Utilizar productos de calidad. Elaborar un buen caldo con los recortes de bonito. Añadir el pescado en el último momento a la cazuela. Rehogar correctamente las verduras antes de comenzar con su cocción. Y añadir la sal al final de todo el proceso. Son los principales consejos y trucos para preparar un buen marmitako y que a buen seguro que intentaron poner en práctica los 115 inscritos en el Concurso de Euskal Herria de Marmitako celebrado ayer en el barrio laudioarra de Latiorro en el marco de sus tradicionales fiestas.
El olor a bonito, patatas, pimiento, cebolla, tomate y demás ingredientes tomó desde primeras horas de la mañana el recinto acotado de la calle Kamaraka junto a cientos de personas reunidas alrededor de humeantes cazuelas. Los cocineros procedían “de Araba y Bizkaia sobre todo, aunque también han venido algunos desde Gipuzkoa, Nafarroa e Iparralde”, precisó Aitor Mate, portavoz de la Asociación Lateorroko Jai Batzordea organizadora de esta cuarenta edición del certamen. Congregar a tal número de participantes supone “una gran satisfacción porque no dejamos de ser un barrio”. De modo que no dudó en calificar el evento como “una fiesta gastronómica por todo lo alto que ha resultado un gran éxito”.
El nivel del certamen también fue de calidad ya que entre los asistentes se encontraban “los que habitualmente copan los diez primeros puestos de este tipo de concursos”, destacó Mate. Es el caso de la pareja formada por Valentín Galín y Suso Ramos que acudieron a Latiorro desde Gorliz y que son los actuales vigentes campeones del concurso gastronómico de Aste Nagusia. En 2016 resultaron subcampeones de Euskadi. El objetivo en esta nueva cita consistía en “obtener el título” y para ello emplearon “patata y bonito de calidad y realizar un buen fondo de verdura y un buen caldo”. A partir de ahí, “es cuestión de experiencia y de hacer las cosas despacio y con calma”, declararon.
A pocos metros de ellos se situaron los cocineros del Txoko Beti Jai, de Orozko, que se alzaron con el primer premio en la pasada edición y acudieron “con la firme intención de revalidar el título”. La profesión de pescadero de Josu Respaldiza y las verduras de la huerta de su compañero Alejandro Olabarría se convierten en sus principales ases en la manga, pero insisten en que “los importante es hacer las cosas con mimo y tranquilidad”. No obstante, reconocen que “los nervios siempre aparecen, sobre todo la última hora antes de entregar la cazuela”.
Finalmente, se llevó el primer premio el Txoko Kresal de Orduña con el cocinero Manu Pérez al frente. Aunque no quiso desvelar el secreto para laborar el mejor marmitako de Euskadi, sí que se declaró “muy contento”. Sobre la jornada vivida en Latiorro aseguró que “ha sido preciosa por el buen ambiente y la buena organización”.
El segundo premio recayó en Oscar Manzarraga, de Armintza. Ya en 2014 se coronó campeón de Euskadi y en esta edición se ha quedado a un paso de repetir. “Lo hago siempre igual, pero al final todo depende del jurado y de pequeños toques que gusten o destaquen un poco más”, explicó tras recoger el trofeo. El txoko Beti Jai de Orozko se tuvo que conformar con el tercer puesto “pero estamos muy contentos” mientras que la cuarta posición fue para Josu Sanemeterio y César Bikario, del barrio laudioarra de Areta. Es de destacar también que a la comida tras el concurso acudieron 1.300 personas.