VITORIA - La tarea de vigilancia de la Agencia vasca del Agua (URA) para detectar y controlar todo tipo de vertidos a los ríos y mares le ha llevado a realizar a lo largo de este año un total de 2.655 inspecciones. El personal de la agencia ha tomado, además 1.247 muestras en esos puntos donde han aparecido sustancias en las masas de agua y ha procedido a su análisis para buscar diversos parámetros. Como consecuencia de las mismas ha abierto 177 requerimientos por incumplimiento y se han iniciado 27 expedientes sancionadores. Fruto de todo ese trabajo de detección y control en los nueve meses transcurridos de 2017 ya se han impuesto multas por un valor total de 49.000 euros.
Desde URA se hace una labor en continuo encaminada a la identificación de vertidos sin autorización, que da lugar a los requerimientos y expedientes dirigidos a su regularización o eliminación. Con el objetivo de lograr dar una rápida y eficaz respuesta cuando llega una situación de este tipo, la Agencia vasca del Agua dispone de un servicio de vigilancia durante las 24 horas del día a lo largo de todo el año. Este dispositivo, en coordinación con SOS Deiak, trabaja para minimizar los efectos del vertido in situ, valorar el impacto que ha producido en el río o costa e identificar a las personas o entidades causantes y responsables de la acción.
Los números corroboran la efectividad de este sistema de aviso y alerta, después de haber recibido por este canal un total de 306 avisos de vertido. De ellos, se ha identificado al responsable de la acción en 156 casos, teniendo en cuenta que no siempre es posible tomar muestras a tiempo y precisar el lugar exacto en el que ha estado el origen de ese vertido hacia la masa de agua. En las situaciones en las que se ha podido avanzar en las indagaciones y llegar hasta el final, se han emitido 36 requerimientos habiéndose iniciado un total de 11 expedientes sancionadores contra los responsables.
VERTIDOS AUTORIZADOS La vigilancia que lleva a cabo este organismo se centra tanto en los vertidos que surgen de manera incontrolada, como en comprobar también el correcto desarrollo de los que cuentan con la pertinente autorización y son controlados. Dentro de este campo, existen en la Euskadi un total de 2.142 vertidos autorizados. Para corroborar que todos ellos cumplen la normativa y condiciones exigidas, se han realizado a lo largo de estos casi diez meses transcurridos del año, un total de 2.227 inspecciones. No se ha quedado ahí el trabajo ya que el personal de la entidad ha tomado 1.177 muestras de vertido. Además, se han recibido y contrastado un elevado número de 8.500 analíticas facilitadas por los titulares de las autorizaciones de acuerdo con los condicionados de sus autorizaciones. “Estos son solo algunos datos que ponen de manifiesto el compromiso de URA que, además cuenta para el desarrollo de su labor con la participación y colaboración de otras instituciones, organismos y grupos, así como de la ciudadanía en general”, explica su director general, Ernesto Martínez de Cabredo.
Desde la Agencia vasca del Agua han querido salir al paso y puntualizar algunos de los argumentos y opiniones vertidos por el colectivo Goi Nerbioi Bizirik en relación al último vertido que llegó a las aguas del río Nervión y que ocasionó la muerte a miles de peces de su cauce. Desde esta entidad se denunció el hecho, además de señalar directamente a URA y llegar a acusarle por su “incapacidad” e incluso “complicidad con los responsables del vertido”, arremetieron. De igual forma, llegaron a calificar en su exposición pública de “incomprensible” que las entidades supuestamente garantes de la preservación del río fueran incapaces de determinar lo ocurrido y su origen. “Si en esas circunstancias tan claras y manifiestas se muestran impotentes, hay que preguntarse cuál es su función”, recalcaron.
Desde la organización encargada de controlar los vertidos y velar por el buen estado de las masas de agua en los ríos y la costa, emitieron ayer una carta de respuesta, además de puntualizar algunas opiniones del colectivo en defensa del Nervión. “Estamos abiertos a las críticas hacia nuestro trabajo y las asumimos con total normalidad”, aseveraron desde URA. Señalan también que ese tipo de comentarios pueden llegar a convertirse, en un momento determinado, en “acicates para mejorar nuestra gestión”, teniendo en cuenta que son coincidentes los objetivos tanto de la propia agencia como de Goi Nerbioi Bizirik. “No podemos permitir, sin embargo, que de ninguna manera se acuse a URA de connivencia y complicidad con quienes realizan los vertidos”, expresan con rotundidad. Ante este tipo de actuaciones consideran “difícil mantener el clima de colaboración deseable” entre ambas entidades. Concluyen su escrito con el derecho que se reserva URA para poder realizar “cuantas acciones considere oportunas en aras a preservar su buen nombre”, concluye. En este sentido, representantes de la agencia comunicaron también su firme propósito de convocar a los miembros del colectivo a una reunión conjunta para proceder a explicarles el “estado del saneamiento en el Alto Nervión, la distribución competencial y lo que se ha de hacer para mejorar el estado ecológico del río” puntualizaron.
El último episodio de vertidos incontrolados se registró el pasado 15 de septiembre en el cauce del río Nervión. Sucedió en el municipio de Amurrio, a la altura de la localidad de Saratxo, cuando una vecina se percató de la presencia en la masa de agua de cientos de peces muertos. En esa ocasión se pudo constatar la presencia de un reguero de peces muertos que se extendió desde la parte superior del Refor, en la zona industrial de Saratxo, hasta Ugarte. La primera edil de Amurrio, Josune Irabien, se refirió ya entonces al “vertido de una empresa” como probable causa del desastre. Mientras tanto, la localidad ayalesa sigue a la espera de que se lleguen a construir las nuevas depuradoras de agua, que está previsto que entren en servicio para el año 2021.
Vertido. La aparición de peces muertos en las aguas del Nervión el pasado 15 de septiembre en Amurrio, a la altura de Saratxo, propició la respuesta del colectivo Goi Nerbioi Bizirik, que tildó la labor de la Agencia vasca del Agua de “incapacidad manifiesta” y también de “complicidad con los responsables” del mismo.
El director general de la Agencia vasca del Agua reconoce el “malestar” por las acusaciones vertidas y defiende la tarea de los profesionales para “preservar las masas de agua de Euskadi en buen estado”.
2.655
Inspecciones realizadas. En los nueve meses transcurridos se ha realizado una intensa labor de control de los vertidos producidos tanto a ríos como al mar.
1.247
Muestras para analizar. El personal de la agencia se ha encargado de recoger una muestra para su posterior control en busca de parámetros concretos.
27
Expedientes sancionadores. Los resultados de los análisis y los 177 requerimientos por incumplimiento derivaron en expedientes y multas por un importe de 49.000 euros.
306
Avisos de vertido. El sistema de alerta ante estas situaciones incontroladas ha permitido detectar a 156 responsables.