Vitoria - Las universidades y los centros de investigación están en contacto constante. La colaboración entre diversas entidades de este sector es clave en la innovación y el desarrollo científicos. Establecer lazos es viable más que nunca debido al avance de las nuevas tecnologías. Concretamente, el sector de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) resulta de gran utilidad para un conjunto de laboratorios que precisan agrupar y clasificar los datos previos obtenidos. Un caso de este cruce de disciplinas es la alianza entre el centro de investigación Tecnalia y Odei, una empresa vitoriana consultora en el campo de las TIC.

Ambas firmas llevan una década apoyándose mutuamente a través de diversas iniciativas conjuntas. Tecnalia se encarga de la recogida de datos, mientras que el trabajo de Odei es crear una herramienta en la que se pueda recopilar la información, y que a través de ella resulte más sencilla su interpretación y la elaboración de estadísticas.

Tanto el consorcio como la firma gasteiztarra están llevando a cabo un proyecto que desarrollan en diversos países del viejo continente y que recibe el nombre de Volatile, una propuesta que comenzó en diciembre del año pasado y que engloba a quince empresas y seis centros de investigación de nueve países europeos. En este caso, Tecnalia está a la cabeza, mientras que Odei colabora en diversas labores. La línea de actuación del plan sigue de cerca la estrategia publicada en 2012 por la Comisión Europea para frenar el cambio climático.

La propuesta, en concreto, parte de la idea revalorizar los residuos sólidos urbanos a través de la biometanización, un proceso que permite convertir la fracción más degradable de la materia orgánica en un gas generado en medios naturales. A través de esta evolución de los residuos urbanos, se podrían obtener otras utilidades, como bioplásticos, compuestos para oleoquímicos e, incluso, compuestos con ingredientes para la alimentación humana.

Si bien ésa es la misión final, el proyecto se sitúa en la actualidad en la fase inicial. Una etapa en la que se están recopilando numerosos datos e investigando la mejor forma de obtener materia prima para obtener esos productos. “El objetivo es llegar a conseguir productos de valor añadido”, aclara María Carmen Villarán, directora del área de alimentación saludable de Tecnalia.

Por otro lado, hay que tener en cuenta la distribución de socios a lo largo de Europa. Debido a la enorme volumen de datos que todos ellos generan, necesitan una herramienta que recopile y refleje todos los números generados, y a la vez determinar si la estrategia planteada actualmente resulta adecuada.

Es aquí donde precisan de los servicios de Odei. “Nosotros representamos los datos en una plataforma que sea visible y evaluable”, declara Amaia Santamaría, encargada de los proyectos de innovación de Odei. Esta empresa detalla en una herramienta web un cuestionario mediante el que el usuario selecciona diferentes opciones, así como las características del residuo, la legislación de su entorno y la disponibilidad de infraestructuras para tratar el residuo. Tras completarlo, al interesado se le muestra un abanico de propuestas que satisfagan mejor sus necesidades, así como la idónea forma de recuperar su inversión. En este sentido, la plataforma es dinámica, posibilitando al usuario diferentes opciones, como saber en qué momento se completará la planta de tratamiento de residuos en el entorno del usuario. También le notifica los cambios legales en la jurisdicción en la que se encuentra, tanto a nivel estatal como a nivel regional.

datos y simulaciones Ese concepto se conoce como machine learning, y permite predecir al sistema diferentes escenarios. Este concepto es, precisamente, el que trabaja Odei, trabajando en proyectos de análisis de datos. “Los datos que se generaban en las simulaciones tardaban dos horas en recopilarse, eran gigas y gigas de datos”, apunta Santamaría, a lo que añade que la simulación está cada vez más presente, y es “lo que les toca”.

El proyecto esperan terminarlo dentro de cuatro años. Sus socios están ubicados en países con diferentes características, tanto geográficas como legislativas. Además de en España, se localizan en los países nórdicos, Bélgica y la Europa del sur. También ya están en contacto con diversos usuarios finales para poder testar el producto y mejorarlo.

Volatile. Es el nombre que recibe el proyecto en el que trabajan actualmente ambas entidades. Tecnalia lo lidera a nivel europeo, mientras que Odei se encarga de diseñar una herramienta que permita automatizar e interpretar fácilmente el enorme volumen de datos obtenidos.

La responsable de calidad de Odei destaca la importancia de que los centros de investigación estén conectados y compartan objetivos comunes.

La responsable de alimentación saludable de Tecnalia explica que uno de los objetivos del proyecto es convertir los residuos humanos en ingredientes de la alimentación humana. Concretamente, en Omega 3.

cifras

6

Meses. Son en los que el proyecto Volatile estará en fase inicial. En esta etapa el objetivo es determinar la óptima forma de obtener materia prima de los residuos urbanos para convertirlos después, a través del proceso de biometanización, en productos que aumenten su valor.

70

Personas trabajan en la actualidad en Odei. La empresa vitoriana también está trabajando en otras iniciativas, como en una herramienta que permita detectar con mayor antelación los casos de cáncer de mama.