Vitoria - La Diputación hizo ayer un llamamiento para que una docena de familias se animen a acoger menores que se encuentran en situación de desprotección familiar. En concreto, se necesitan “de forma inmediata” doce familias que puedan acoger a quince menores que en estos momentos están ubicados en hogares y centros de la red foral.
“Queremos implicar a más familias alavesas en la crianza de niños y niñas que por cualquier razón no pueden, en un momento dado, seguir viviendo en su familia de origen”, señaló la diputada foral de Servicios Sociales, Marian Olabarrieta, en una rueda de prensa en la que estuvo acompañada por Sara Ortiz, una madre de acogida que relató su experiencia y animó a otras personas a dar el paso. También estuvieron presentes Blanca Corral, subdirectora técnica del Área del Menor y Familia de Instituto Foral de Bienestar Social, y Eva Hernández, trabajadora social del Programa de Acogimiento Familiar.
La titular de Servicios Sociales explicó que las necesidades prioritarias pasan por dar con familias dispuestas a acoger a niños y niñas pequeños, principalmente menores de tres años, que se engloban dentro de lo que se denomina “acogimiento de urgencia”, además de otras familias para menores que necesitan ser acogidos de manera permanente e indefinida y también familias para acogimiento temporal, de un máximo de dos años. Las personas interesadas pueden contactar con el programa de apoyo al acogimiento familiar en el 945 77 30 52.
Asimismo, se necesitan familias para acogimiento especializado, por tratarse de menores con especiales necesidades de atención, y otras que estén dispuestas a acoger a grupos de hermanos. En concreto, en Álava hay dos grupos de este tipo que esperan desde hace más de un año una familia que les pueda acoger. En total son quince los menores que necesitan a corto plazo el “afecto, calor, cercanía y protección” de una familia de acogida. Olabarrieta subrayó que en este momento cerca de 120 menores tutelados se encuentran acogidos por familias alavesas, pero otros doscientos siguen viviendo en hogares y centros de acogida. - DNA