La bodega Loli Casado, ubicada en Lapuebla de Labarca, y que produce aceite de oliva virgen extra Eusko Label, y dos almazaras, participan junto a la Federación de Sidreros Esafe (Euskadiko Sagardogileen Federazioa) en el proyecto Innokupela sobre innovación tecnológica para la monitorización de las kupelas y de los depósitos de las sidrerías, almazaras y bodegas como garantía externa de la trazabilidad del producto para su certificación.

El enólogo Jesús Astorga relata que la idea de la bodega alavesa de participar en ese proyecto vino a raíz de la invitación realizada por directivos de Hazi, que querían desarrollar esa iniciativa de monitorización en otros productos agroalimentarios tras haber comenzado en el sector de las sidrerías.

Innokupela se trata de un proyecto cofinanciado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), que parte de la evidencia de que en las sidrerías, almazaras y bodegas, la evidencia de los movimientos de llenado, trasiego, mezclado o rellenado que se realizan en las kupelas o en los depósitos se efectúa mediante registros escritos o informatizados y se garantiza mediante la verificación externa de los mismos y el precintado de las embocaduras de los depósitos en el momento en que se producen.

Para facilitar esa información en tiempo real, Innokupela es un procedimiento para monitorizar esos procesos de movimiento del producto entre los depósitos. Se trata de unos sensores, unas semiesferas de unos 10 centímetros de diámetro, que se han colocado en la parte superior de los depósitos y que registran cada media hora el movimiento que se produce en su interior y envían los datos a unos terminales. En el caso de las explotaciones vitivinícolas ofrece numerosas ventajas, según explica Astorga, como conocer en todo momento si los depósitos de vino están al completo. También sirven para controlar la temperatura de esos recipientes, lo que en vendimias facilita que el bodeguero pueda estar en el campo sabiendo en todo momento lo que ocurre en los depósitos de fermentación.

Es por tanto un sistema que busca la información, analiza los datos, los envía a una plataforma de almacenaje y deja constancia de todas las variaciones. Esto lo llevan a cabo unos sensores que utilizan ultrasonidos y ondas electromagnéticas y utilizan la presión hidrostática con dispositivos en la parte inferior. Las plataformas de almacenaje probadas guardan los datos en el propio establecimiento a través de tarjetas SD y vía web recibiendo la información a tiempo real, utilizando antenas de comunicación en los dispositivos.

Los participantes están, en estos momentos, realizando los ajusten necesarios en los sensores y en las antenas que transmiten la información, ya que la comunicación de los sensores a la plataforma de almacenaje no es fiable en alguno de los casos y las comunicaciones esporádicas que no se corresponden con movimientos reales del producto en las kupelas y en los depósitos.

Otra de las aplicaciones que puede tener este sistema, según destaca Astorga, es el control de los depósitos de los petroleros, que pueden tener el peligro de que en alta mar se pueda sustraer el combustible de calidad.