Vitoria - Readmisión “inmediata” de los cinco trabajadores despedidos en febrero y dejar en manos del órganos asesor las “legítimas discrepancias económicas”. Son las principales líneas del pacto firmado ayer entre Ayuntamiento de Vitoria y contrata de limpieza (FCC y GMSM) culminando así el preacuerdo alcanzado entre ambas partes hace mes y medio. “Desde hoy mismo se garantiza la estabilidad de este contrato, se logra la readmisión de los trabajadores y la prestación del servicio”, declaró el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, en una comparecencia extraordinaria durante la pasada jornada para informar sobre los contenidos de este “acuerdo muy importante” para la ciudad que, “pone fin a la incertidumbre en relación a uno de los contratos más importantes, cuantitativa y cualitativamente de nuestro Ayuntamiento”, pero que, sobre todo, “defiende el interés general de Gasteiz”.
En este sentido, el regidor de Vitoria destacó que en estos meses de reuniones y contactos para el equipo de gobierno municipal la defensa del interés público ha sido “el principal aspecto que hemos perseguido desde el inicio de la legislatura y desde la puesta en marcha de este contrato de limpieza el 1 de junio de 2015”. Especialmente, como resaltó, para garantizar la prestación de este servicio de limpieza y “que este Ayuntamiento sólo abonase las labores que se presten”.
Tras la firma alcanza ayer se activa la hoja de ruta para que la Unión Temporal de Empresas (UTE), formada por FCC-GMSM, pueda solicitar en los próximos días la revisión de precios del año 2016, tal y como establece la cláusula 36 del pliego de condiciones. No en vano, el conflicto sigue enquistado en cuanto a la diferente interpretación de varios conceptos en cuanto a cómo se atiende el absentismo, las antigüedades medias y las primas de jubilación. “El Ayuntamiento va a desestimar la propuesta de la empresa porque creemos que estos conceptos deben ser abonados por al empresa y no por las arcas municipales”, avanzó el primer edil. Por tanto, dichas diferencias se tendrán que llevar a la Comisión Jurídica Asesora de Euskadi (COJUA), encargado de resolverlas. El plazo habitual para resolver este tipo de cuestiones suele ser el de un mes, aunque todo dependerá de lo que la empresa contratista tarde en presentar la revisión de precios más el tiempo que luego el Consistorio posteriormente dedique a analizarla, antes de ser enviada hasta el mediador.
En este sentido, la UTE ha acreditado recientemente, mediante una auditoría, que la asunción de las bajas laborales (por encima de la oferta) ha provocado un “fuerte desequilibrio económico”, cifrado en tres millones de euros en 2016.
Ante esta situación, el alcalde explicó que la empresa, para reducir estas pérdidas, solamente tendría “la posibilidad de recurrir a duros ajustes de personal, con la consiguiente conflictividad social, lo que no sería una vía deseada por el Ayuntamiento”.
Sin embargo, llevar esta cuestión ante un mediador externo daría una salida pactada de la contrata a la empresa “que garantizaría el servicio de limpieza hasta que llegara otra adjudicataria”. También evitaría que las arcas municipales paguen cualquier tipo de indemnización, en caso de que el dictamen de la COJUA sea no favorable a la empresa contratista y ésta decida irse porque el contrato no sea viable económicamente. Por tanto, “se garantiza también la estabilidad de la actual plantilla”, tal y como agregó Urtaran.
Días de permiso Otro de los puntos recogidos en el acuerdo, como consecuencia de la aplicación del pacto de homologación, según puntualizó Urtaran, “es el reconocimiento de la UTE a sus trabajadores de los mismos días de permiso por asuntos particulares que la plantilla municipal”. De esta manera, el Consistorio abonará a la UTE el coste económico de las sustituciones de personal de la contrata cuando los empleados disfruten de ese permiso.
Además, el alcalde destacó que el Ayuntamiento seguirá manteniendo los mismos niveles de exigencia en el control de la contrata. “Actualmente, el nivel de ejecución de los servicios de limpieza contratados es cercano al 98%, lo nunca visto. Hoy, Vitoria se limpia más que nunca”, subrayó el primer edil.
Por otro lado, Urtaran recordó que el Ayuntamiento tiene interpuesta una demanda judicial por lesividad en relación a unos servicios no prestados. Se trata de unos pagos de facturas por los que la UTE también, por su parte, decidió presentar sendas reclamaciones por unos servicios suplementarios que, como considera, deben de ser abonados por la Administración. El alcalde indicó que ambas partes “nos hemos emplazado a contrastar la respectiva documentación y alegaciones jurídicas para intentar una terminación convencional sobre estas controversias”.
Por todo ello, la firma alcanzada ayer para el alcalde garantiza “defender el interés público por cuanto ni antes, ni ahora ni después este Ayuntamiento va a abonar servicios que no se prestan”. Se consigue la readmisión “inmediata” de los cinco trabajadores. Y “se encauzan las legítimas discrepancias”, señala.
El acuerdo. La firma de ayer suscribe el preacuerdo alcanzado hace mes y medio entre Ayuntamiento y contrata de limpieza. Logra la readmisión de los cinco despedidos, pero deja en manos del asesor asuntos enquistados en cuanto a bajas, jubilaciones o antigüedad de empleados.
Para el alcalde de Vitoria, el acuerdo firmado ayer pone fin a la incertidumbre de uno de los contratos más importantes del Ayuntamiento.
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Son los empleados de la contrata que serán readmitidos en breve.