labastida - Los ayuntamientos de Labastida y de Peñacerrada se han puesto manos a la obra para desarrollar conjuntamente un Plan de Acción del Paisaje en la zona de Toloño, donde confluyen algunos de los más espectaculares parajes de la sierra con la idea de mejorarlos y valorizarlos para un uso sostenible. Para ello, ayer por la tarde celebraron en Labastida un encuentro de todos los concejales, encabezados por la alcaldesa, Laura Pérez Borinaga, de Labastida, y Juan José Betolaza, de Peñacerrada, con el fin de conocer lo que ya se llama el proyecto Toloñoaldea, que ha sido liderado por la Cátedra Unesco de Paisajes Culturales y Patrimonio de la Universidad del País Vasco, con la colaboración de VIEW Arkitektura y con financiación del Gobierno Vasco.

El Plan de Acción de Paisaje es el primer paso de un proyecto más amplio y complejo que se ha denominado Toloñoaldea, como marca-motor, entendido como una figura vertebradora de paisajes diversos. como un gran parque que aproveche las sinergias de todo el patrimonio existente a ambos lados de la sierra de Toloño y que sea el motor que dé coherencia y organice todo el patrimonio situado en ambas vertientes. Según se explicó a los representantes municipales, los principales objetivos de este proyecto son la recuperación y puesta en valor del patrimonio del Toloño: la creación de un producto turístico; el desarrollo rural y económico de la zona, y el fortalecimiento de los sentimientos de identidad o de pertenencia al lugar, capaz de anclar identidades colectivas entre diferentes municipios.

Esta propuesta nace de la relación entre los municipios del entorno del Toloño, embarcados en un proyecto intercomarcal para la gestión de un entorno natural común. Dicho entorno natural, integrado en la Zona de Especial Conservación (ZEC) de las sierras meridionales de Álava y el paisaje singular de Rioja Alavesa, tiene como referente el monte Toloño, la cumbre más alta de la Sierra de Cantabria, la cuenca del río Inglares y la vega del Ebro a su paso por las Conchas de Haro.

Se trata de un lugar único, que engloba dos ayuntamientos que, a su vez, integran dos cuadrillas (Rioja Alavesa y Montaña Alavesa). Son, también, dos zonas climáticas (Atlántica y Mediterránea) que, a su vez, genera dos grandes regiones biogeográficas (la dos únicas que existen en la Península Ibérica): la eurosiberiana, con predominio de bosques de hoja caduca (hayas y robles). La llamada popularmente España verde, y la mediterránea, con predominio de bosques de hoja perenne (encinar y carrasca). Conjuntamente, en este entorno de Toloño se identifican una serie de valores que son en los que se propone actuar.

Por un lado, los naturales y ecológicos, como son las zonas LIC y ZEPA de la Sierra de Cantabria y de Toloño: la zona más visible de la sierra de Cantabria y de Toloño; los corredores ecológicos de los arroyos; la vegetación intersticial de campiña, y las masas forestales de interés natural. Ese medio genera unos valores productivos que se pretenden valorizar como son los naturalísticos (micológico, cinegético y ocio); el cultivo del cereal; los viñedos; los huertos junto a los núcleos de población, y las bodegas de interés arquitectónico. A estos se añaden valores históricos y culturales que son focos de atracción de visitantes, entre ellos las villas de Labastida y Peñacerrada, la necrópolis de Santa Eulalia (Remelluri), la Granja de Nuestra Señora de Remelluri, la ermita de San Ginés, la ermita del Cristo del Humilladero, los dos neveros de Toloño, el propìo monasterio de Toloño y el castillo y el poblado, templo y castillo de Urizaharra. Según el estudio presentado a los concejales, en ambos casos, los núcleos históricos de origen y tipología medieval con importante valor históricocultural, se erigen como una puerta de acceso para el visitante desde sus respectivas cuadrillas.

Ambos núcleos históricos cuentan con una planificación urbanística propia, pero se enfrentan en sus bordes de transición al desarrollo urbano de reciente factura, tanto de carácter doméstico como agrícola. Los espacios de transición entre los centros históricos, de indudable atractivo, y el paisaje natural, de singular valor, carecen de la calidad paisajística requerida. Se aprecia por ello la necesidad de establecer unos criterios coherentes en ambos ámbitos que mejoren en cada caso la transición urbano-rural en la aproximación hacia la montaña.

Por ello se propone identificar las áreas de interés paisajístico que han de ser objeto de unas políticas particulares de protección, gestión y ordenación a través de la redacción de sus correspondientes planes de acción del paisaje en ambos municipios. Previamente se debe lograr la complicidad de los vecinos de las dos localidades para poner en marcha el proyecto. En este sentido, el proceso de participación ciudadana busca no solo que se informe adecuadamente sino también establecer los medios adecuados para una colaboración efectiva que mejore el proyecto.

El proyecto tiene ilusionados a los dos ayuntamientos, que consideran que esta iniciativa será positiva para la zona y para sus habitantes, ya que los implica en el diseño. Una implicación que debe llegar a los habitantes, pero también a los diversos colectivos que se acercan por Toloño, como cazadores, senderistas, los moteros, aficionados a la btt etc. “Creeemos en el proyecto que se nos ha presentado y ahora toca trabajar para que la gente lo considere como algo suyo”, apunta Juan José Betolaza.

de noviembre. Presentación del documento de diagnóstico en un acto abierto a los vecinos.

de diciembre. Publicidad del material de divulgación.

de enero. Entre el 9 de enero y el 20 de abril de 2018 se desarrollará el programa de participación y le irán siguiendo las presentaciones de los mapas de valor del paisaje, los objetivos y la elaboración de un texto definitivo para la consulta final a los vecinos sobre el 15 de octubre de 2018.