trabajador y las empresas. No me atrevo a aventurar como serán las negociaciones pero espero que haya espíritu de cooperación. SEA siempre ha mostrado ese espíritu en cada convenio que ha firmado”, asegura.

Rubén Espino, representante de ELA, se sentará al otro lado de la mesa, en el frente sindical. Señala que “las propuestas están encima de la mesa, porque por desgracia llevamos muchos años negociando”, pero matiza que los planteamientos “se han actualizado”. La entrega de las posturas “oficializadas” deberá realizarse antes del 6 de noviembre.

Antes del primer encuentro, ELA ya ha denunciado que mientras la parte sindical ha certificado su representación, la patronal no. “Se han autodotado de un 50% de la representación cada una de ellas, Ashovi y SEA, que nunca han certificado. Como hace falta que las dos patronales estén de acuerdo en los contenidos para que haya convenio, usaron su representación para hacer veto. Si comprobamos que en dos o tres reuniones siguen empleando esta estrategia coordinada para dilatar plazos, es posible que llevemos la representatividad a la vía jurídica”, advierte.

Mari Carmen Martínez, de CCOO, confía en que la toma de contacto del 8 de noviembre “sea fructífera” y asegura que “si hay buena fe y disposición por la parte empresarial para llegar a acuerdos nosotros siempre estamos abiertos a negociar en condiciones, como lo hemos hecho hasta ahora”. Recuerda que, aunque se negocie para los trabajadores, “los empresarios tienen que ver que tener un convenio marca unos puntos, unas condiciones que todos deben respetar, no el todo vale, que es lo que puede ocurrir si nos quedamos sin convenio”. Desconoce si la patronal acude a la reunión del día 8 con un talante renovado, pero asegura que su sindicato no permitirá las tácticas dilatorias del pasado. “Cada vez que llegábamos a un punto de encuentro surgía un obstáculo y éstos se fueron haciendo cada vez más grandes, hasta que tomamos medidas legales, recuerda.