trebiño - La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, volvió a echar un capote ayer a Castilla y León al afirmar en el Senado que los deseos de integración en Álava expresados por los dos ayuntamientos y los vecinos de Trebiño dependen, en primer lugar, de la voluntad del ejecutivo castellano y, posteriormente, de la tramitación de una ley orgánica en las Cortes. Además, afirmó que los treviñeses reciben los mismos servicios públicos que el resto de ciudadanos del Estado y cuestionó las numerosas quejas expresadas por los residentes en Lapuebla y Condado. El debate se llevó a cabo a iniciativa del senador de EH Bildu Jon Iñarritu, después de que en junio la vicepresidenta declinase comparecer en la Cámara Alta.

Iñarritu le recordó a la vicepresidenta que en junio los dos ayuntamientos del enclave aprobaron iniciar conversaciones con todas las formaciones políticas y administraciones de Euskadi, Castilla y Madrid para resolver los problemas de la ciudadanía del enclave, que reclama integrarse en Álava. En segundo lugar, se solicitaba a los órganos competentes de Euskadi, Castilla y el Estado que trabajen sobre el procedimiento adecuado para dar solución al sistema jurídico-administrativo actual. Y en tercer lugar, anunciaron su colaboración con las asociaciones o plataformas cuyas iniciativas impulsen las movilizaciones precisas dentro del marco legal para apoyar la integración de Treviño en Álava.

El senador también recordó a Sáenz de Santamaría que en el Estado hay 26 enclaves, pero en ninguno de ellos se ha dado la especificidad de estar reclamando desde antiguo la integración en otro territorio, y pidió a la Cámara que mirase el mapa de Álava y de Euskadi para comprobar cómo Vitoria está a 15 kilómetros de Trebiño y Burgos a 100. “Esto para los habitantes es un problema, porque estudian, trabajan y acuden a los hospitales de Vitoria, y quieren que esa situación se transforme para adaptarse a la realidad de sus vidas ”. - Pablo José Pérez