vitoria - La pesadilla de todo obrero se hizo ayer realidad cuando a uno de los trabajadores encargados de la reforma de la plaza de San Antón se le fue la mano picando el suelo más allá de lo debido. Como resultado, se produjo la rotura de una tubería de la que salió una “importante” fuga de gas en la esquina de las calles Francia y Monseñor Estenaga, aunque, por fortuna, el accidente al final quedó en un susto sin heridos que lamentar.
El suceso en cuestión se produjo cerca de las 12.45 horas, a la altura del número 37 de la calle Francia, cuando una de las excavadoras que en ese momento hacía una zanja por las obras de la plaza de San Antón, alcanzó una de las tuberías con tan mala suerte que produjo ese alarmante escape de gas. Como consecuencia de este percance, hasta el lugar se tuvieron que desplazar varias dotaciones de bomberos y de la guardia urbana, al tiempo que la circulación de peatones y vehículos tuvo que ser restringida.
De esta forma, siguiendo el protocolo diseñado para este tipo de situaciones, el servicio de Bomberos de Vitoria, en colaboración con Policía Local, decidió acordonar toda la zona de la calle Francia para proteger de posibles riesgos a todos los ciudadanos, tanto viandantes como conductores y residentes a quienes se les pidió que cerraran las ventanas y bajasen las persianas, además de no salir de sus casas.
Los bomberos decidieron pulverizar la zona de la fuga, con el fin de crear cortinas de agua para que “la nube” afectase lo mínimo posible. Posteriormente, la intervención consistió en buscar las llaves que cierran el suministro de gas de dicha tubería, en colaboración con los técnicos de la empresa encargada de gas, ya que hubo que bloquear hasta tres válvulas diferentes.
Por todo ello, y para evitar posibles riesgos, no hubo más remedio que cortar al tráfico la calle Francia y otras vías aledañas, en concreto desde la plaza de Bilbao hasta la calle Arana, hasta que el escape fuera controlado. Eso se consiguió a las 14.00 horas y el tráfico se reabrió treinta minutos después. Sin embargo, los cordones de seguridad se mantuvieron un poco más porque, a continuación, los bomberos certificaron que los locales y portales no acumulaban bolsas de gas para dar por finalizada la intervención.