Vitoria - La decisión del gobierno central de no autorizar la reapertura de Garoña también dejó ayer un buen puñado de voces críticas, circunscritas fundamentalmente a la comunidad donde todavía se alza Garoña, Castilla y León, y a colectivos como AMAC, la Asociación de Municipios de Áreas de Centrales Nucleares. Aunque en este caso, por motivos distintos a la supuesta “seguridad” de Garoña que algunas voces siguen defendiendo.
El gerente de esta organización, Mariano Vila D’Abadal, vaticinó en declaraciones a Europa Press que el Gobierno central “abandonará totalmente” los pueblos y zonas del entorno de la planta tras su cierre definitivo, tal y como “está pasando en Zorita”, la primera central española en desmantelamiento. Según Vila, de hecho, las administraciones “no van a mover un dedo” por estas zonas, un total de 14 pueblos, para “compensar el cierre de una actividad económica”. Por de pronto, la de Zorita “está siendo una experiencia dramática”.
“todas las garantías” Entretanto, la Sociedad Nuclear Española (SNE) lamentó que una instalación como Garoña, que a su juicio “tiene todas las garantías”, no pueda reanudar su operación, aunque entendió también la decisión “ponderada” y la postura “lógica” del Gobierno. El portavoz de la SNE, Eugeni Vives, manifestó también en declaraciones a Europa Press que es “una pena” y “un día triste” por la noticia del cierre pero que, en definitiva, la posición del Ministerio “refleja el sentir” sobre la energía nuclear en general.
Más críticas se mostraron con la decisión de Energía las cámaras de comercio de Castilla y León, que consideraron “injustificado e irresponsable” el cierre de Garoña, ya que el Gobierno “no ha tenido en cuenta” las determinaciones de carácter técnico del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que autorizó hace unos meses su reapertura cumpliendo con las inversiones en seguridad exigidas.
Las cámaras, a través de un comunicado, recordaron que en España existe “una elevada dependencia energética” del exterior, cercana al 73 %, frente al 53% de promedio de la UE, por lo que consideran que “es necesario generar energía nuclear, así como mantener el funcionamiento de las centrales existentes”, siempre que se cumplan las condiciones de seguridad estipuladas.
Por su parte, el portavoz adjunto del Partido Popular en las Cortes de Castilla y León, Salvador Cruz, calificó de “error” la decisión de cerrar Garoña por la “pérdida de empleo importante” que supondrá para sus más de 1.000 trabajadores, entre directos e indirectos, quienes, lamentó, hoy -por ayer- ven cerrada “la esperanza de reapertura”. Esta formación siempre ha defendido la continuidad de la central en la comunidad vecina. - C.M.O. / E.P.