vitoria - “Los agentes de la Policía Local, tal y como aparece en los vídeos, fueron los primeros en llegar sin ni tan siquiera saber lo que se iban a encontrar”. Los responsables del sindicato Sipla denuncian que los guardias municipales que intervinieron el pasado fin de semana en la pelea entre ultras del Deportivo Alavés y del Racing de Santander actuaron prácticamente a ciegas, ya que no recibieron órdenes específicas que les indicaran cómo proceder. “Fueron jugándose literalmente el pellejo, tratando de que hubiese el menor número posible de heridos. Actuaron como buenamente pudieron, atendiéndoles en primera instancia mientras esperaban a que llegaran las ambulancias, que según se nos ha manifestado tardaron demasiado a pesar de ser requeridas varias veces por los agentes”, aseguran.
Según el Sipla, los enfrentamientos se produjeron a las 14.00 horas, un par de horas antes de iniciarse el encuentro entre el Racing de Santander y el C.D. Vitoria. Recuerdan que “se tenía conocimiento de la presencia de ultras del Racing en Vitoria, así como de la zona en la que iban a estar” y, por ello, se preguntan “¿dónde estaba el operativo policial que desde la Jefatura de la Ertzaintza debió montarse?”. Asimismo, se cuestionan si quizá el partido no estaba catalogado como de riesgo y por ello la Policía autonómica no se puso en contacto con la guardia urbana. “Todo esto es muy grave”, afirman.
Los responsables del sindicato de Policía Local lamentaron la “descoordinación manifiesta” entre las instituciones municipales y autonómicas, “falta de comunicación que puede suponer un riesgo innecesario tanto para los ciudadanos como para los compañeros de los distintos cuerpos”. Ante la falta de reconocimiento a la labor desarrollada por los agentes locales, los responsables del Sipla aprovecharon ayer para felicitar a los todos los guardias que intervinieron en los altercados, que se saldaron con cuatro heridos, uno de ellos ingresado en la UCI. “Buen trabajo, compañeros. Si no hubiéseis estado ahí probablemente ahora estaríamos hablando de consecuencias más graves por la mala gestión de algunos mandos que, posiblemente, ni trabajaran ese domingo”, concluyen. - A. Burdain