vitoria - La estrategia municipal AntiRumor se extenderá próximamente a otros puntos de la ciudad con nuevos agentes antibulos, tal y como estaba previsto. Según los plazos que maneja Estitxu Pereda, responsable del servicio de Convivencia y Diversidad en el Ayuntamiento, el segundo grupo comenzará su andadura “a principios de 2018” en otra zona todavía por determinar, lo que le permitirá a esta iniciativa “ir ganando espacio”. Antes de salir a la calle, quienes lo integren deberán recibir también la pertinente formación a través de sesiones y talleres, seleccionar los rumores más frecuentes a los que suelen estar expuestos y desarrollar después las habilidades comunicativas más adecuadas para contrarrestarlos. La estrategia, con el tiempo, llegará a todos los rincones de la ciudad, según anhela el equipo de gobierno municipal. Sin prisa, sin pausa y sin un horizonte temporal claro. “Esto seguirá durante todo el tiempo que los agentes quieran”, remarca Pereda.

Otro “reto de futuro” para el Ayuntamiento de Gasteiz pasa por formar nuevos grupos de agentes “por sectores”, ya sea de jóvenes, de mayores, de hosteleros o de otros ámbitos más concretos. “Intentaremos llegar a todos los grupos que podamos”, enfatiza de nuevo Pereda.

Antes de todo eso, la veintena de miembros del primer grupo de agentes antirrumor conformado en Iparralde-El Pilar retomarán sus reuniones mensuales tras el descanso estival y participarán también en dos seminarios específicos. El primero será impartido por Andrea Ruiz Balzola y llevará como título La construcción europea del Otro a través del cine. De cara a noviembre llevarán a cabo un espacio de exploración, en el que “repensarán” las experiencias y vivencias de las acciones prácticas desarrolladas dentro de la estrategia. Y antes de que concluya el año tendrá lugar un encuentro entre las redes de agentes implantadas en la ciudad.

Al margen del impulso que estas iniciativas van tomando en Gasteiz, las Cuadrillas alavesas han ido también creando sus propios grupos de agentes antirrumor gracias al impulso político de la Diputación, en este caso de la mano de la propia Comisión de Ayuda al Refugiado (CEAR). - C.M.O.