vitoria - La marcha que se celebra hoy por la Vía Verde del Ferrocarril Vasco-Navarro podría haber tenido un tinte triste en esta jornada, pero afortunadamente la fortaleza y conocimiento del medio de un vecino perdido le permitió sobrevivir una noche en el monte y regresar a casa después de una revisión en el hospital.
Se trata de Luis Morales, residente de Antoñana, que tiene 82 años de edad, y del que se le perdió la pista el viernes, sobre las cuatro de la tarde, la hora en la que como es habitual suele salir a pasear siguiendo el trazado de la Vía Verde, un ejercicio que le viene muy bien para ayudarle en su tratamiento de la diabetes.
Sin embargo, a las siete de la tarde la familia se comenzó a inquietar al ver que no había regresado y decidieron ponerlo en conocimiento del Servicio de Emergencias del Gobierno Vasco, SOS Deiak, y de la Ertzaintza, que inmediatamente se desplazaron hasta esa localidad y, junto al presidente de la Junta Administrativa y los responsables de Campezo, se organizaron equipos de búsqueda.
Este operativo se inició sobre las ocho de la tarde y desde esa hora y hasta la una y media de la madrugada grupos de seis a ocho personas fueron batiendo la Vía y los caminos sin encontrar nada y temiéndose lo peor, a causa de la edad de su vecino y el frío nocturno.
Los trabajos de búsqueda se reanudaron a las siete y media de la mañana de ayer, con mejor visibilidad gracias a luz natural, y sobre las diez, a través de los equipos de transmisiones, se dio el anuncio de que había sido encontrado en relativo buen estado, pero vivo y consciente.
Fue un vecino de Orbiso, integrante de uno de los equipos de búsqueda, a quien se le ocurrió que Luis Morales era cazador y, por lo tanto, dominaba la zona y sabía cómo protegerse. Y así fue. Había ido a una encina, en la zona oeste de Antoñana, donde se encuentra un puesto de paso de paloma y allí estaba el vecino que buscaban, tumbado, con algo de hipotermia, pero vivo. - Pablo José Pérez