vitoria - Cuando hace cincuenta años Kathy Switzer completó en 1967 la maratón de Boston lo hizo con un hombre empujándola por su espalda. Era Jock Semple, director de la prueba, quien gritaba: “¡Lárgate de mi carrera y devuélveme el dorsal!”. Un cuarto de siglo después y, pese a los avances logrados, todavía el deporte tiene grandes distancias que salvar en equidad de género. En especial, en la práctica cotidiana, donde un novedoso estudio, al que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICAS DE ÁLAVA evidencia que en Vitoria “existen barreras que dificultan el acceso, condicionan la participación, limitan o impiden la progresión, incluso la competición, que demuestran que la igualdad de oportunidades y condiciones para la práctica de féminas y hombres no es la misma”. Por esta razón, el Ayuntamiento gasteiztarra, promotor de este revelador diagnóstico, se ha propuesto impulsar el deporte femenino gracias a una partida económica aprobada el pasado año entre el equipo de gobierno (PNV-PSE) e Irabazi, que, además de ese estudio, incluye una pionera línea de actuaciones, entre las que habrá acciones de sensibilización, iniciativas estimulantes para incorporar a la mujer al ejercicio o incluso ayudas e incentivos.
No en vano, como remarca este análisis de la actividad deportiva, obtenido de tres publicaciones, “entre un 9 y un 12% de las mujeres vitorianas (entre 8.100 y 10.800) encuentran serias barreras para acceder a la práctica de ejercicio físico o realizar todo el deporte que les gustaría”. Uno de estos documentos es el Estudio de los hábitos deportivos de la población adulta de Vitoria-Gasteiz, realizado entre 1.000 ciudadanos de 18 y 74 años, que destaca que las más vulnerables en este sentido son “mujeres entre los 40 y 49 años (quienes suponen un 32% de esas 10.800 mujeres, es decir, 3.456), seguidas de las de entre 30 y 39 años (2.808 féminas). El trabajo, las responsabilidades familiares y la falta de tiempo personal son los principales motivos por los que no dedican al deporte el tiempo que realmente les gustaría.
desde la escuela Esta participación desigual muestra sus primeros desequilibrios en las actividades extraescolares deportivas. Según subraya el Estudio de los hábitos deportivos extraescolares de la población escolar de Vitoria, entre estudiantes de 11 y 17 años de doce centros de la ciudad, “existen diferencias (de género) ostensibles en lo que a la práctica de ejercicio y/o deporte se refiere, que se construyen en edades tempranas dentro de la etapa escolar”. El 61% de las chicas escolares, en concreto, dice hacer deporte organizado fuera del horario lectivo, ascendiendo al 78%, en el caso de los chicos.
Así, en las diferentes fases del estudio aparece que “hay o existe una caída o descenso de la tasa de mujeres en edad escolar en dos momentos o periodos concretos: los 12-13 años (1º y 2º de Secundaria), los 15-16 años (1º de Bachillerato)”. De hecho, el diagnóstico destaca que “en esas edades y niveles educativos son en los que hay mayores diferencias. Los cambios biológicos tienen relación con este descenso en la práctica deportiva de las alumnas, que encierra prejuicios socioculturales relacionados con estos momentos de la pubertad”.
Otra barrera es el origen etnocultural, ya que “afecta más gravemente a la población femenina en edad escolar de origen extranjero cuya práctica de deporte extraescolar es la más baja. Posiblemente, determinados orígenes culturales son más reacios a que sus mujeres jóvenes practiquen actividades deportivas”. La tasa de no actividad entre las alumnas con padres extranjeros crece hasta los 17 puntos respecto a la media (33% frente al 16%).
La encuesta encuentra “diferencias sustanciales” en la tasa de actividad deportiva extraescolar entre el alumnado de los centros públicos y los concertados y sobre todo entre las alumnas de escuelas públicas. “En este último grupo de mujeres escolares la tasa es de las más bajas, siendo casi 20 puntos porcentuales inferior a la media”, señala. En la elección del deporte extraescolar también “se identifica una desigualdad muy relevante”. En general, los escolares practican deportes de equipo y las alumnas deportes individuales: actividades de gimnasio (25,8%), danza (25,1%)), salvo el baloncesto (23,3%).
Diferencias que continúan también a la baja tanto en la intensidad deportiva como en las competiciones en las que ellas están presentes. “Parece que la escuela en lugar de cambiar y transformar a través de la educación en el deporte los estereotipos de desigualdad de género, los estuviera reproduciendo”, resume este informe. Por esta razón, se atreve a concluir que “el propio sistema educativo no consigue igualar las diferencias de género que nuestra sociedad tiene interiorizadas; más bien, las reproduce”.
El diagnóstico. El Ayuntamiento de Vitoria gracias a una partida para el fomento del deporte femenino, aprobada entre Irabazi y el equipo de gobierno, se ha propuesto acabar con la desigualdad de género en la práctica del ejercicio físico. Para ello, ha hecho un novedoso análisis compuesto por tres completos informes. El primero es el ‘Estudio de los hábitos deportivos de la población adulta de Vitoria-Gasteiz, efectuado con una muestra de población de 1.000 ciudadanos desde los 18 a los 74 años. El segundo es ‘Estudio de los hábitos deportivos extraescolares de la población escolar de Vitoria’, basado en encuestas entre el 31 de enero y el 24 de marzo de 2017, entre estudiantes de 11 y 17 años de doce centros gasteiztarras. El tercero es el ‘Análisis cualitativo de las barreras para la práctica deportiva de las mujeres’, basándose en diferentes grupos de discusión y entrevistas en profundidad.
Colectivos vulnerables. La caída de la actividad deportiva entre las chicas en edad escolar se produce en dos momentos: 1º y 2º de Secundaria y Bachillerato, ya que “uno de los primeros desequilibrios se produce en la escuela”. En la edad adulta, destacan las dificultades de las de entre 40 y 49 años, seguidas por las de 30 y 39 años.
Líneas de actuación. Además de ese novedoso estudio, el Consistorio gasteiztarra emprenderá una línea de actuaciones, que estudia en estos momentos, y que pasan por acciones de sensibilización para la igualdad en el deporte, actividades y servicios deportivos para mujeres en función de los estadios de la vida en los que se encuentre, iniciativas estimulantes para la incorporación al ejercicio deportivo y ayudas e incentivos, entre otras.
12%
Es el porcentaje de vitorianas con serias barreras para hacer deporte.