elvillar - Desde el pasado 20 de septiembre se puede circular, con precaución en varios puntos, por la carretera que une El Campillar con Elvillar, aunque la obra no estará completamente terminada hasta la primavera, que será cuando concluyan la instalación de la señalización y las reposiciones medioambientales. Así lo confirmó ayer el diputado de Infraestructuras Viarias y Movilidad, Josu López Ubierna, quien junto a técnicos de su departamento y de la empresa constructora, recorrieron el trazado de esa carretera y estudiaron sobre el terreno las dos grandes infraestructuras que se van a acometer para mejorar la seguridad: una rotonda que regule el tráfico y el cambio de ubicación de la báscula municipal, que quedaba comprometida por la glorieta.
El Plan Integral de Carreteras de Álava contempla esta obra para dotar de más seguridad y comodidad una carretera de 6,3 kilómetros que se caracterizaba por un trazado sinusoso, curvas de radio reducido, pérdida de visibilidad en varias zonas y ausencia de arcenes. El resultado ya visible, es una calzada de seis metros y un nuevo enlace entre la A-3218 y la entrada a Elvillar a través de una rotonda que es en lo que se trabaja en estos momentos. Según López Ubierna, “éste era un cruce peligroso y la solución técnica que se ha dado es una glorieta para que quienes accedan desde El Campillar y Kripan tengan un camino más seguro y los que salgan de Elvillar a la carretera, lo hagan con mejor visibilidad”.
El diseño de esa rotonda afecta a la báscula municipal, situada a la entrada de Elvillar y eso significa buscarle una ubicación que ofrezca seguridad vial y capacidad para los camiones, que es lo que ahora estudian los técnicos. Durante la ejecución de las obras se ha tenido que actuar sobre dos puentes que daban paso a pequeños ríos que cruzan la carretera. En ambos puntos se han instalado nuevos puentes, pero uno de ellos tiene como llamativo que se ha realizado con grandes losas calizas extraídas durante las obras de desmonte.
Otra de las actuaciones singulares ha sido el traslado de 115 olivos. Los árboles se iban a perder, pero el alguacil de Elvillar, Toño, autorizado por el alcalde, Gerardo Olano, preparó una operación de salvamento y ofreció los árboles a quien quisieran replantarlos en sus parcelas. - Pablo José Pérez